Al llegar a Londres se bajaron en el puerto de la ciudad. Dante se dió cuenta que no había perdido su olfato por completo, notaba miles de olores nuevos. La hecatombe había sido no solo un hecho deplorable para la humanidad y el resto de razas y criaturas que se vieron afectadas por ese hecho, sino algo que cambió totalmente al ambiente de todo el mundo; era muy difícil pensar que las fotos del 2010 sobre unas ciudades como New York, Boston, Manchister o París, fueran tan diferentes a las ciudades de ese entonces, con un ambiente muy industrial, incluso colonial,sin dejar de lado el avance tecnológico de las generaciones anteriores aunque Londres teniendo esa imagen no dejaba de ser un lugar que transmitía esa cierta atmósfera paradójica de relax y constante movimiento, algo parecido New York pero sin dejar de darle una sensación reconfortante. Dante no había visitado antes esta ciudad y aunque visitó muchas otras antes, esta era como un nuevo nido de sensaciones.
Magna Mater no se inmuta por lo que pasa en la mente de él, en cambio, lo hace directamente centrarse en lo que fueron a hacer, visitar a su abuela Jennifer.
Al llegar al palacio de Buckingham, mostró una targeta de identificación algo extraña, pasan por el salón principal y llegan al frente de una oficina.
- Magna Mater - dice una voz femenina algo grave.
- Con su permiso señorita Jennifer - dice Magna Mater entrando seguida por Dante.
- ¿Eso era lo que me querías mostrar? Argenta ya se ha escapado varias veces. - Dice la señora, la cual vestía elegante, era rubia y llevaba las gafas colgando del cuello.
- En realidad, es tu otro nieto, Dante, el hermano mellizo de Argenta.
La señora se pone las gafas y fuerza un poquito la vista para enfocar los ojos.
- ¡Vaya! Pues bienvenido y si necesitas algo, dímelo.
- ¡Que fría! - Dice Dante.
- Bueno, si esperabas la típica abue que te de un caramelo y un pellizco en los cachetes, tuviste mala suerte. Yo tengo que hacer muchas cosas que hacer y entre ellas está el cuidar de tu hermano y eso agota a cualquiera.
- Yo puedo asegurarme que el siempre a clases.
- Si eres capaz de hacer eso, te estaría muy agradecida.
Dante solo suelta una sonrisa y se va con la razón de ver como es el instituto al que iba ir, se pone un sobrero de fieltro del mismo color de su traje, enciende un cigarrillo y se va caminando.
Al llegar al instituto, todos estaban saliendo, se dió cuenta que todos llevaban ropa elegante, tira su cigarrillo y se acerca a la puerta.
- Disculpe. ¿ Sabe usted dónde está Argenta Wolfman Blade?
- Es el pringao de allí. -Dice el joven señalando a un chico siendo molestado por otros cinco.
- Disculpen. ¿Quién de ustedes es Argenta Wolfman Blade?
- Soy yo...- dice el chico que estaba entre los cinco que le habían dicho y fue golpeado en el estómago.
- ¿ Quién te dijo que podías hablar?- dijo el que lo golpeó.
- No debiste haberle golpeado, idiota. - Dijo Dante acercándose a aquel tipo de dos metros hasta que solo unos centímetros los distancia.
- ¡Oye, oye, oye! Tranquilo. Te dejaré con tu noviesito, cap...
Dante le dió tal cabezazo que casi le saca un par de dientes y ayuda a Argenta a levantarse.
- Es mi hermano, pedazo de mierda endeble. - Dice Dante y mira a Argenta - Luego te lo explicara la abuela.
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El sendero de la venganza
FantasyDespués de la desaparición de su peor enemigo, Dante empezara un camino de caos y destrucción para encontrar a un enemigo que le quito lo que más quería pero le mostrara la razón de todos sus males. Aventura nueva para un héroe reinventado. *Secuel...