| | C A P I T U L O . 1 4 : Nezuko| |

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Nota pedorra de la autora: este capítulo no estaba previsto del todo, pero lo necesito para que se explique por qué Inosuke se encariñó con Nezuko.

Habían transcurrido un par de días desde que finalmente habían sido capaces de dejar atrás la casa del grabado de glicinias, se habían recuperado sin problemas de sus heridas y ahora se encontraban en marcha para una nueva misión

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Habían transcurrido un par de días desde que finalmente habían sido capaces de dejar atrás la casa del grabado de glicinias, se habían recuperado sin problemas de sus heridas y ahora se encontraban en marcha para una nueva misión.

En esos momentos era de noche, se encontraban descansando en una posada después del extenso camino que habían recorrido aquel día.

O bueno, se suponía que eso debían estar haciendo.

Los gritos de miedo de la aldea los hizo reincorporarse de golpe, no tardaron ni un segundo en percatarse de que se trataba del ataque de un demonio.

—carajo, esto es muy inoportuno —dijo Inosuke, terminando de vestirse junto con sus compañeros. No tenía tiempo como para peinarse y ponerse el Haori, se limitó a ponerse el broche de Kanae en un costado de su cabello para sucesivamente colocar sus espadas en su cinturón—. Tanjiro, Zenitsu...

Se quedó en silencio al darse cuenta de que ambos lo miraban con las mejillas rojas, se habían limitado a ponerse sus uniformes, sus Haoris seguían bien doblados. Tanjiro, como siempre, llevaba la caja de madera en la espalda.

Inosuke enrojeció de vergüenza.

—¿t-tengo algo en la cara? —preguntó.

Tanjiro sacudió la cabeza.

—no, no. Tenemos que actuar ahora.

—¿e-eh? —tartamudeó el rubio, bastante en desacuerdo—. P-pero...

Otro grito se escuchó.

—¡ya perdimos mucho tiempo! —espetó el del broche de mariposa mientras salía corriendo, seguido de Tanjiro.

—¡espérenme!

Habían logrado evacuar a la mayor parte de la gente del pueblo a un templo en las afueras (Zenitsu fue quien llevó a cabo la mayor parte de esta labor mientras Tanjiro e Inosuke se encargaban de luchar contra el demonio)

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Habían logrado evacuar a la mayor parte de la gente del pueblo a un templo en las afueras (Zenitsu fue quien llevó a cabo la mayor parte de esta labor mientras Tanjiro e Inosuke se encargaban de luchar contra el demonio).

—¡¿donde diablos se metió Zenitsu?! —preguntó el del broche, bloqueando un golpe del demonio con una espada y cortando el miembro con la otra.

—¡seguro estará bien! ¡Él se encargará de proteger a las personas!

Inosuke se sentía un poco preocupado por su amigo rubio, pero al final Tanjiro tenía razón, después de todo Zenitsu había sido el primero en salir de la casa de los tambores.

—¡aquí estoy! —escucharon la voz del rubio acercarse.

Si, no quería ir, de verdad estaba aterrado de pies a cabeza, pero no podía dejar solos a sus amigos. Sabía una sola forma de la respiración relámpago, esperaba que las palabras de su maestro fueran ciertas y esa única técnica fuera suficiente como para poder ayudar.

—¡Zenitsu! —respondió el del broche, sonriendo ligeramente.

—¡Inosuke!

—¡cuidado!

El de orbes verdes pudo ver todo en cámara lenta unos segundos, las uñas largas del brazo recién regenerado del corte que había hecho segundos antes se encontraban a centímetros de su ojo izquierdo. No iba a tener tiempo para reaccionar y aunque lo hiciera, era imposible que su ojo saliera impune de una herida de gravedad media.

Pero, una patada ajena terminó por sacar volando al demonio.

Inosuke cayó de sentón al piso, aturdido. Zenitsu y Tanjiro se acercaron a verlo.

—¿estas bien?

—apenas... —atinó a articular, sudando frío del susto y con las manos temblorosas.

Eso había estado terriblemente cerca.

—muchas gracias, Nezuko —dijo Tanjiro en dirección a al demonio, quien también se había acercado al pequeño círculo y se había hincado frente al del broche de mariposa.

Inosuke miró a la inocente demonio, quien lo miraba con algo que parecía ser cariño, pronto sintió el dedo índice de Nezuko tocar su nariz delicadamente.

Por un momento Inosuke vio a Kanao en esa demonio.

—seguro piensa que eres alguien de nuestra familia —dijo el de cabellos burdeos, sonriendo con nostalgia.

Una pequeña sonrisa apareció en el rostro del chico mariposa y acarició suavemente la cabeza de Nezuko.

El pequeño momento agradable entre los cuatro no duró mucho, pronto Nezuko se giró en alerta, consciente de que el demonio se estaba recuperando del golpe.

—¿por qué un demonio protegería a un humano?

Se reincorporaron poco a poco.

—cierto, aún tenemos trabajo que terminar.

—cierto, aún tenemos trabajo que terminar

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FELIIIIZ NAVIDAAAAD

Jaja que capítulo de relleno más miertero, pero lo necesitaba para indagar en la relación de Nezuko e Inosuke. Además de que soy muy mala escribiendo escenas de pelea xd y que quedó muy corto.

No hay meta de estrellitas por que como quedó corto tengo pensado subir capítulo mañana.

En fin, este capítulo no estaba planeado como mencioné al inicio.

Posdata cero que ver con la historia xd: acabo de ver Encanto y me sentí re identificada con Mirabel-

Así que no tengo nada más que decir.

Nos leemos luego, cuídense y tomen agüita.

Bai.

El Chico De La Finca Mariposa | | K N Y  | | A U | |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora