Sunny ya estaba sentada en su lugar dentro del salón, esperando a que llegara el profesor y comenzara la clase, cuando Minho abre abruptamente la puerta, asustando a todos. Entra decidido hacia ella y deja un libro sobre su banco.
—¿Qué...? —así como entró, salió rápidamente de ahí, sin siquiera darle una explicación. Los demás murmurando sobre su accionar y sobre el regalo que le trajo.
Baja la vista hacia el libro en su banco y descubre que es aquel que los lobos habían roto. La misma edición. Hasta podría decir que incluso esta se ve mejor que la que ella tenía.
Lo abre ansiosa por ver su contenido y no puede evitar ahogar un grito, quedándose sin aire, estando en un estado de shock. Allí, en la primera página, está la misma frase que el autor le escribió cuando le conoció. Incluso con su firma y su apodo.
No podía creerlo, era exactamente igual al que ella tuvo en sus manos, meses atrás.
Quiso salir para agradecerle a Lee su tan hermoso regalo, pero el profesor entró para dar comienzo a la clase. Por lo que ella tuvo que callar su felicidad y tratar de prestar atención.
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Al tocar el timbre del receso, Sunhee guarda cuidadosamente su nuevo libro en la mochila, y sale corriendo esperando encontrar a Minho y Chan donde siempre estaban.
Bang ya estaba sentado en el banco que tenía la terraza y Lee estaba parado a su lado, hablando sobre algo.
Ambos se sobresaltaron al oír la puerta chocar contra la pared, dando paso a una Sunny exaltada, corriendo directo hacia Minho y saltando sobre él. A duras penas, la logra atrapar, tambaleándose un poco, pero evitando que ambos cayeran al suelo. La chica pasa ambos brazos por su cuello, escondiendo su cabeza allí y susurrando constantemente "gracias".
El mayor suspira y la abraza también, pasando sus brazos por su cintura. Sosteniéndola contra él, mirando la cara de confusión de su amigo viendo la extraña escena. Puesto que a Minho no le gustaba el contacto físico. Siempre fue muy reacio a él y verlo abrazar sin problemas a Sunny le daba mucho sobre qué pensar.
De todas formas, Chan se alegraba de que Lee por fin cediera un poco y tuviera algo de contacto. Estaba seguro de que su menor lo necesitaba, pero nunca lo diría en voz alta.
—Ya, ya... No es para tanto, solo es un libro. —Minho trata de separar un poco a Sunhee, pero ella no lo quiere soltar.
—No es un simple libro para mí. No sé qué has hecho para conseguirlo, pero te lo agradezco con mi alma. —Ella se aferra aún más a él, ocasionando que ponga los ojos en blanco.
—No creo que sea buena idea que ofrezcas tu alma. Pero la reclamaré cuando la quiera. —Sunny ríe, pensando que lo que ha dicho ha sido solo un chiste para aligerar el ambiente. Pero no sabe que las palabras que dijo Lee Minho no han sido una broma, sino que han sido muy literales.
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Jimin había escapado de su hogar, luego de que llegaran los lobos de Cork. Apenas los vio, supo que no iban a ser unos inquilinos tranquilos. Y él no quería lidiar con gente desconocida, gente que lucía como si fueran a desgarrarle el cuello. Mucho menos luego de sobrevivir a un encuentro con el líder Min.
Por lo que le preguntó a Yeonjun si podía acompañarle al lago. Tenía miedo de salir solo y que su hermano se enojara de nuevo. Así que si no lo encontraba, los demás lobos le dirían que había salido junto con el mayor de los pequeños.
Ambos estaban frente al agua, presenciando cómo los alrededores se reflejaban en ella. Su acompañante estaba en su forma de lobo, acostado, mirándole ir hacia el lago y caminar sobre las rocas.
—¡Wow, parece como si caminaras sobre el agua! —Jimin no puede evitar sobresaltarse ante la voz de su destinada, tropesándose y tuviendo la suerte de caer sobre las rocas y no sobre el agua. Aunque pudiera haberse herido de gravedad, pero era un hombre lobo, se recuperaría. —¡Oh, por los dioses! ¡Perdona, déjame ayudarte!
Su mate corre a su encuentro y al estar a unos centímetros de llegar hacia él y extender su mano, se resbala y cae hacia el agua.
El mayor intenta atraparla antes de que caiga por completo, pero erró en sus cálculos y ambos terminaron cayendo dentro del lago.
Yeonjun no puede evitar reírse internamente ante los actos del hermano de su líder. Pero se pone en alerta al no ver a ninguno de los dos salir del agua. Espera unos segundos, relajándose y volviendo a su posición sobre el suelo, al verlos sacar las cabezas del agua.
—¡Por la Luna! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te has hecho daño?! ¡¿Tú...?! —Jimin intenta revisar si tiene heridas visibles, tratando de escuchar con sus oídos por si tenía heridas internas también, pero es interrumpido por su alma gemela, tratando de tranquilizarlo.
—Ya, relájate, estoy bien. ¿Tú te has hecho daño? Has caído sobre las rocas, podrías tener una contusión y...
—N-no... no te preocupes, no me he golpeado la cabeza. Solo he caído de trasero... — ¿en serio, Jung Jimin? ¿De trasero? ¿No quieres avergonzarte de otra forma también? Él aparta la mirada avergonzado por sus palabras, seguro que su mate ahora pensará que es un inútil, que no merece ser su destinado, que debería morir para dejarla en paz, quedándose con los vampiros y...
Ella ríe tiernamente, sacando de sus pensamientos internos al lobo frente suyo.
—Es una suerte que no te golpearas la cabeza. No sabía que había rocas en el lago sobre las que se pudiera caminar. De verdad parecía que estuvieras sobre el agua.
—A-antes había más, pero los leñadores las han ido picando y solo quedan unas pocas.
—Oh, es una lástima, seguro que el lago se veía bonito con ellas.
Jimin piensa que no debería estar allí con ella. Su hermano podría molestarse si se entera que ha estado con su mate.
Pero el líder del Clan Min había dicho que podía verla siempre y cuando no estuviera solo.
Y él no estaba solo.
Yeonjun estaba con él. Tenía un testigo por si algo grave pasara y terminaran culpándolo.
—T-tengo fotos del lago cuando era más grande. S-si gustas podría mostrártelas. —Muy bien, Jung Jimin, otro error. Las fotos están en tu hogar y son inamovibles, ¿cómo piensas mostrárselas?
—Eso sería maravilloso.
Ambos se quedan mirando el uno al otro, maravillándose con la vista. Acercándose poco a poco, hasta que sus respiraciones se entremezclan, juntando sus belfos en un beso lento y tierno.
Yeonjun, sintiéndose como la tercera rueda allí viendo, se cubre los ojos con su pata derecha y trata de no pensar en que su líder se molestará si llegara a enterarse de lo que está sucediendo.
El beso pasa en cuestión de segundos a ser uno más rápido, más intenso, más ardiente. Su mate pasa sus brazos sobre los hombros del lobo, sosteniéndolo y acercándolo aún más a ella. Jimin posa sus manos sobre la cintura de su destinada, metiéndolas sin percatarse bajo su remera y subiendo hacia sus pechos. Pero antes de que pudiera tocarlos, un sonido estridente suena, alertándolo.
Se separan jadeantes, con sus respiraciones erráticas, el mayor en estado de alerta, pues ese sonido nunca lo había escuchando y podrían estar en peligro.
—Debo contestar... —ella aún respira de manera apresurada y se aleja de él, en la dirección en donde vino, saliendo del lago.
¿Contestar? ¿Contestar qué, si nadie la ha llamado?
Pero Jimin no sabe, que en esta época existen aparatos eléctricos portátiles con los que puedes comunicarte con otras personas.
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Hyun's notes:
No me decido si hacer el próximo de Suga o de Hoseok. Así que elijan ustedes.
Uno puede que sea tierno y el otro puede que no.
Tengo la idea general de uno, pero no del otro, así que depende cuál elijan va a tardar más o no.
Tomen una sabia decisión 👀
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A Girl In The Forest [BTS]
FanfictionKim Sunhee es una estudiante de secundaria que se mudó a un pueblo pequeño por el nuevo trabajo de su padre. Le gusta pasar tiempo sola, lo que hace que el bosque sea su lugar preferido en el mundo. Pero en las profundidades de este, descubrirá que...