Capítulo 20

287 43 9
                                    

—¡¿Cómo puede ser que se les haya escapado?!

Hoseok trata de calmarse, de verdad que lo intenta. Sin embargo, es consciente de la situación. No puede permitir que su destinada esté libre por el bosque luego de lo que ha pasado, mucho menos si Sehun sigue libre.

—¡Hyung, nosotros no...!

—¡A ustedes no quiero escucharlos! No solo han puesto en peligro a nuestra mate ¡sino también a nosotros! ¿Qué sucederá si tiene pruebas de nuestra existencia y el pueblo quiere cazarnos? ¿Han pensado en eso? —Un silencio abrumador se instala en la habitación. —Por supuesto que no han pensado en eso, solo piensan en divertirse.

—Líder Jung, hemos revisado todas las habitaciones y no hay rastros de ella. Tampoco Yeonjun encontró algo.

—De acuerdo, Soo, gracias por tu ayuda. ¿Cómo está Jimin? —El lobo mayor se deja caer el sofá de la biblioteca, lugar en donde se encuentran todos reunidos a excepción del último mencionado, Beomgyu y Kai.

—Está dormido, Gyu le ha dado otro sedante. Se ha despertado histérico.

—Como para no hacerlo. ¿Qué se supone que debemos hacer ahora? ¿Han encontrado rastros de Sehun?

—Aún no, pero su amigo se ha ofrecido a buscarlo. Le he colocado un rastreador, así sabremos dónde está.

—Bien, deberíamos... —el líder es interrumpido por el sonido de la puerta siendo abierta de par en par. Todas las miradas se dirigen hacía allí, viendo entrar al menor de todos.

—¡Yo no he sido! —Los demás lo miran extrañados, esta vez, luego de tantas otras, es verdad. Él no ha sido, o eso creen los demás. Porque sí, no ha sido, pero sí fue cómplice del escape de Sunhee. Aunque este no lo sepa.

—No has hecho nada malo, Hyuka. Puedes ir a descansar.

—Si yo no he hecho nada malo, ¿por qué se ven de esa manera?

Soobin se acerca hasta él y le susurra la situación que acontece.

—¡¿Han secuestrado a su alma gemela?!

—¡Huening Kai! No puedes gritar eso de tal manera...

—Está bien, Soo, no pasa nada. —Jung interviene antes de tener que sobrellevar otra discusión. Lo único que quiere es saber si su mate está a salvo y echarse a dormir. —Quizás Kai la vio sin haberse dado cuenta. Es una chica menuda, cabello largo negro con mechas algo castañas. —Luego se dirige hacia sus hermanos —¿Recuerdan qué ropa llevaba?

—Iba de rojo y negro. —Jungkook es conciso, duda que Taehyung pueda hablar luego de haber escuchado los gritos del Jung mayor. Y él no tiene la valentía suficiente como para describir con exactitud cómo iba vestida su destinada.

—Y-yo... n-no la he... visto. —Kai corre la mirada al sentirse abrumado ante las del líder de la Manada y su hyung. No cree poder seguir escondiendo lo que hizo si sigue allí por más tiempo. —Y-ya que no la he visto... —traga duramente para poder proseguir sin desmayarse— me retiro.

Huening da media vuelta y está a punto de salir corriendo, sin embargo, es detenido por la voz de Hoseok.

—Espera.

El menor puede sentir la tensión sobre sus hombros, necesitará una buena actividad relajante luego del duro castigo que le dará su líder al enterarse lo que ha hecho.

—¿Estás seguro de que no la has visto?

—N-no, líder Jung, le juro que... —el mencionado voltea hacia Soobin. Sabe que puede lucir intimidante cuando se encuentra serio y poner nerviosos a los demás. No obstante, quiere saber si esta vez es por eso y no porque Kai tiene algo que esconder.

Soobin quiere ayudar a su menor, pero si lo hace, podría terminar mal para ambos. Y quizás mal para la chica que estaba encerrada con ellos. Por lo que dice:

—Está mintiendo.

Sunny es incapaz de dormirse. Da vueltas y vueltas en la cama desde hace horas. Ha intendo tomar leche caliente, tés relajantes y leer, sin que nada surja efecto.

No puede dejar de pensar en esas criaturas terroríficas. No puede creer que existan de verdad, no pueden serlo.

Si existen, nadie le creería y la tacharían de loca. Pero si no existen, está loca de verdad.

Ya no sabe si quiere creer que lo que vio fue verdad o no. Quizás si no piensa en ello y se olvida, todo vuelva a la normalidad. A excepción de que jamás volverá a pisar el bosque, claro está. Estará más segura en su casa y con otras personas. No irá sola a ningún lugar por un tiempo, por lo menos hasta que se sienta a salvo.

Y a partir de ahora, llevará un gas pimienta junto con la pequeña arma electrificante que le dio su padre. Se sentirá mejor llevando eso consigo.

Debería también pedirle a su padre que le vuelva a dar lecciones de combate, así pasarán tiempo juntos, ella no estará sola y aprenderá a defenderse. Definitivamente lo hará, será como matar tres pájaros de un tiro.

En medio de sus confusos y rápidos pensamientos, suena un pequeño estruendo que la hace sobresaltarse y congelarse en el lugar. Cierra los ojos con fuerza, deseando que no hayan sido las bestias, deseando que no la hayan encontrado, deseando no morir de la forma más horrible y dolorosa que se pueda imaginar.

Lentamente y con cuidado, gira su cabeza hacia donde ha escuchado el sonido. Abre los ojos de a poco y descubre, con gran alivio, que solo ha sido un frasco. Este se habría caído de su escritorio. Quizás lo había dejado muy cercano al borde.

Sunhee se levanta a recogerlo y al dejarlo sobre la mesa, puede sentir el viento en su cara, viniendo de la ventana.

Y ella recuerda haberla cerrado.

Hyun's notes

Para que no sufran la espera de otro capítulo, tengo otra historia de lo tannies en la que estaré actualizando entre hoy y mañana.

Nos vemos en la siguiente actualización.

A Girl In The Forest [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora