- ¡¿ DÓNDE DEMONIOS ESTA MI HERMANO?! - Exclama Dante rompiéndole la muñeca.
- ¡Joder! ¿Cómo puedes ser tan inhuman...¡AAAAHHHH!¡COÑO, HIJO DE PUTA!
- No me has respondido. Te advierto que la próxima puñalada será en el corazón.
- ¡Los almacenes de los muelles al norte de la ciudad! - Dice el tipo con los ojos azul fuego y agarrando a Dante del brazo mecánico.
- Gracias. Lastima que seas un Djinn, hasta hubiera tenido piedad. Además este brazo es una prótesis...- le clava de nuevo el cuchillo ya ensangrentado, esta vez en el corazón. - Y siendote sincero, no me das lastima la verdad, te habría matado igualmente, lo más seguro.
- ¡Dante! - Dice Sasha cogiéndole del cuello de la chaqueta, regañandole en un inglés que nunca había oido tan bien.
- ¡Vale! Ya te escuché. Creo que los de el Colegio estarán aqui pronto. - Dice mientras rompe la ventanilla de un coche. - Voy por mi hermano, al norte de la ciudad. ¿ Estan conmigo?
Se quedan pensando un rato, mientras Dante hacé el puente.
- ¿Y bien? - pregunta Dante con algo de impaciencia.
- ¡ Que demonios! Ya estoy metida esta las cejas. ¡Vamos a hacer la cagada entera!- dice Crimea sentándose en el asiento del copiloto.
- Si Crimea está dentro, yo también lo estoy.- dice Sasha entrando al auto.
- No sé. ¿ Podré encontrar a mi hermana? - Pregunta Jennifer.
- No lo sé. Puede que sí, puede que no. ¿Te piensas arriesgar a ver el resultado?
- Vale, pero promete que me ayudarás a encontrarla si no llega a esta allí.
- Tienes mi palabra... - se estrechan la mano. - y a dos testigos que espero sean fiables.
- ¡Pues vamos! ¿A qué estamos esperando?
Estaba empezando a llegar el alba hasta que lograron encontrar el almacén indicado guiándose solo por el olfato de Dante y el oído de Jennifer, debido al sonido de los barcos y el constante olor a pescado que al ser tan fuerte no permitía concentrarse en otros.
- Este parece ser. Entramos, he olido a alguien más con él. Una mujer.
- Debe ser Helen.
Jennifer no dudó en entrar, haciendo que los demás la siguieran. La puerta estaba desbloqueada y el interior tenía las luces encendidas.
Argenta y Helen estaban atados al fondo del almacén, en unas columnas de acero. Al desatarlos, hubo un emotivo abrazo hermana a hermana y un tierno insulto de mal gusto hermano a hermano raro rodeado de raros.
- Oigan. ¿no les parece extraño que la puerta no tuviera el seguro puesto y que las luces estuvieran encendidas? Parece como si alguien no hubiera estado esperando. - Dice Crimea mirando alrededor con mucho cuidado de no pasarse un detalle.
- Elemental, mi querida señorita Kiev.- dice un hombre algo alto, corpulento y con una canosa barba y cabellera.- ¿ O debería decir señorita Tataggia? - Le da un toque en la frente. - Seis asesinatos por motivo de defensa propia y cumplimiento de una misión. No esta mal.
Crimea al instante vomita sangre y sale desparada hacia unas cajas de merluza congelada.
- ¡ Maldito hijo de la gran...
- Alexandra Krakovich, rusa... - La agarra del rostro como si fuera una niña pequeña. - Cuarenta y nueve asesinatos en total. Veinte hombres, quince mujeres y ¿ catorce infanticidios? O jojojo. Eres toda una asesina a sueldo, la gran mayoría son por tus misiones.¿Verdad? No debe haber testigos.

ESTÁS LEYENDO
El sendero de la venganza
خيال (فانتازيا)Después de la desaparición de su peor enemigo, Dante empezara un camino de caos y destrucción para encontrar a un enemigo que le quito lo que más quería pero le mostrara la razón de todos sus males. Aventura nueva para un héroe reinventado. *Secuel...