Donde Kim Taehyung aparenta ser un rey amable y bondadoso que es en realidad un demente sediento de sangre, poseedor de un lobo con alta conciencia y extraña naturaleza.
¿Y Jungkook? Su nuevo esclavo e invitado, que pagara por todos sus pecados solo...
"Por favor, aléjate. Siento que tengo un cuchillo en mi cuello cada día. Y de manera simbólica siempre está ahí."
Maratón 1/3
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Impaciente. Ese era el estado del rey.
Yoongi le notificó que se atrasarían ambos omegas por unas compras repentinas luego de Jimin sugiriera unos dulces y Hoseok salto de la nada diciendo que lloraría y no le daría más besos a su padre si no le compraban sus chocolates.
Jungkook no sabe ya como lidiar con su manipulador, chantajista y codicioso hijo. Incluso descubrió que últimamente cuando parecía estar más cerca de lo normal de Taehyung y llevarse bien como si fueran uña y mugre en realidad era solo sucio negocio entre ellos para provocar a Jungkook pero era incapaz de enojarse totalmente por eso con Hoseok. Reconocía que su hijo tenía inteligencia y astucia desde tan pequeño pero regañarlo por ello era inevitable.
Por otro a Taehyung lo trataba como mierda mientras el otro parecía solo burlarse y divertirse por ver cómo eso funcionó. Jungkook enojado era algo digno de ver. Había aprendido que le gustaba mucho provocarlo cada vez que tenía oportunidad para luego buscar silenciosamente su perdón mimándolo desde la distancia o discretamente pero en realidad todo eso era inútil y se iba acumulando.
Taehyung terminó temprano su trabajo porque quería hablar un poco con él y lo esperaba pacientemente en la habitación pero su pierna que movía imparablemente delataba su impaciencia. Estaba acostumbrado a tenerlo las 24 horas del día a su alcance, conocer su ubicación y estado exacto, no estaba tranquilo y solo parecía un cachorro ansioso moviendo la cola, olfateando el aire en busca de lo suyo cuando no lo tenía bajo sus narices.
Ah ah ¿qué era eso? Siente cierta incomodidad. No puede quedarse quieto. Siente que algo anda mal. ¿Será por la distancia luego de acostumbrarse tanto a tenerlo donde lo pueda ver? Su corazón no latía desenfrenado en ese momento pero lo hacía fuerte. Lento y profundo como si se preparara para descontrolarse en cualquier momento. Eran latidos lentos pero que sonaban como tambores, incluso podía escucharlo. Si no fuera por las condiciones a las que se podría acreditar ese comportamiento sospechoso no dudaría en ir a un doctor.
No sabía que afectaba tanto así.
Pero, incluso olisqueaba el aire en busca del fuerte aroma que tanto le gustaba. Estaba muy fuertemente impregnado en las sabanas por ser un lugar recurrente de Jungkook. El balcón donde estudia, la mesa, el sofá. Todo tiene su esencia al estar encerrado allí la mayor parte del tiempo y la suya apenas era perceptible en un lado de la cama por su corta presencia solo por las noches.
Era lo único que lo mantenía todavía con cierta tranquilidad. Era como si su conciencia gritara que saliera corriendo a buscarlo y el efecto del olor solo lo relajaba y callaba actuando como un insípido suplente. Imitando su presencia pero era demasiado obvio la diferencia. Lo suficiente como para que fuera imposible relajarse.
