Capítulo 9

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Sunny se despertó con los gritos de su madre diciendo que ya se iría con su hermano al colegio.

Aún no sonaba su alarma, así que decidió quedarse un rato más en la cama.

Hasta que gruñidos y golpes la hacen alterarse y darse la vuelta para saber qué demonios estaba pasando.

Eran los lobos que invadieron su casa ayer. Sorprendente ni sus padres ni su hermano los habían oído ni los habían visto. Si eso hubiera ocurrido seguro que su padre los habría electrocutado para sacarlos de la casa, si es que no los mataba por considerarlos peligrosos.

Ella estaba segura de que no lo eran, hasta que vio lo que estaban haciendo.

Peleaban entre sí pasándose algún objeto que habían encontrado, rompiéndolo en cientos de pedazos, mientras se embestían entre sí.

Recién estaba despertando completamente por lo que no se dio cuenta del objeto que tenían en sus bocas. Hasta que se acercó un poco para ver con qué se entretenían y terminó por casi desmayarse.

¡Jugaban con su libro favorito! ¡Aquel que le había costado la vida conseguir pues era edición limitada y contaba con una firma del autor!

—¡¿Qué jodidos están haciendo?! —su voz es fuerte y grave, producto de haberse despertado hace poco. Altera a los lobos y ocasiona que dejen de jugar y se queden quietos en sus lugares. —¡¿Por qué demonios tenían que jugar con un libro?! —se levanta furiosa y agarra el desinfectante que su madre deja en la cocina, abre la puerta trasera y vuelve a su habitación. —¡Se largan ya mismo de mi casa! —empieza a arrojarles el líquido, logrando que se agazapen y se corran del lugar. —¡Fuera! ¡Largo! ¡No los quiero ver!

Los lobos huyen del para nada peligroso desinfectante y de los objetos que su mate les tira. Han despertado su ira y no quieren verla en ese estado, menos que les arrojen cosas que la puedan lastimar.

Una vez salen de la casa, Sunny cierra la puerta con seguro y se dispone a levantar todo lo que tiró al suelo para ahuyentar a los lobos.

Ya en su cuarto, se deja caer en medio de la habitación, donde se concentran los restos de lo que antes era un libro y solloza. Ya no habría forma de conseguir el mismo tomo, puesto que ya no está en venta y no vería al autor para que le firmara de una forma personalizada.

☠️

Los hermanos menores Jung se alejan apresurados de la casa de su mate, temen que los siga mientras les arroja ese líquido horrible junto a otras cosas más.

Algo lejos de la cabaña, dejan de correr tan rápido y van en silencio hasta su hogar.

Dañaron a su mate, a su alma gemela. La han escuchado sollozar y no se lo pueden perdonar.

Se suponía que irían a conocerla y si tenían suerte, la convencerían de traerla con ellos hasta su hogar. Pero terminaron jodiéndolo todo en su afán de jugar como siempre lo hacen. Pensaban que si su mate despertaba, iba a verlos jugar y se uniría a ellos. No contaron con haber tomado algo tan preciado para ella y terminar así.

Cuando llegaron a la Manada, vieron a su hermano mayor salir por la puerta. Logrando percibir feromonas de enojo saliendo de él.

La habían jodido. La habían jodido en grande.

☠️

Sunny salía al primer receso del día, se encontraría con Bang Chan y Lee Minho, dos de sus amigos de último año. Estaban a punto de terminar el colegio y por alguna razón ella les había caído bien, por lo que se reunían en el primer receso a hablar y molestarse.

—Hoy ya no hueles a muerto, hueles a perro.

—Hola para ti también, Minho. —Sunny sonríe, los conoce hace poco, pero ella ya sabe lo directo que puede ser el chico en ocasiones. O siempre, en realidad.

—No le hagas caso, es sensible a los olores. Pero no... ¿Sunny? ¿Estás bien? ¿Qué ha pasado? —Bang no ha dejado pasar que su amiga tiene los ojos hinchados y rojos, tampoco el aroma a tristeza que emana.

—No ha pasado nada, no te preocupes.

