El sendero de la venganza

La dolorosa historia

Tras terminar con su cigarrillo, entró al edificio tan nervioso como una colegiala yendo a su habitación de motel. Fue raro, de sentirse nervioso pasó a sentirse frustrado en solo quince pasos y de frustrado a triste en otros diez. Esa tristeza apareció al ver el jardín donde jugaba de pequeño con su hermanito y su hermana mientras Aurum los vigilaba. Cada metro que caminaba le traía un recuerdo de su corta infancia y que parecía serlo más a cada recuerdo. Caminó y caminó por el edificio hasta llegar al apartamento donde vivió seis años enteros de su vida y lo miró, con nostalgia. Utilizó la alquimia para desincrustar la puerta de acero recubierta de madera y sacar la llave. Utiliza la llave y entra lentamente.

Nada había cambiado, desde el televisor LG de veinte pulgada en la sala, pasando por su pistola de agua encima del comedor, hasta terminar en un saco de boxeo de su padre al lado del sofá. Tras aquel repaso rápido, se paró en mitad del salón intentando recordar cuál era exactamente su habitación.

-¿Por qué has venido? -dijo Crimea haciéndole saltar del susto.

-Crimea...¿Qué haces aquí?

-¿Qué crees?... Pronto será el aniversario.

-¿El aniversario? ¿El aniversario de qué?

-El Boston 17. Mi madre murió en él.

-Lo... lo siento. 

Dante la vio con detenimiento...pero, por algún motivo, se veía más hermosa que cualquier otra mujer... puede que fuera por la luz de la luna entrando por la terraza, o por la melancolía que le transmitía el lugar ó, incluso, las palabras que una vez le dijo Tamara. Aun así, mantuvo la compostura para decir lo que debía decir.

-Todos están preocupados por tí. Creemos que no estás lista para combatir con Luigi y Luca.

-Yo combatiré con ellos, lo quieran o no... Además, Sasha ya se ha hartado de mí. Mi padre me trata como una niña pequeña, pero ni se preocupa en estar conmigo de vez en cuando...Cada vez, me siento más sola y ... y ... ¡TAN SOLO QUISIERA ESTAR CON MI MADRE!

-Crimea...

-¡Déjame!

-¿Acaso, no vine yo para evitar que estés solo!

-Mientes... Admítelo... Solo estás aquí porque le hiciste una promesa a mi padre, pero en fondo me detestas tanto como Sasha.

-No digas estupideces.

-Admítelo, desearías que estuviera muerta.

-No vuelvas a decir eso.

-¡¿Qué más da?! ¡YO SOLO SOY UN...

Dante no aguantó más y le pegó un cabezazo para que se calmara.

-¡NO VUELVAS A DECIR TALES COSAS! -exclamó cayendo de rodillas y agarrandola. -¡VINE AQUÍ PORQUE YO SOLO PROTEJO A LAS PERSONAS QUE SON IMPORTANTES PARA MÍ!..Y..Y... ¡Y TU ERES MUY IMPORTANTE PARA MÍ!...Y... ¡Y TE JURO POR DIOS QUE NO VOY A PERMITIR QUE VUELVAS A DECIR ESO!...- tras decir eso se levanta - He de admitir que me odio a mi mismo, más de lo que odio a Miguel... si ni siquiera he sido capaz de guardar luto ni un solo día por mi hermano o por Lydia...

Y fue ahí cuando Dante solo supo sentarse en el sofá e intentando aguantar inútilmente el lloro, solo pudo resoplar y pedir perdón a Dios en su adentros, dejando que por una vez, Crimea demostrara ser más fuerte, emocionalmente, que él; sentándose y haciendo que Dante apoyara en su regazo.

Ambos se terminaron durmiendo en ese viejo sofá.

A la mañana siguiente, Dante fue el primero en despertarse y al verla durmiendo en la posición tan incómoda en la que estaba, decidió acomodarla. Salió a comprar comida en un BigBurger K. Tardó unos veinte minutos en volver y la encontró dejando una flor encima de una mesita con una foto de Azabel.

-Traje algo de comida -dijo cuando se sentó en un sillón.

-¿Es verdad? ¿Lo que me dijiste? ¿En serio nunca has guardado luto por nadie?

-Sí, nunca. Nunca he sido capaz de guardar luto. No sé porqué.

-¿Y lo otro?

-¿Lo otro?

-No, nada.