Capítulo 15

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Cuando Sunny bajó sintió un olor exquisito. Yoongi había hecho una gran elección en la comida.

Se pusieron a comer en el salón, viendo una película de terror, cortesía del vampiro. Él, creyendo que su Luna se asustaría con las escenas y se acercaría por completo a él con miedo recorriendo por sus venas, podría abrazarla y sentir su olor y su sangre yendo por todo su cuerpo. Por eso, no esperó a que ella le resultara graciosa la película. Se había reído en las escenas que en las que debería haber saltado del susto.

Yoongi no previó que a Sunhee le gustaran este tipo de películas, como tampoco sabía que ella solía hacer maratones de estas con su mejor amigo.

El líder del Clan Min estaba frustrado, parecía que sus planes nunca iban a lograrse.

—¿Estás bien? Si no te gustan estas películas, podemos cambiarla.

El vampiro salió de sus pensamientos al escuchar hablar a su alma gemela. Le encantaba que ella quisiera hacerlo sentir bien. Pero no debería hacer eso, él  debería encargarse de hacerla sentir bien.

Quizás no debía hacer lo que estaba pensando y quizás sus hermanos no lo aprobarían. Pero ya no podía resistirlo, había aguantado lo suficiente como para seguir esperando lo que ansiaba hacer desde el momento en que la vio.

Sus ojos se volvieron rojos, nadie podía detenerlos ahora y nadie salvo él sabía lo que iba a pasar a continuación.

Sunny se fue acercando hacia él lentamente, sus rostros estaban en camino de encontrarse y Yoongi, sin lograr ser paciente, estampó sus labios con los de su Luna.

El beso jamás fue lento o dulce, fue fogoso, intenso, sus lenguas jugaban entre ellas, danzaban a un ritmo desconocido y frenético.

Min la tomó de la cintura y la subió a su regazo, bajando sus labios por su mandíbula hasta llegar a su cuello. Si sus hermanos se enteraban lo que estaba por hacer, sin duda estaría jodido. Pero si era lo suficientemente listo, Sunny no iba a recordar nada de lo que sucediera luego de ver sus ojos rojos.

Pasó su lengua por aquel cuello blanquecino, sacó sus colmillos y mordió.

De la mordida se abrieron dos orificios de los cuales chupó la exquisita sangre de su destinada. Y cuando la probó, supo que aquel sabor sería su perdición. Ella gimió por lo bajo ante sus succiones, llevando su mano hasta los cabellos del vampiro, jalando de ellos al principio, luego empujando su cabeza para que succionara con más ahínco.

Sunny se movió sobre su regazo y terminó por apoyarse en su miembro ya erecto, cosa que lo sacó de su paraíso y dejó de beber de ella.

—¿P-por qué paras...? —tenía la respiración agitada, los labios hinchados y las pupilas dilatadas. Era una imagen perfecta, que a él le encantaría enmarcar y tener en su habitación. Pero debía controlarse, ya había pasado la línea y debería terminar por ahora. Por lo que hizo que Sunny se durmiera, cayendo sobre su hombro, en un profundo sueño.

La llevó a su habitación y la recostó debajo de las colchas. Ella no recordaría nada de lo que había pasado, pero él sí y viviría con ese recuerdo hasta su muerte.

Jimin corre apresurado hacia su hogar, aún con Yeonjun en forma de lobo en sus brazos.

Al llegar, lo baja apresurado, tratando de no lastimarlo y lo detiene antes de que se vaya.

—¡Espera! —al percatarse de su grito se cubre la boca y mira hacia todos lados por si alguien lo oyó. —No puedes decirles a los demás lo que pasó. Por favor, te juro que yo le diré a Hoseok hyung pero, por el amor a la Luna, no le digas a mis hermanos ni a los demás lobos. Por fis, por fis —termina su ruego juntando sus manos y haciéndole ojitos al lobo frente a él.

Yeonjun trata de resistirse ante la imagen tan tierna del hermano de su líder, pero no puede. Por lo que termina asintiendo.

Jimin lo abraza fuertemente y le susurra varios "gracias".

Luego de eso, el lobo mayor corre hacia adentro de su hogar y en su apuro por llegar a su habitación sin que nadie lo note, termina chocándose con alguien.

Y, como siempre, la mala suerte la lleva arraigada en el alma, la persona con la que chocó es, ni más ni menos, que su hermano mayor, Hoseok.

—¡Jimin! ¿Por qué estás mojado? ¿Dónde esta...? —detiene su interrogación al sentir un olor particular provenir de su menor. —¿Te has revolcado con alguien del pueb...? —se vuelve a detener al sentir el exquisito olor de su mate. Suspira con pesadez y se agarra del puente de su nariz. —Hablaremos de esto más tarde, ahora debo buscar a uno de los lobos que llegaron. Se ha escapado.

Hoseok corre hacia la salida, encontrándose con Yeonjun a punto de entrar.

—Te vienes conmigo, Sehun escapó y quién sabe lo que estará haciendo por ahí.

Sunny se despertó de buen humor, no sabía por qué pero se encontraba realmente bien. Y, como tenía el día libre, decidió sacar todas las trampas que su padre había puesto por el bosque.

Por lo que estaba bastante lejos de su cabaña, con el mapa marcado en su mano y una brújula por si se perdía.

Había inhabilitado varias trampas, pero aún quedaban muchísimas más.

En su camino hacia la décima, sintió ramas crujiendo detrás de ella. Volteó pensando que sería un conejito, pero se encontró con algo peor.

Un lobo gruñendo, y llámenla loca, pero estaba segura que no era ninguno de los que vio hasta ahora. Además, sentía que este era peligroso, no sabía cómo, pero no iba a discutir eso con su conciencia.

Iba a implementar el 'quedarse quieta sin hacer ningún movimiento', pero el animal comenzó a correr hacia ella y si no se movía, no iba a vivir para contarlo.

Por alguna razón, sintió el impulso de gritar, a pesar de que sabía que no debía hacerlo puesto que iba a alterar aún más al lobo. De todas formas lo hizo y poco después cayó por una rama que sobresalía de la tierra.

Sin duda estaba perdida, este iba a ser su fin. No podía creer que muriera a manos de un lobo, pero por lo menos iba a morir en un lindo lugar.

Se dio la vuelta aceptando su destino. Y antes de que el lobo se lanzara sobre ella, otro lo embistió de costado, haciendo chocara su cabeza contra un árbol, dejándolo inconsciente.

Sunny, asustada se levantó, viendo llegar a otro lobo del mismo lugar de donde llegó aquel que la había salvado. Estaba demasiado aterrada como para percatarse de que estos no le harían daño.

Sin embargo, logró ver cómo uno de los lobos se iba acercando a ella, transformándose en humano.

Y cuando este terminó la transformación, ella ya no pudo resistirlo.

Su cuerpo se inclinó hacia adelante y todo se volvió negro.

A Girl In The Forest [BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora