Un preso de la soledad

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Dante siempre se levantaba y se ponía a hacer pesas, aveces empezaba con el saco de boxeo, ese día se decidió por las pesas, pero sabía que por mucho ejercicio que haga, no volvera a tener los músculos que tenía, sin decir que tampoco había muchos cambios en su fuerza aun haciendo ejercicio todos los días.

No llevaba ni veinte cuando tocaron la puerta. Se acerco y sin quitar la cadena abrió la puerta con la pistola preparada.

- ¿ Si?

- Magna Mater me habló de tí. Necesito tu ayuda.- dice un hombre con chivera. - Dijo que me podías dar información sobre los metalópteros.

- Va, un momento. - Desbloquea la puerta.- Espero que tengas algo para pagarme la información.

- Claro. Espero que te guste el vino ital...- la bolsa del papel en la que llevaba la botella se rompe por el sudor del envase. - ¡ Mierda!

- Bueno, eso ahora lo limpio. Mientras dime qué es lo que quieres saber.

- Necesito saber como se matan y como los logro encontrar.- entra y se pone a mirar la sala.

- Los puedes matar con un arma de plata, si les atacas como a un humano con un arma de plata, sera igual que matar a una persono pero con diferencia de que su sangre toca la plata se incendia. - Coge un trapeador y friega el licor y con una escoba recoge el cristal. - Encontrarlos es muy difícil, normalmente en la escuela te dicen la zona en la que pueden estar pero son como asesinos en serie, suelen tener una zona de confort,  asi que te toca servirte de un detective o de la policía... Bueno, solo si no quieres ser tu el que hace la investigación con recortes de periódico y menos de la mitad de pruebas para encontrarle.- Logra ver como el licor sobrante disuelve la pintura del sello antidemonios.

- Ya veo... Te gusta mucho el whisky ¿no?

- ¿ Eh? Ah, sí, sí,  es mejor que la cerveza.

- Eso no lo dudo... " No consumir junto a bebidas alcohólicas "...  Se nota que has estado muy deprimido.  Analgésicos, antiestresantes, antiespasmódicos... Se nota que extrañas a Lydia.

- ¿ Qué has dicho?- saca su pistola.

- ¿ Los falmer eran muy difíciles de matar?

- ¿ Demonio u homunculo?

- Demonio, como Ifrit.

" Ten cuidado,  es un demonio de los círculos inferiores,  no sé si puede llegar a ser más fuerte que nosotros. "

- Bien, ahora  dime quien fue el culpable de su muerte y del Boston 17.

"Ni puto caso."

- Fácil, el padre de los homunculos.

- Ahora el objetivo.

- No soy tan...

Dante le lanza unas dagas ocultas en su protesi, que el demonio apenas logra esquivar, y le tira la mesilla de la sala con una patada. El demonio agarra la mesa unas milésimas de segundo antes de que le impacte y como si moviera una sábana, golpea a Dante,  le estampa contra pared y al tratar de recuperarse, le rompe el mueble en la espalda. Dante aún dolorido le embiste y luego lo lanza con una mano contra la ventana,  al ver que se detenía justo a unos pocos centímetros de esta, le da una patada voladora y por la inercia hace que ellos salgan por la ventana. 

Dante se da cuenta que estaba en un decimo y se intenta agarrar como puede a la saliente de su ventana.... Lo logró pero los analgésico le impedían moverse en esa situación, ya que  estaban empezando a hacer efecto,  apenas podía descansar un poco apoyando sus pies en una tubería de pvc e intentar hacer que los analgésico no le hicieran efecto en los músculos golpeándose contra la pared.

- ¡Dante! ¡ Soy yo, Argenta!  Necesito ayuda con una tarea. - Dice su hermano tocando la puerta.

- ¡ARGENTA! ¡AYUDA!

-  ¿ Dante? ¿Qué ocurre? - Dice mientras saca su móvil y empieza a marcar a emergencias. - ¡ Voy a llamar a emergen...

Un hombre lo agarra de la espalda y lo estampa contra la puerta hasta que la rompe,  exactamente tres veces, lo lanza con una pared, luego contra otra y luego contra la cocina. Argenta casi entra en pánico cuando el otro demonio coge uno de los cuchillos de la cocina, él solo se levanta y le lanza una olla de aguas hirviendo.

- Eso no me afecta, perdedor.- dice el demonio limpiandose la cara.

-¡ ARGENTA,  HAY UNA ESCOPETA EN EL ARMARIO DE MI HABITACIÓN! ¡RÁPIDO!

Argenta no duda en ir corriendo,  pero el demonio le detiene lanzandolo contra una estantería  y  se detiene a mitad de camino a la habitación.

- ¡ Venga, ayúdame!

Argenta tarda un poco en reaccionar pero le ayuda. Dante aún luchaba por no desmayarse por la sobredosis.

- Luego me lo explicás. - Dice Argenta limpiandose la sangre de la nariz.

- Sí, sí,  pero primero acabemos con esto rápido.  Estoy apunto de desmayarme.- dice Dante dándole a Argenta su pistola mientras saca la escopeta recortada de uno de los cajones.

- ¡ Vamos, hombre, sácame de aquí! Sabes bien que eso de querer sacaros las tripas y estamparos contra las paredes era solo un juego humano-demonio. En en fondo soy un pan de Dios. - Dice el demonio ocultando el cuchillo tras su espalda.

- ¡Calla, por el amor de Cristo!

El demonio siente como si algo lo retorciera y entonces tira el cuchillo al techo causando una pequeña fisuras y sale corriendo contra ellos. Argenta le vacía el cargador causando que se detenga lo suficiente como para que Dante le diera con la escopeta. Cuando el demonio quedó en el suelo, se logro ver como era que tenía unos tatuajes algo extraños.

- ¡Genial!  Adoradores de demonios. - Dice Dante mientras marca un número.

El sendero de la venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora