El sendero de la venganza

Poder ilusorio

A la mañana siguiente, Dante fue el primero en salir aprovechando que solo necesitaba tres horas de sueño.

Solo paraba para comer, dormir o ir al baño. Sabía muy bien a quienes se enfrentaba y no confiaba en que Crimea pudiera con esos dos.

Argenta y Jennifer se despertaron cuatro horas después,  a las 7:00 am. Argenta le explicó sobre el nido de ortópteros y sobre su plan para encontrarlos y exterminarlos.

Dante paró en unos apartamentos de los barrios bajos de Atlanta, entró en uno de ellos y subio a cuarto piso y forzó  la cerradura. Al entrar, cerró con suavidad y sacó del refrigerador una soda.

-¿Quién 'tá ahí? -Dijo un hombre con una escopeta.

-¿Así saludas a un amigo?

-¿Amigo?

-Soy Dante, idiota. No preguntes sobre mi cambió de aspecto que es una historia muy larga y te hara tener más dudas. Solo digamos que necesito tu ayuda.

-Muy bien, digamo' que te creo. ¿Por qué  habría de ayuda'te?

-Porque te voy a quitarte de un gran problema de encima, Jordan.

-¿El de las ratas de la alcantarilla?

-Pienso acabar con Luigi Gurino y Luca Galante y necesito tu ayuda.

-¿y la prueba de que ere' Dante?

-Bueno...- aclaró un poco la voz e intentó imitar la voz de una mujer -¡Uy, tesoro! Besas muy bien pero tengo algo importante que decirte... soy lesbiana.

-Vale, bastado hijo-puta, te creó.

Dante sonrió mientras Jordan le daba whisky en un vaso pequeño de plata en el que claramente pusó agua bendita. Tras remover esa última duda, Jordan se decidió por preguntar por un plan.

-Vamos a ir a Boston y recogeremos a Crimea, después de eso bombardearemos con autos bomba todas las sucursales de su mafia, desde los bajos fondos a hoteles enteros, y por último, atacaremos a su chalet.

-Muy bien, e'toy de acuerdo con casi todo. El gran problema es el bombardeo de los más de seteciento' lugares de lo' Gurino.

-Muy bien, encontraremos Crimea y entonces pensaremos en el plan para encargarnos de eso malditos elfos...-dijo Dante sintiendo el olor inolvidable de unos ortópteros - Al parecer te han encontrado, esperemos que no sepan que estoy aquí.

-No me diga' que te has meti'o con ello'.

-Soy un cazador. ¿Qué esperas? ¿Que les regale helado de yogur con galletas de menta?

Dante se fue a la cocina a ocultarse y cuando entraron los dos vampiros, arremetió contra ellos. A uno le lanzó por la ventana y al otro lo decapita. Al bajar con Jordán, encontró al ortóptero con el cuello roto en la acera pero que aun así seguía balbuceando como los odiaba, Dante solo le clavó la espada en el cuello y de un tajo la cabeza se desprendió del cuerpo.

Ambos se subieron al auto y tras repostar en una gasolinera de carretera, Dante fue a toda la velocidad que le permitía el auto. Fueron una cuantas horas hasta que llegaron a Boston. Ellos solo se fueron al distrito de las Diecisiete Columnas, al aún deshabitado edificio de apartamentos con parque infantil y jardín en el centro. Habían pasado quince años desde la última vez que Dante había estado en ese edificio.

-Jordan -dijo él sacando unos cuatrocientos dólares. -, pide un taxi y vete a un hotel. Mañana por la mañana me llamas e iré a recogerte.

Jordan, algo extrañado, tomó el dinero sin preguntar y salió del carro.

Dante aparcó, salió del automóvil, caminó a la entrada, respiró profundamente reconociendo el olor de su objetivo y decidió fumar un cigarrillo mientras miraba el cielo nublado.

-Jmp, hoy de pronto pueda entender el auténtico significado del poder...Tsk, si soy capaz de acabar entonces será que mi poder no es ilusorio...Azabel pienso buscar jus...no, mejor aún, venganza.