—No nos preocupas tú, nos preocupa que nos vean con alguien con ese aspecto. Te ves mal... ¡Auch! —Chan interrumpe a Minho dándole un codazo en las costillas. Quizá demasiado fuerte, a decir verdad.

—Lo que este idiota quiere decir es que no importa que recién nos acabemos de conocer, nos preocupas. Y si algo malo sucedió que sepas que puedes contar con nosotros.

—Gracias, Chan. En verdad lo aprecio. Pero no hay nada que se pueda hacer. Se rompió mi libro favorito. —Sunny suspira y prosigue. —Sé que puede parecer estúpido, pero me costó mucho conseguirlo. Era de edición limitada y estaba firmado por el autor, incluso con mi nombre. Bueno, más bien mi apodo.

—Tsk... Dime el nombre y te consigo uno para mañana. —Minho aparta la mirada cuando Sunny lo observa extrañada.

—No creo que sea posible encontrar uno igual par...

Minho se acerca demasiado a ella, tanto que sus respiraciones se entremezclan.

—Pásame una imagen de la portada, si era tapa dura o blanda y qué puso en la firma.

—Deberías confiar en él, Sunny. Es capaz de conseguirte un pedazo de luna si se lo propone. —Chan interviene separándolos un poco. Teme que su amigo haga algo de lo que más tarde se podría arrepentir.

—Está bien, lo haré. Pero si no lo consigues no pasa nada, ¿sí? No te desesperes por ello.

Lee chasquea la lengua y se va del lugar diciendo que tiene hambre y que conseguirá algo para comer. Pero que no les traerá nada a ellos puesto que no es su sirviente.

☠️

—Estoy muy furioso con ustedes. No solo furioso. ¡Estoy decepcionado!

Los hermanos Jung se encuentran en el despacho de Hoseok en la Manada.

Los menores con la cabeza gacha y las manos juntas tras la espalda. Mientras que el mayor camina de un lado a otro por la habitación tirando de sus cabellos.

—Les dije específicamente que no se acercaran a ella. ¡Podría haber sido peligroso!

—Pero, hyung... No pasó nada. Estamos bien y...

Hoseok se detiene y se acerca a Jungkook, sus narices casi rozándose.

—¿Que están bien...? ¡¿Qué están bien?! ¿Qué demonios hubieran hecho si esa chica los hubiera puesto en peligro? No la conocemos, puede que solo necesite un poco de confianza de ustedes para despedazarlos vivos. —Habla entre dientes, feromonas de rabia impregnándose en todo el lugar. Incluso sientiéndose en las habitaciones donde están los otros lobos. Ocasionado que se asusten y se pongan alerta.

—Hyung, no ha pasado nada eso. Nuestra mate parece una humana común y corriente. —Taehyung se arriesga enfrentándose a su hermano. Sabe que ha sido su culpa. Él tuvo la idea de ir con su alma gemela y adentrarse en su casa.

—¿Común y corriente...? —el Jung mayor se ríe y se pasa una mano por la cara, alejándose de Jungkook. —¿Así como también Beth era común y corriente? —se quedan en silencio antes sus palabras. Saben que tiene razón, que cualquier cosa pudo haber ocurrido y ellos haber terminado muertos, como ocurrió con aquella persona. —Me pasé la noche despierto esperando a que llegaran. No me dijeron que se iban ni a dónde. ¡Estuve a punto de destrozar el bosque para encontrarlos!

Más silencio. No saben qué decir. Su hermano pasó la noche en vela por su culpa y ahora van a tener de abstenerse a las consecuencias.

—No volverán a salir a menos que sea con mi permiso y llevándose a uno de los chicos con ustedes. —Hoseok sentencia de una vez y se deja caer en su asiento. —Ahora salgan de aquí. Los veré en la cena.

Los hermanos menores Jung salen sin mediar palabra. Saben de sobra que no pueden debatirle nada y que será peor si lo hacen. Por lo que se dirigen a sus habitaciones a descansar y tratar de olvidar los sucesos que ocurrieron en la mañana.

A Girl In The Forest [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora