Capítulo 22

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—¿A dónde vamos?

Sunny estaba siendo arrastrada por Wooseok hacia un lugar desconocido. Habían salido del colegio mucho antes de que terminaran las clases. Tenían suerte de no haberse cruzado con ningún profesor.

—Ya lo verás.

Caminan apresurados hasta el final del pueblo y cuando Sunhee empieza a ver demasiados árboles juntos, comienza a asustarse.

—W-wooseok, no creo que sea buena idea ir...

—Tranquila, no iremos al bosque.

La chica no le cree al ver que rodean la última casa y que luego de ella no hay más que espesura esperando a devorarlos por completo.

Pero Wooseok se mantiene fiel a lo que dice y dobla al llegar a la parte trasera de esa morada, llevándola por una puerta tapada por un cartel. Detrás de esta, unas escaleras bajan hacia un lugar oscuro.

—No te da miedo la oscuridad, ¿verdad?

Él la mira a los ojos, tratando de descifrar si se siente incómoda o no.

—Mientras no haya monstruos ahí abajo. —Wooseok se ríe animado, pensando que solo es una broma por parte de ella para romper la tensión. Pero la realidad es, que Sunny lo decía en serio.

—Los únicos monstruos que habrá seremos nosotros. Te quedarían bien unos colmillos y unos cuernos.

—Pues me encantaría que fueras mi primera víctima. —Ella lo fulmina con la mirada y baja primero, perdiéndose en la oscuridad.

Wooseok la sigue, cerrando la puerta y trabándola desde adentro.

☠️

—¿De verdad no hay nada que pueda hacer para compensarlos? ¿Un dulce? ¿Algo?

—No, Hyuka, te he dicho que no pasa nada. No fue tu culpa.

El menor de los lobos, Huening Kai, se encuentra frente al escritorio del líder Jung, culpándose por haber dejado escapar a su destinada.

—Pero, hyung, he hecho una cosa terrible. Si no puedo hacer nada por ustedes, entonces... Deberías castigarme.

Hoseok deja de escribir y centra su visión en el menor, apoyándose mejor en su asiento.

—¿Quieres que te castigue?

—P-pues no, pero...

—Entonces no lo haré. No sabías que era nuestra destinada, ni que nosotros la reteníamos aquí, así que no es tu culpa.

Kai traga saliva nervioso, el aura del Jung mayor siempre le ha parecido intimidante cuando se centra en sus asuntos.

—¿Y si hablo con ella y la convenzo de que vuelva?

Hoseok suspira, levantándose de su asiento y dirigiéndose hacia Hyuka. Pone las manos sobre sus hombros y le habla sumamente tranquilo. No quiere que su menor siga culpándose por situaciones en las que no estuvo presente y su actuar en base a ello. De todas formas, su destinada iba a conseguir escaparse de una forma u otra. Lo sabe muy bien en el fondo de su ser.

—Kai, no ha sido tu culpa. Si quieres ayudar en algo, ¿por qué no vas con mis hermanos y tratas de levantarles los ánimos? Están muy decaídos desde que ella se fue y no han comido bien desde entonces. Prepárales algo dulce y sácalos de su habitación, ¿sí?

—Sí, lo haré. —Asiente comprendiendo y antes de salir por la puerta, voltea hacia Hoseok. — Gracias por no castigarme, líder.

—No hay de qué. —Él jamás logrará hacerles entrar en razón. No sabe cómo ha sido la manada en la que vivían antes de estar allí, pero Jung nunca los castigaría físicamente a ninguno de ellos.

Aunque a fin de cuentas, le gustaría que llegaran a reconocerlo.

☠️

Hyuka golpea tres veces la puerta de la habitación de sus mayores y espera paciente a que respondan. Al no recibir respuesta, vuelve a golpear. Y como tampoco recibe respuesta, entra luego de golpear, sin esperar a que alguien le permita pasar.

Dentro no hay nada de luz, por lo que decide prenderla por su cuenta. Al hacerlo, quejidos de inconformidad salen de sus mayores dentro de sus camas. Estaban tapados completamente y al sacar sus cabezas para protestar, se los veía en un estado completamente deplorable.

—Apágala.

Kai no hace caso ante la voz ronca que le habla y se adentra a la habitación, cerrando la puerta tras él.

—H-hola, —carraspea ante su tartamudeo, debe verse seguro de sí mismo antes esos lobos. De lo contrario, no le harán caso —el líder Jung me ordenó sacarlos de... esta pocilga. —La habitación estaba llena de ropa, envoltorios y comida regada por todos lados. No se sorprendería si viera ratones. —He hecho unos cupcakes para que puedan desayunar y le pedí a Soobin que preparara sus tés. Pero primero tienen que bañarse y luego me acompañarán a la biblioteca.

—Estamos bien aquí, dile a hyung que no lo necesitamos.

Los tres vuelven a taparse para sumirse en su miseria y volver a dormir.

—Apaga la luz cuando te vayas.

Hyuka no va a permitir aquello, logrará que ellos salgan así sea lo último que haga en su lobuna vida.

—Creo que no han entendido lo que acabo de decir. —Toma aire, preparándose para la batalla que tendrá con los tres si no deciden hacerle caso. —El líder Jung ordena que salgan de esta habitación inmediatamente y ni Soobin ni yo hicimos comida para ustedes en vano. Por lo que se levantarán, tomarán una ducha mientras limpio el desastre que hicieron y luego iremos todos juntos a la biblioteca.

Al paso de sus palabras, las feromonas de Hyuka fueron desprendiéndose, infectando el lugar de ese dulce olor lleno de ira.

—No querrán que el líder venga por su cuenta, ¿o sí?

Ante lo último dicho por el menor, hay unos segundos de tenso silencio en la habitación. Rotos por el sonido de las sábanas y los pasos de los lobos al salir de la cama. Peleándose por ser quien se duchará primero.

Huening sonríe gustoso, ama cuando sus hyungs hacen caso a sus amenazas creadas a partir de mentiras.

Definitivamente le encantaba estar en esa manada.

A Girl In The Forest [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora