Capítulo 15

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Después de aquellas palabras de aliento de parte de su amiga, tuvieron una plática amena acerca de las clases y la tarea que habían tenido en el primer bloque. Reían ante el mal humor de la maestra de inglés que tenía uno de los mil demonios, que bromeaban diciendo que a esa mujer le faltaba una noche de su marido para que así se relajará.

Cuando terminaron de almorzar regresaron a su segundo bloque de clases, donde tuvieron Francés y Biología. Para la última clase la maestra les pidió que hicieran parejas para la siguiente tarea, que sería hacer una exposición que explicarán los distintos ciclos de la naturaleza, así que ambos amigos se juntaron, eligiendo el ciclo del nitrógeno para su tarea.

— La siguiente clase de biología es la siguiente semana — dijo la chica mientras guardaba sus cosas.

— Sí, hay que ponernos de acuerdo para saber cómo podemos presentar nuestro tema.

— Hay que ir a la biblioteca a buscar en libros, ya ves que la maestra dice que no debemos confiar en todo lo que dice el internet — dijo la chica y el joven asintió mientras se ponía detrás su mochila.

Ambos chicos salieron del salón y caminaron al subterráneo, la chica se bajó una estación antes que su amigo, despidiéndose con un beso en la mejilla.

El joven llegó a su estación, saliendo de éste para dirigirse a su casa ya que no tenía ganas de pasar por la escuela de su hermana, de todas maneras esa tarde los amigos de su hermana llegarían a la casa flotante para hacer su tarea, y supuestamente aquel día el rubio iba por fin a llegar a ver lo que supervisaba.

Llegó a su casa y sacó sus libretas para poder ver sus pendientes escolares, ordenándolos. Para el día siguiente volvía a tener bendita tarea de matemáticas, por lo que la haría antes de la llegada de la banda, y si le sobraba tiempo revisaría bibliografía para su tarea de biología.

Fue así que sacó su libreta de matemáticas y comenzó a hacer su tarea (o al menos adelantar) antes de comer algo, porque su madre no era la más responsable con las actividades domésticas. Tenía cinco problemas de álgebra, ahora eran problemas de dos incógnitas, eso complicaba las cosas. Hizo dos problemas, y se levantó de su escritorio para dirigirse a la cocina y buscar algo para hacer de comer porque su madre brillaba por su ausencia.

Viendo los ingredientes que tenía en su cocina decidió hacer un quiche de jamón y queso, no le llevaría más de una hora así que comenzó a buscar los ingredientes para la comida.

— Hola hermano — le saludó su hermana que había llegado.

— Hola Luka.

— Juleka, Rose — sonrió el chico mientras revolvía harina, mantequilla, huevo, sal y agua.

La joven se acercó a su hermano y le preguntó qué platillo estaba preparando y en que le podía ayudar, así fue como la rubia acabó engrasando el recipiente mientras la pelinegra hacía la mezcla de huevo para que sea más rápido. El chico sonrió por la ayuda de ambas, con tres personas haciendo la comida podrían terminar más rápido. En lo que el trío de chicos se encontraba realizando aquella actividad las chicas hablaban de su día, el proyecto de su materia de historia era lo que los tenía más emocionados a pesar de que los ánimos se encontraban bajos por el comportamiento de cierto modelo.

— Así que esta tarde viene Adrien, ¿Si puedes ayudarnos, verdad?

— Seguro — respondió el chico a ambas chicas.

Una vez el platillo estaba montado se metió al horno para que se cociera, en lo que esto pasaba ambas chicas escuchan música mientras el joven aprovechó para hacer otro problema de matemáticas logrando adelantar dos de estos para cuando era el momento de comer, con cuidado saco el platillo para servir tres porciones y darles las chicas para por fin llevarse algo al estómago. Ambas chicas se ofrecieron a lavar los platos para que el chico pudiera terminar su tarea e investigar algo de bibliografía para no llegar sin nada al momento de buscar en la biblioteca.

Cuando todas sus tareas estaban listas, los demás amigos de su hermana llegaron, junto con el modelo que extrañamente no era acompañado por la pelirroja. El grupo comenzó a prepararse para proceder a tocar. El rubio dijo que estaban haciendo un excelente trabajo con las pistas musicales.

— La música suena excelente, no veo la necesidad de que yo esté aquí.

— Eres el que supervisa el evento, necesitábamos saber si estábamos en buen camino — contestó la rubia con una sonrisa, a pesar de la frialdad del chico. — Además de que necesitamos que tu y Luka ensayen la canción que-

— Sobre eso, lo lamento pero no voy a poder cantar.

— Pero te comprometiste a hacerlo — hablo chico de ojos azules. — Esta ni siquiera es mi tarea pero estoy aquí apoyando a mi hermana.

— Esa es mi decisión.

Los chicos que presenciaron aquello se sentían tristes porque su amigo había renunciado a algo que ellos habían compuesto con mucho cariño y amor.

— ¡Couffaine! — se escuchó una voz femenina cargada de energía.

— Camille, ¿qué haces aquí? — se extrañó el guitarrista al ver a su amiga, que rara vez (por no decir nunca) iba a visitarlo.

— Acompañé a mi padre al aeropuerto, pronto será el nacimiento de mi prima y el regreso a su tierra natal para estar ahí... Es una lástima que siempre que va para allá no pueda acompañarlo porque tengo escuela. En fin, solo estaba de paso y escuche que el chico no quiere cantar, si gustan puedo hacerlo yo.

— ¿Enserio? — preguntó la rubia con entusiasmo en su voz y mirada.

— Claro.

El rubio veía aquella escena con expresión neutral, pero tenía una pizca de disconformidad porque no le agradaba que aquella chica se hubiera ofrecido al estar en una pieza que había compuesto para ellos.

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Gracias por leer, los veo en el siguiente capítulo.  

Tanz Mit Mir [Lukadrien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora