13| Cuando Alguien Te Gusta.

589 43 0
                                    

— ¡Rápido, despejen el pasillo! –Ferman cargó en brazos a una desmayada Nazneen y corrió hacia una de las habitaciones para rápidamente acomodarla en la cama –Güneş, sujeta su espalda, debe estar recostada de lado –el enfermero obedeció de inmediato.

Rápidamente, Ferman, busca un pedazo de algodón con alcohol para hacerla reaccionar mientras el doctor Adil checa sus signos vitales; era evidente que se trataba de un desmayo por estrés, pero su paciente tenía un historial clínico que podía afectarle.

— ¡No despierta! –aunque trata de tranquilizarse, la voz le sale alterada, cosa rara en él.

— Tranquilo, muchacho, recuerda que su producción de glóbulos blancos es más elevada de lo normal –habla el doctor Adil ganándose la mirada del ojiazul, no recordaba ese dato del expediente de la castaña.

— Quiere decir que...

— Probablemente tarde más de lo normal en despertar, por ahora creo que lo mejor es dejarla descansar.

— ¿Y si despierta y se altera ante lo que acaba de vivir?

— Ella estará bien, no noté nada extraño, además Güneş puede venir a fijarse cada 30 minutos.

— Que sean 15 –se apresura a decir el ojiazul.

— De acuerdo –habla entre risas el jefe de doctores –ahora vayamos a resolver todo este alboroto, seguro Betüş está desesperada.

Ferman acepta a regañadientes, pero la preocupación sigue latente en él y más que nada le desespera el no saber el motivo exacto del por qué ella tiene esos padecimientos. Gracias a un estudio realizado, salió que el elevado número de glóbulos blancos que producía se debían al estrés y, en un porcentaje menor, a sus malos hábitos; sin embargo, aún no lograban descubrir el porqué de sus manchas. Además, no le gustaba el hecho de dejarla sola, conociendo cómo era de impulsiva podía levantarse sin más, marearse y golpearse o algo peor.

Por su parte, el doctor Adil, observaba de reojo al ojiazul. Como buen doctor le preocupaba la salud de Nazneen, pero al mismo tiempo lograba detectar ese comportamiento poco usual en Ferman y que le comprobaba que algo ocurría entre ambos aunque, al igual que ella, era orgulloso, pero estaba seguro de que esa joven lo alteraba de formas que ni él mismo entendía. Y tarde o temprano terminarán cediendo ante el otro por amor.

— Ella estará bien –lo animó con una sonrisa mientras posaba su mano en el hombro de Eryiğit.

El jefe de cirujanos solo asintió y se encaminó junto a él en el pasillo hasta llegar con el feje de seguridad y las dueñas del hospital.

...

— Primero me dices cosas a mí y ahora también sobre Nazneen.

— Estoy segura que a Nazneen le gusta el doctor Ferman, ¡solo mírala! –habla la niña frente al residente más joven y la jefa de enfermeras –además el otro día se puso muy nerviosa cuando él llegó.

— Ahora que lo dices, –Selvi se incluye en la plática –el doctor Adil comentó algo similar hace unos días, algo como que Ferman siempre fue su amor platónico.

— No lo creo, ellos ni siquiera se llevan bien.

— Dicen que del odio al amor hay solamente un paso.

No muy convencido de la plática reciente, Alí sale de la habitación para ir en busca de su amiga. Después del incidente con el donador y pasar por el chequeo obligatorio con el doctor Adil acompañado muy de cerca del ojiazul, la castaña ha tenido que trabajar hasta muy tarde e ideando formas para que sea la hermana de Betüş quien le done parte de sus intestinos, ya que nadie en el hospital está dispuesto a tratar nuevamente con el otro donador.

Dr. FermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora