Capítulo 20

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Las criaturas estaban realmente alteradas porque el collar había desaparecido, explicando el obvio destino que tendría el chico de rubios cabellos si no detenían a aquella chica, dando por fin a conocer el origen de toda esta situación que era mucho más complicada que una simple historia de amor. Por lo que el joven guitarrista tomó la decisión de ayudar a su amigo y conociendo la identidad de la superheroína ladybug se dirigió a la casa de la chica de cabello azabache.

Una vez llegó sus padres le hicieron la invitación a pasar ya que conocían la amistad que ambos se tenían, agradeciendo el hecho de que los padres de la chica fueran muy confiados subió a la habitación donde tocó la puerta y la chica pensando que eran sus padres abrió dicha y se sorprendió al ver al guitarrista.

—Marinette, lo siento pero esto es importante —se disculpó el joven por la intromisión. —Yo conozco tu secreto, sé que eres Ladybug y no solo como amiga, pido tu ayuda como la superheroína que eres.

—E-espera Luka —dijo la chica tratando de procesar la información. —Yo no soy Ladybug, solo soy yo. Marinette, una chica normal con una vida normal —dijo con evidente nerviosismo.

—Lamento que te enteraras así de que yo conozco ese valioso secreto, pero enserio necesito tu ayuda —hizo una pausa. —Se porque Adrien desapareció.

La chica guardó silencio.

—Tu ganas, soy toda oídos.

...

La joven pelirroja se encontraba en ese lugar, ese lugar donde había conocido al estupido pero hermoso chico que la salvó, aquel maldito río en el que alguna vez su propia sangre y la de sus progenitores corrió, ahora era un sitio turístico en aquella tierra repleta de duendes, hadas, banshees. Cuando encontró al chico sabía que su mundo iba a cambiar pero jamás esperó que aquel chico fuera el hijo de la reina de aquellos insectos.

Cerró sus ojos recordando todo lo que había pasado y el porqué había escogido ese camino. Ella era una pequeña en ese entonces, su familia se encontraba huyendo de la mano de Roma, ya que en ese entonces dicho imperio se encontraba en expansión y la aldea donde antes vivía era una de las víctimas por lo que decidieron huir antes de perecer, pero lamentablemente fueron encontrados cerca de un río porque la familia buscaba agua y con la prevención de que aquellos individuos la mayoría de la familia fue asesinada a sangre fría, una imagen que jamas podria olvidar, pero para su desgracia fue la única sobreviviente.

Los romanos al creer a la joven muerta o por el hecho de que moriría en unas horas la dejaron con aquellos cuerpos. Pasaron varios días, tal vez pasaron meses pero ella era incapaz de separarse de sus padres, era solo una niña. Fue cuando la encontraron y lo conoció, aquel hermoso chico que podía confundirse como un dios, transmitía una vibra que te hacía permanecer tranquila, por lo que tomó esa mano sin dudarlo... Su primer error.

Se acercó mucho a aquel chico, incluso una mujer se ofreció a cuidarla, mientras crecían aprendió que en ese lugar las mujeres eran lo más cercanas a una diosa por el hecho de crear vida y aprendió las festividades, además de que su meta era ser druida, pero muchos le decían que eso era imposible pues era un puesto solo para hombres. Los años no pasaron en vano y la joven se transformó en una bella y espléndida joven, y con ello estaba tan ansiosa por celebrar la fiesta conocida como Beltane, pues se había enamorado del joven que la rescato, pero sus ilusiones se fueron abajo cuando se enteró de que su corazón ya tenía dueño.

Sin siquiera notarlo su corazón se llenó de ira, rencor, malicia, odio, por lo que no le importo adentrarse en magia oscura y separarse del pueblo que alguna vez le había brindado su mano y así encontró su meta, pero por el camino del mal.

—Yilda, tenemos que empezar —se escuchó una voz de uno de los seguidores que con los años se habían reunido. —Si, hagamoslo.

La joven colocó las cosas que traían a su maestro a la vida, o al menos al mundo terrenal. El clima cambió repentinamente y la mujer se puso a recitar unas palabras para que al final de estas trajeran a la pieza clave, la razón del odio de la joven, necesitaba la sangre del espíritu de ese rubio.

—Después de tantos años, por fin estás frente a mi —le coloco el collar que había recuperado. —Solo estás aquí para morir y con tu alma mi maestro por fin se encontrará entre nosotros usando tu cuerpo como recipiente. 

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Gracias por leer, los veo en el siguiente capítulo. 

Tanz Mit Mir [Lukadrien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora