—Shi-no-bu.
Ya habían pasado seis meses desde que Inosuke había llegado con ellas.
Habían logrado domar un poco a la fiera, logrando que algunas tareas como bañarlo o vestirlo se hicieran un poco más sencillas.
El pequeño (que ya había crecido bastante en ese plazo de tiempo) aún estaba lejos de ser dócil y tranquilo, pero ya parecía mostrarles un poquito más de respeto, incluso se atrevían a decir que les mostraba cariño en su peculiar forma, que era trayendo hojitas o bellotas del patio.
No era bueno con muestras de afecto físico, se le notaba confundido cuando lo abrazaban o cuando acariciaban su cabeza. Eso sumado a que no había dicho una sola palabra en todo ese tiempo, les hacía creer que había sido criado por jabalíes por más tiempo del que parecía, quizás desde recién nacido.
Kanae se dio a la misión de preguntar a cada demonio que se encontraba en sus misiones si se comieron a una mujer con un bebé, pero hasta el momento no había encontrado absolutamente nada sobre el posible asesino de la madre de Inosuke, incluso llegó a pensar que había sido asesinada por otro humano, pero quiso descartar la idea, eso sería sumamente lamentable y triste.
Aquella tarde las hermanas se encontraban en el jardín de la finca con el pequeño Inosuke, a quien ya podían considerar como un hermano menor.
Kanae estaba tejiendo algunas coronas con las flores que había en el lugar mientras Shinobu intentaba hacer que el pequeño dijera su nombre de todas las formas habidas y por haber que le llegaban a la cabeza.
Ya habían confirmado que Inosuke no era sordo, pues ya había aprendido a entender algunas palabras y acatar ordenes pequeñas como el "venir aquí" o "salir a caminar", pero aún no hablaba en lo absoluto, aunque recientemente habían visto como se ponía a jugar con los sonidos que salían de su boca, como si hubiera descubierto que podía hacer lo mismo que ellas.
Kanae sabía que eso podía ser un indicio de que pronto diría sus primeras palabras.
—tranquila Shinobu —pidió mientras terminaba con una de las coronas y la alzaba un poco para apreciarla—. Inosuke hablará cuando esté listo para hacerlo.
Y tras decir esas palabras depositó cuidadosamente su creación en la cabeza del niño, quien la tocó con cuidado y miró a la mujer un momento, causando que su sonrisa se ampliase un poco.
—aww, ya se tardó mucho —se lamentó la menor de las hermanas—. Han pasado ya seis meses y no ha soltado más que pequeñas silabas —dijo un poquito impaciente.
—cuando tú eras pequeña, también me causaban mucha ilusión tus primeras palabras —trinó suavemente la pilar de las flores, con un poco de nostalgia aflorando en sus palabras al recordar aquellos momentos, de verdad era como si tuvieran un nuevo hermano.
—pero yo hable como al año, Nee-Chan, Inosuke ya va para tres años y no ha dicho ni una palabra.
—bueno, pero Inosuke no estaba acostumbrado a estar rodeado de otras personas —mientras hablaba, tejía otra corona con las flores del lugar.
A su vez, Inosuke se levantó y caminó hacía los pies de un árbol, seguramente en busca de bellotas u hojitas para dar como regalo a las hermanas.
—me siento como una hermana mayor —murmuró Shinobu para sí.
Kanae rio.
—probablemente seremos las únicas personas a las que Inosuke podrá considerar como familia en un futuro no muy lejano —comenzó a decir—. Así que técnicamente, ya eres una hermana mayor.
Shinobu abrió sus ojos ligeramente ante esa declaración.
Estaba acostumbrada a ser la pequeña, no estaba segura de poder ser ni la mitad de buena hermana mayor como lo era Kanae con ella.
Sus pensamientos se vieron abruptamente interrumpidos por las manos de Kanae, acomodando otra de las coronas de flores sobre su cabeza, sonriéndole de forma tranquilizadora y dedicándole unos ojos que le decían: "Serás una muy buena hermana mayor".
—Nee-San —escucharon decir a una vocecita infantil.
Ambas se giraron abruptamente hacía donde venía la voz, encontrándose con el pequeño Inosuke extendiéndoles un pequeño montón de bellotas y hojitas del árbol.
Pero lo que llamó principalmente la atención de ambas era que había hablado, había dicho: "Nee-San".
Le había dicho Nee-San a Shinobu.
—¡Oh, que maravilla! —canturreó Kanae, encantada—. ¡Inosuke, dijiste tus primeras palabras!
Shinobu le sonrió con ternura al pequeñín y acarició su cabeza con una mano.
Desde que habían traído a Inosuke a la finca, se había convertido en una hermana mayor.
Este capítulo salió más corto de lo que yo pensé xd ni modo.
¿Si se han fijado más o menos como hablan los bebés cuando apenas están aprendiendo a gesticular palabras? pues más o menos habla así nuestro Inosuke. Mi prima salió hace poquito del kínder y tenía una compañera sorda, como usaba aparatos para escuchar había aprendido a hablar pero hablaba más o menos de esa forma tan peculiar, así que supongo que si Inosuke no había hablado en dos años por que jamás había escuchado a alguien hablar (bueno sí, a su madre pero no se acuerda, era muy pequeño) una vez que aprendiera pasaría por ese proceso que muchos pasamos cuando somos bebés.
Como este capítulo salió muy corto para mi gusto mañana voy a subir otro.
Total, ya sin más que decir, espero que les haya gustado, nos leemos luego, tomen agüita y cuídense.
Bai.
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El Chico De La Finca Mariposa | | K N Y | | A U | |
FanfictionUn día, tras una misión en una montaña, Kanae y Shinobu encuentran a un pequeño niño siendo criado por jabalíes, así que deciden tomarlo bajo su cuidado y criarlo en la mansión mariposa. Con el paso del tiempo, el temperamento atrabancado y hosco de...