One Shots con lemon🍒
Todos tienen OC fem y son de contenido adulto (así que menores bye porfis).
*aclaración importante: algunos contienen smut, daddy-kink, tríos, lenguaje vulgar, etc.
Tu cuarto estaba casi a oscuras e iluminado solamente con el sol del atardecer. El roce de tu ropa con la de Mitsuya y el sonido de sus labios húmedos al besarse era lo único que llenaba la habitación.
Habían intentado estudiar para los exámenes finales, de verdad habían tratado de concentrarse. Pero ahí estaban Mitsuya y tú cada vez más agitados y con menos ropa.
—Mmm, agh~ me vuelve loco verte en uniforme—gruñó relamiéndose los labios y viéndote debajo suyo. Lucías casi febril y tu camisa abierta dejaba a la vista tus lindos senos.
Con su mano izquierda comenzó a descender con una caricia hasta tu falda y con la derecha te sujetó por el cuello con algo de fuerza. Tu cuerpo sólo se ponía más y más caliente, sintiendo su peso y su enorme erección rozando tu estómago. Mitsuya seguía con su camisa arremangada puesta y ver sus fuertes brazos tomarte por donde quería con fuerza no hacía más que volverte una muñeca que hacía lo que él quería.
—Quiero arrancártelo pero al mismo tiempo quiero follarte mientras lo traes puesto, ahh~¿qué voy a hacer contigo, princesa?
Descorrió tu falda hacia arriba y pasó toda su palma por entre tus piernas. Jadeaste bajo su toque y te miró sorprenderte por la palmadita que te dio justo ahí, jugando un poco contigo.
—Tak- ahhh, estás siendo malo conmigo—lloriqueaste mientras te rozaba por sobre la tela de tu ropa interior pero sin tocarte directamente.
Mitsuya usualmente te complacía en absolutamente todo lo que le pedías, más aún si se lo rogabas así. Pero había algo en ti en ese preciso momento que lo obligaba a querer llevarte al límite. Quizás porque parecías totalmente indefensa y tu cuerpo estaba sometiéndose al suyo sin resistirse.
—Shh, debes ser buena y no hacer ruido, ¿está bien?—asentiste como una buena alumna y él sonrió complacido—. Te recompensaré un poco por haber sido una buena chica, princesa.
Sus dedos corrieron a un lado tu ropa interior y rozaron un poco tu área más sensible con delicadeza. Pero en cuanto bajaste la guardia perdiéndote en el placer que generaba el roce ahí, introdujo con fuerza dos dedos en tu interior. Te tensaste de golpe, con un gemido bastante fuerte gestándose en tu interior mientras tu vagina lo recibía. Mitsuya fue rápido y silenció tus labios con la palma de su mano, apretándote contra la cama. Sus dedos entraban y salían rápido, hundiéndose en ti sólo para ver tu rostro enrojecerse.
Le encantaba el lío en que te convertías cuando usaba sus dedos en ti, lo mucho que te mojabas en el instante en que sus manos se acercaban a tus muslos. Por eso amaba tenerte en uniforme y poder acceder fácil a esa parte de ti que le encantaba. Ahora mismo oía tus gemidos silenciados y trataba de calmarse para no dejarte gritar su nombre cuanto quisieras.
