Capítulo 12

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Los días seguían pasando y el modelo seguía siendo aquel chico antipático que sólo hacia lo que su padre y aquella pelirroja le decían, no importaba lo mucho que sus amigos trataran de acercarse eso les frustraba y sacaba a flor de piel sus emociones negativas, perfectas víctimas para Hawk Moth.

-- ¿Sabes? Eres un villano tan patético -- decía la pelirroja que acompañaba al diseñador de modas más aclamado de todo París. -- Yo ya ubiera hecho que super mariquita y la copia barata de gatubela me hubieran dado los miraculous al primer intento.

-- ¿Crees que es tan fácil? No puedo permitir que las personas deduzcan mi identidad, como lo hiciste tu, además...

-- Y es por eso que eres patético -- veía aquella oficina en la que aquel hombre estaba. -- No sabes sus identidades y es obvio que son muy cautelosos, ya has intentado seguirla pero ni siquiera piensas un poco, tu masa encefálica no sirve de nada.

-- ¿A qué punto quieres llegar?

-- Sabes que algunos super héroes son chicos de la edad de tu hijo, además de que curiosamente están en su misma clase. Yo secuestaba a uno y no se ¿Lo torturaba? Enviaba lo que hoy llaman vídeo a la policía, noticieros diciendo que si no me dan los miraculous la persona iba a perecer y tu tienes un sótano enorme donde sólo tienes a tu esposa más fría que muerto, yo usaría a los chicos que ya conozco su identidad para torturar psicológicamente a Ladybug.

-- ¿Eso no es algo exagerado? -- decía el hombre arto del comportamiento de aquella chica que sólo había aceptado trabajar con ella porque había descubierto su identidad, pero sentía que era estúpido estar sometido a una niña cuando él era el adulto. -- Estas despedida, yo me asegúrare de que nadie te crea sobre las acusaciones en contra mía.

-- Oh, que mal-- la chica comenzó a fingir derrota y se lamentaba en una actuación muy exagerada hasta que tocaron la puerta y este fue abierta dejando ver al rubio.

-- ¿Adrien? ¿Qué haces aquí? Ve a tu cuarto inmedi...

-- Tome esto prestado de tu cocina, espero no te importe -- dijo la pelirroja mientras aparecía detrás del rubio con un cuchillo en mano, el adulto iba a moverse para impedir aquella acción pero unas burbujas le rodearon y al momento de explotar su cuerpo quedó paralizado. -- Hierbas paralizantes, no te mataran pero no podrás moverte por diez minutos -- río sadicamente. -- ¿Qué parte de tu hijo quieres y que le envió a sus amigos? ¿Te gustaría quedarte con su cabeza? ¿Qué te parece si le envió a esa amiguita panadera su corazón?... Es una lástima que ya no hagan los cuchillos como antes, me tardaré mucho en hacer mi labor.

-- ¡Por favor, no lo hagas!

La pelirroja sonreía mientras veía las súplicas del hombre quien había comenzado a llorar, que hipócrita era y que patético se veía.

-- Esto es ser villano, no me voy a alejar de ti o de tu hijo con sólo una despedida -- le cortó la mejilla al modelo quien sólo estaba ahí parado. -- Yo tengo una misión, y tu sólo eres un peón más así que harás lo que yo te diga, si no sólo quieres perder tu reputación, también a tu hijo y si me desobedeces el que pagará las consecuencias será él.

El adulto no sabía en qué problema se había metido con sólo tener a aquella pelirroja de su lado.

-- El efecto pasará pronto, iré a preparar a tu "niño" para ese video musical que dijiste.

Y la chica salió de la habitación junto con el rubio.

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Gracias por leer los veo el siguiente capítulo.

Tanz Mit Mir [Lukadrien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora