| | C A P Í T U L O . 1 1 : La Casa De Los Tambores | |

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Nota: Este capítulo esta narrado desde el punto de vista de Tanjiro y Zenitsu en algunas partes.

Abrió y cerró la puerta corrediza tres veces, queriendo pensar que lo que estaba del otro lado era una simple broma de su imaginación paranoica

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Abrió y cerró la puerta corrediza tres veces, queriendo pensar que lo que estaba del otro lado era una simple broma de su imaginación paranoica. La salida estaba justo ahí, debía estarlo.

—¡No, no puede ser! ¡Recuerdo que esta era la entrada! ¿a donde se fue la salida? hace un momento esta puerta era... —balbuceó alarmado mientras giraba sobre su propio eje en busca de la puerta que los conduciría hacía el exterior de esa casa, desesperadamente se acercó a otra de las puertas del lugar—. ¡¿Será por aquí?! —chilló, desesperado por salir de ese lugar mientras abría la puerta corrediza.

Se topó con una silueta humana, llevaba un haori azul adornado con líneas negras y puntos blancos que emulaban las alas de una mariposa. Tenía un pasador en el cabello de la forma de uno de estos insectos, era verde y rosado. Al escuchar la puerta ser abierta, esta persona giró un poco su cabeza para buscar al que había causado el ruido susodicho, permitiéndole al rubio ver un par de ojos verde brillante que emanaban una fiereza aterradora.

Zenitsu sabía que la persona que tenía frente a si era un humano, no había forma de que se tratase de un demonio.

Pero a ese punto estaba tan asustado que gritó con todas sus fuerzas.

La mujer (por que eso parecía ser, una mujer) se giró hacía al rubio y el niño que lo acompañaba chistando con ímpetu y murmurando palabras como "cállate", "guarda silencio", "el demonio nos escuchará", pero no recibía ni la más mínima atención por parte del chico, quien estaba más concentrado en chillar que en prestar atención a las palabras de la chica mariposa.

Al final, harta de la situación, la cazadora abandonó la habitación en un segundo, apenas había sido perceptible para el niño y el joven, quienes se quedaron perplejos ante su movimiento, agraciado y veloz.

—es como una mariposa —dijo el niño, impresionado. Definitivamente después de aquel día podía decir que nada iba a sorprenderlo nunca más.

—¿esa era una chica? —atinó a preguntar Zenitsu en voz alta.

El niño lo miró mal.

—¡¿Por qué te me quedas viendo con esa mirada?! ¡No me mires de esa forma!

—¡¿Por qué te me quedas viendo con esa mirada?! ¡No me mires de esa forma!

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El Chico De La Finca Mariposa | | K N Y  | | A U | |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora