A Girl In The Forest [BTS]

Capítulo 24

Yoongi estaba harto.

Se encontraba viendo las condiciones que le pedían en otro Clan para poder realizar un intercambio que podría beneficiarlos. Parecía absorto en ello, tratando de verificar si no había alguna desventaja que los pusiera en peligro.

Pero de la nada, se levanta furioso, tirando todo lo que se haya en su escritorio y rompiendo cualquier cosa que tenga por delante.

Contrario a lo que los demás podrían pensar, la causa no tiene ninguna relación con aquel intercambio, ni con las condiciones.

Lo que causa su furia, es un sentimiento que viene sintiendo desde hace días.

Miedo.

Él es el famoso vampiro temerario e invencible, jefe del Clan que creó por su propia cuenta, Min Yoongi. No podía tener miedo, no podía sentir miedo.

El miedo era para los débiles y él no era débil. Así que, ¿por qué lo estaba sintiendo? Y no solo era miedo, a veces era felicidad, otras, euforia, incluso había llegado a sentir tristeza. Y él no lo entendía, esos sentimientos no le pertenecían. Ni siquiera los sentía desde hace siglos.

Lo peor de todo, es que el miedo no aparecía una vez cada tanto. Era constante. Sobre todo por las noches, el miedo era abrumador, tanto que le causaba pánico.

No importaba qué hiciera para combatir los sentimientos, no había forma de dejarlos de sentir.

No sabía de dónde provenían ni por qué.

Y tampoco comprendía por qué, de un momento a otro, dejó de sentir el miedo.

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Seokjin no podía creer que su hermano siguiera en contra de ayudar a su destinada en el problema con los lobos. No es que quisiera mejorar la situación de los licántropos, pero si esta intervenía con Sunny directamente, por supuesto que debía hacer algo.

El miedo y el pánico que habían surgido en ella luego de saber de la existencia de los hombres lobo, estaban fuera de control. No importaba cuántas veces tratara de ayudar a su alma gemela a sobrellevar la situación, siempre volvía a verla con ojeras bajo sus ojos, siempre estaba cansada y cada sonido que no supiera de dónde venía, la aterraba.

No podía verla así, en ese estado tan deplorable, por lo que va a desobedecer a su hermano y actuar en su contra. Y para eso, necesitaría la ayuda de Namjoon.

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—¿C-creen que nos odie?

Todos voltean ante el susurro de Jimin.

Los menores Jung, junto a Kai, estaban tomando té en la biblioteca como solían hacerlo desde que Huening casi los saca a rastras de su habitación.

Sus hermanos lo miran sorprendidos, no hablaban sobre su mate luego de su escape y temen que tenga otro colapso si dicen algo que lo ponga en peor estado.

—Estoy seguro de que no. —Kai intenta alegrarlos, volviendo a sentirse culpable por sus acciones. —Q-quizás les tenga un poco de miedo. Pero no puede vivir con miedo de ustedes siempre, ¿verdad? —Espera que sus palabras sean las correctas, no quiere que vuelvan a encerrarse en su habitación por días sin comer correctamente, sin dormir correctamente, sin dejar salir a sus lobos, sin vivir. —Estoy seguro que si los conociera, seguramente los amaría incondicionalmente. Después de todo, son destinados, ¿no?

Los mayores no responden y Kai toma eso como una afirmación, esperando que los haya alegrado un poco.

Sin embargo, él no sabe, que lo que logró es totalmente diferente a lo que tenía planeado.

Quizás, haya empeorado las cosas antes de mejorarlas.

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Sunhee no había visto a Minho desde que se metió a su salón a reclamarle algo que todavía no entendía. Aunque era en parte su culpa, no subía a la azotea luego de lo ocurrido con él. Una parte de ella se sentía incómoda ante el hecho de tener que volver a verlo y otra parte se sentía triste por no poder hacerlo.

Así que juntó todo el valor que pudo reunir y en el receso que siempre se juntaba con ambos mayores, se dirigió hacia la azotea, sin mirar atrás.

Esperaba poder encontrarlos a ambos, quería arreglar las cosas con Lee, pero también deseaba ver a Chan. Le extrañaba.

Rogaba que estuvieran los dos allí arriba, no le gustaba haber estado tanto tiempo sin verlos. Le encantaba su compañía y no dudaba que con ellos iba a sentirse mejor.

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—Tenemos que ayudar a Sunny.

Namjoon deja de leer ante la abrupta entrada de su hermano mayor.

—Yoongi ha dicho que...

—Me importa un demonio lo que haya dicho él, así que vas a ayudarme. —El menor no tiene ninguna expresión en su rostro y se acomoda para seguir leyendo luego de hablar.

—No podemos ir en contra de él, será mejor que dejes esa idea de lado si no quieres que le diga.

Seokjin bufa y se cruza de brazos, totalmente hastiado ante la muestra de sumisión de su hermano menor con el líder del Clan.

—Yoongi no está en la mansión, se ha ido a Belfast.

—En ese caso, —Namjoon deja su libro de lado y se levanta, dirigiéndose a una sección de la biblioteca que sus hermanos no usan; —ya me he adelantado. Encontré una poción que puede borrar recuerdos específicos y no es muy complicada de realizar. —Al llegar al final de un estante, toma un libro de tapa negra idéntico a los de a su alrededor, abriéndolo y mostrándole a su hermano una página en específico. —Lo malo de esto es que la persona debe estar pensando en ese recuerdo para borrarlo por completo.

El mayor lee detalladamente los ingredientes y la forma de recrear aquella bendita pócima, sin estar muy seguro de tener éxito ante lo último dicho por Namjoon.

—¿Cómo haremos para que ella piense en los lobos mientras la bebe? ¿Puedes hacer eso con tu poder?

—No, solo puedo leer mentes, no puedo evocar recuerdos. Esto sería más fácil si tan solo Yoongi le borrara los recuerdos de lo que sea que haya pasado con los lobos.

—Lo sé, pero él jamás aceptará ayudarlos. Menos si eso implica favorecerlos con Sunny. —Seokjin le devuelve el libro para que pueda dejarlo exactamente como estaba. —Creo que tengo una idea, pero para eso necesitaremos la ayuda de ellos.