Sentimientos

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Dante solo es capaz de apretar los dientes y bajar la cabeza ante la presión de la decisión que debía tomar antes de que explotará las cargas explosivas.

Crimea tenía unos cuantos cortes mientras a Magnolia ya le costaba regenerarse. Ambas ya estaban agotadas, pero sus poderes no habían disminuido.

De un momento a otro sonó un estruendo, eran las bombas. Ellas ya estaban preparadas para morir, pero llegó Dante y en unos pocos segundos la agarró y saltó por la ventana.

Magnolia no logró salir a tiempo.

Dante apenas pudo soportar la caída, puesto que ya estaba bastante débil por los esfuerzos hechos. Crimea estaba sorprendida, Dante había ido a salvarla.

La nube de escombros fue disipada gracias a la alquimia de Dante, lográndose ver a Magnolia partida por la mitad, mejor dicho, solo la mitad superior saliendo de los escombros. Ella estaba mirándolos y ellos solo se acercaron con precaución.

-Miguel va estar pronto preparado para matarte a ti y a tu perrito. China está viviendo el terror y Miguel se alimenta de sus almas.

-Pues estaremos preparados para matarlo, a él y al que llaman "Padre"- dijo Dante sacando a Sadamelik de entre los escombros.

-¡¿Qué harás, Dante?! ¡¿Matarme?! ¡Eres un puto machista!

-Si lo dices porque te voy a matar siendo, tú, mujer; tranquila, que me da igual matar a un hombre que a una mujer.

-Dante, yo lo haré -dijo Crimea apuntando a Magnolia mientras Dante se le acercaba para ver la muerte de Magnolia.

-¡Genial! Ahora una puta alienada me matará.

-En realidad, es porque eres mi presa.

-Jmp..., y pensar que ni Miguel te ha besado... ¡Y eso que él besa a cualquiera!

-¡Eso es porque guardo ese beso para alguien muy especial! -Dijo bajando su pistola.

-¡Ja! Mojigata.

-Di lo que quieras, pero yo se a quien darle mi primer beso. Y es a esta hermosura llamada Dante.

-¡¿Qué?!

-Lo que oiste -dijo Dante sin caer en cuenta de lo que había dicho Crimea -. ¡Espera! ¿Qué...

La sorpresa fue enorme para Magnolia y para él, puesto que ella lo besó sin avisar y hasta con pasión.

"¡ESPERA! ", "¡¿Pero qué haces, Crimea?!" y "¿Estás usando la lengua?" fueron los pensamientos que pasaron por su mente cuando eso sucedió.

Crimea se despegó de repente y disparó a Magnolia cuando esta extendió sus alas para impulsarse al ataque. La bala de plata atravesó por el pómulo y salió cerca de la columna.

— Muerete de la envidia, perra — dijo Crimea dándole una caricia a un Dante paralizado por la sorpresa del beso.

Magnolia pronto ardió en llamas por la bala y en pocos segundos ya se había vuelto ceniza. En ese  momento, apareció Raziel detrás de Dante y se acercó para susurrarle algo.

-¡Por un momento pensé que lo de ustedes no iba a funcionar!

Tras decir eso, desapareció. Dante pensó que fue una alucinación y se llevó a Crimea a la furgoneta en la que los esperaba Jordan.

-Po' un momento pensé que habían mue'to.

-No creas que te librarás de mí tan fácilmente. Prácticamente fue gracias a Crimea que pudiera salir a tiempo - respondió Dante mirándola -Llévanos al edificio de apartamentos de siempre. Vamos a emborracharnos un rato.

-Lo siento, Dan. La ve'dad e'que tengo que pienso i'me de nuevo a Atlanta ha'ta que paje todo.

-Pues bien, más alcohol para nosotros.

Después de que los dejarán en el bloque de apartamentos abandonados del Boston 17, Jordan se fue. Dante y Crimea se suben y se van al apartamento de ella y se abren dos botellas de cervezas.

Tras un par de botellas, Dante decide poner el viejo tocadiscos de su padre con un vinilo de Charles Aznavour. Mientras sonaba, no bebieron nada y él decidió salir a tomar el aire.

No tardó en sentir un olor a muerte muy cerca.

-No te intentes ocultar, Miguel -dijo Dante dejando la lata de cerveza en el bordillo del balcón del pasillo -. Sal de ahí, maldita rata.

-¡He de decir que eres un cabrón con suerte! -dijo Miguel saliendo con una navaja negra -. Estuve un año de novio con ella y ni un beso le pude dar. Esa mojigata prefirió a un mono estúpido a mí.

-Cualquiera lo haría si estuviera con un tipo cabeza pene.

-¡Eres un puto desgraciado!

Miguel lanza su cuchillo, pero Dante lo esquiva y con un chasquido de dedos, enciende la lata en fuego y se la lanza fallando. Tras eso, de la nada aparecen Sasha y Jennifer. Sasha tira al suelo a Dante y le apunta con la pistola, mientras Jennifer le clavó a Miguel su guadaña en el pecho.

-La estructura puede ser muy inestable ¿Sabes? -dijo Sasha.

-No sé que clase de problemas tienen entre ustedes dos, pero será mejor que desaparezcas de mi vista. - dijo Jennifer levantando a Miguel para posteriormente dejarlo caer al vacio.

-¿Dónde esta Crimea?

-En la sala. Revisala y veras que está bien.

Sasha entró rápidamente, encontrándose con Crimea y con Argenta entrando por la ventana.

-¡Bonito peinado, amiguis! -dijo Jennifer ayudando a Dante a levantarse.

-Te daré el número del peluquero -dijo Dante justo antes que ella lo volviera tirar al suelo.

-Te dije que quería a Crimea solamente. ¡Jamás te dije que destruyeras medio puerto de Boston y un puto hotel cinco estrellas de 40 pisos! 

-Fue idea de ella. Igual, también necesitaba terminar la tarea que nos encomendó Asura y Yasha. 

Ella solo le miró y le extendió la mano para ayudarlo de nuevo a levantarse y tras un leve golpe en el estomago, le dijo que Argenta ya tenia la prueba de la cacería. Después de que amos entraron, se decidieron saludar todos de manera educada para evitar que se volviera un escenario de combate aquel apartamento. 

Tras entregarle él a cada uno una botella de cerveza, empiezan a beber por una sencilla razón.

-¡Salud, porque hoy no hemos muertos, pero seguimos preparados! - exclamó Dante alzando su botella.

Después de un par de horas, Jennifer se habia quedado dormida en el sofa, mientras que ellos se estaban terminando las ultimas cuatro botellas de cerveza. Tras unas cuantas anécdotas, Sasha, apenas capaz de caminar, le pregunta a Crimea donde estaba su apartamento, a los que ella contesto que dos pisos arriba, dándole la indicación exacta de allí.

-Argenta, acompáñala. Asegúrate que no se vaya a caer por las escaleras.- dijo Dante.

-Tranquilo, yo he sido la que menos ha bebido, la acompañaré.

-No, yo tengo algo importante que necesito preguntarte.

Crimea solo pudo darle las llaves a Argenta al ver la mirada seria de Dante. Argenta solo cogió a Sasha de la mano para guiarla.

- Sobre lo que paso en el hotel...

- Lo siento, sé que no debí haberlo hecho.

-No, no es eso.

-¿Entonces?

-¿Fueron aquellos tus verdaderos sentimientos?

-¿A qué viene esa pregunta?


El sendero de la venganzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora