Dante se despertó en un enorme hospital, estaba acompañado de un viejo hombre que lo miraba con una cara entre la duda y la sorpresa.
-¿Dónde estoy? -Preguntó Dante mientras se levanta a buscar su ropa.
-En un hospital.
-Si fuera más especifico, viejo, tal vez no tenga que recurrir a la violencia.
-Es un poco bajo amenazar a un anciano.
-¿Me va a decir ya en qué hospital estoy?
-Su tutor dijo que tenía que esperar hasta que viniera a recogerlo a usted.
-¿Tutor?...¿Se refiere a un hombre alto, japones, pelo blanco y acompañado de alguien que tiene la muletilla de decir "kora" al final de cada oración?
-El mismo.
Dante solo se volvió a la cama, encendió el televisor, puso Netflix y se puso a ver alguna serie.
Pasaron tres horas y fue entonces que apagó el televisor, el viejo estaba dormido. Dante lo había sentido, Asura se acercaba a paso firme.
Apenas entró en la habitación, ambos se vieron a los ojos con suma seriedad, luego de unos segundos, Dante esboza una sonrisa y Asura le lanza una maleta con ropa.
Dante se cambió en el baño y salió con unos jeans, una camiseta de tirantes, unos tenis de tela y una chaqueta de cuero claramente artificial. Se notaba que todo fue comprado en un supermercado más o menos grande.
Ambos se fueron del hospital y tomaron un avión a Dallas.
-Asura. -Dijo Dante mirando por la ventanilla el inmenso Océano Atlántico.
-Dime.
-¿Te imaginas que aunque soy de Dallas, nunca he estado en esta ciudad?
-Explicate.
-Argenta, aunque es mi hermano mellizo y solo nos llevamos diez minutos de diferencia, el nació en Londres y yo, como ya he dicho antes, en Dallas.
-¿Y eso?
-Un legalismos internacional. Después de la segunda hecatombe en el años dos mil veinte, todos los niños nacidos en un vehículo, serían registrados en el pais en que fuera creado o registrado el vehículo. Mi madre estaba en un barco fabricado en Dallas cuando entró en parto, allí nací yo, diez minutos después, mi hermano nació en la ambulancia destino al hospital mas cercano en el distrito de Westminster.
-Interesante... Bueno, cuando lleguemos a Dallas, nos reuniremos con Argenta y Yasha.
-¡Esperate tantito! ¿Con Yasha y mi hermano?
-Exacto, Magna Mater fue muy condescendiente con vuestro entrenamiento. Nosotros les daremos un auténtico entrenamiento para guerreros de vuestro calibre.
Dante solo se quedó en silencio y se puso a ver en la ventanilla, pensando en cómo sería ese entrenamiento. Ya había entrenado con Asura y gracias a ello aprendió algunas técnicas, unas porque se las enseñó y las otras por mera imitación, pero nunca había sido entrenado por él.
Dallas era un lugar donde, en la estación en la que estaban, era bastante caluroso. Dante erá bueno aguantando calor, al contrario que Argenta que aguantaba mejor el frío. Irónicamente, Dante vivió en uno de los lugares más fríos de Europa y a Argenta le guataba viajar los veranos a España, el lugar mas caluroso de Europa.
Al llegar al aeropuerto, cogieron sus maletas y se fueron a una casa grande y vieja en una ciudad fantasma. Estaba a bastante kilómetros de la ciudad más cercana y era casí como un campo de entrenamiento militar.
ESTÁS LEYENDO
El sendero de la venganza
FantastikDespués de la desaparición de su peor enemigo, Dante empezara un camino de caos y destrucción para encontrar a un enemigo que le quito lo que más quería pero le mostrara la razón de todos sus males. Aventura nueva para un héroe reinventado. *Secuel...