Capítulo 11

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El intento de sacar al modelo de aquel trance impuesto por la pelirroja había sido un fracaso por la intromisión de la hija del alcalde, porque ella había interrumpido la magia de aquellos seres y sólo volverían estar a su máximo esplendor en la siguiente luna llena.

Varios días habían pasado desde aquella ocasión y el rubio seguía actuando de la misma manera, como un simple peón de la pelirroja. En aquel momento se encontraban en la residencia de los Couffaine, ya que la banda que ensayaba en aquel lugar se había reunido para seguir con el proyecto.

Los chicos se habían propuesto a realizar algunas canciones pero sin la guía del modelo lograr saber si estaban de acuerdo a los estándares de la temporalidad era una tarea más difícil.

-- ¿Y qué les parece? -- terminó de cantar una melodía la rubia. -- Layla ¿Esta bien la melodía?

-- ¡Claro! A mi me encantó, esta perfecta para la época -- dijo la castaña mientras veía el celular sin prestar gran atención.

La falta de interés de aquella chica ya había cansado un poco al guitarrista y era mucho decir porque él era alguien muy paciente.

-- Adrien aún no puede venir ¿No se supone que es su tarea? -- cuestionó el hermano de Juleka.

-- Técnicamente es trabajo de todo el salón -- corrigió la azabache, que aunque el modelo ya no fuera al lugar no dejaría a sus amigos solos con la señorita mentirosa.

-- Bueno, como Layla no se ve tan interesada en su propia tarea yo no les ayudaré sin la guía adecuada, lo siento -- dijo el guitarrita quitándose su instrumento para guardarlo en su estuche. -- Me agrada ayudar, pero siempre y cuando todos coperemos.

El guitarrista bajo a su habitación a pesar de ser seguido por los integrantes de la banda y se encerró en dicha.

Los chicos sabían que no podían obligar al guitarrista a tocar con ellos, era su tarea y él no era parte de su escuela para verse obligado. Aceptó el ayudarlos porque eran sus amigos y le gustaba pasar tiempo con ellos pero desde que el rubio había dejado de ir las cosas habían cambiado un poco. La castaña no era de mucha ayuda y a pesar de buscar inspiración por internet, películas y series no estaban seguros de estarlo haciendo bien, además de que Adrien era su amigo y compañero, y guiarlos en eso (a pesar de no ser el todo correcto) era su trabajo pero siempre le hacía caso a esa pelirroja, como si fuera un perro faldero detrás de ella.

El chico, a pesar de los murmullos fuera de su habitación, se puso a realizar un poco de su tarea.


La noche había caído en la ciudad de Paris, el chico terminó toda su tarea y sacó su guitarra y comenzó a tocar los sentimientos que amenazaban su corazón.

-- ¡Wow! ¿Tiene una letra esa pieza musical? -- pregunto una de las hadas.

-- No, aún no.

-- ¿Y le vas a colocar letra?

-- No lo sé -- suspiro él chico. -- Tal vez la ponga o sólo sea una melodía.

El chico preparo sus cosas para irse a dormir y descansar.

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Gracias por leer los veo el siguiente capítulo.

Tanz Mit Mir [Lukadrien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora