ACEPTO

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Capítulo 7

Aaron estaba perplejo, su nariz se abría con cada pesada respiración y yo quería llorar. ¡

Maldita sea! Nunca había sido de las que lloran, pero ahora, sentir que de alguna forma estaba decepcionando al único hombre que me veía como Leia y al que le gustaba estaba desgarrándome.

Él no decía nada, solo me miraba buscando una explicación así que tomé eso como una señal para hablar.

—Cuando comenzaron los reclutamientos para la guerra mi hermano se enlistó. Él siempre quiso ser un soldado y no supuso un esfuerzo para él hacerlo a pesar de lo mucho que nos dolía el que se fuera. Meses después llegó a casa en uno de sus descansos luego de casi seis meses fuera y escapó — suspiré.

—¿Se escapó?

—Sí, tres días después de haber acabado su descanso vino la guardia a buscarlo, revolvieron la casa y nos acusaron de ayudarlo a desertar, tenían que llevarse a mi padre para evitar el castigo, así que le dieron dos días para presentarse. Yo no podía permitir que mi padre fuera, así que decidí hacerlo yo. Me vestí como él, adapté mi imagen y hasta el día de hoy he sido el soldado Leo Holder.

Él seguía sin decir nada. Su rostro era inexpresivo, pero en sus ojos había una confusión clara.

—Me castigaron, durante casi un año estuve haciendo el trabajo sucio de la basura, el trabajo forzoso en la frontera, no me dejaban agua caliente y la comida era básicamente las sobras. Superé cada castigo.

—¿Cómo es que nunca nos dimos cuenta? Nos has visto la cara de imbéciles durante cinco años, Leía.

—Mi familia estaba en riesgo — no me iba a dejar intimidar — en ese momento me importaba poco si engañaba o no a la realeza y al ejército, mi madre y yo necesitábamos de papá y si él se iba ambas quedaríamos desprotegidas, con el sueldo de soldado no nos iba a alcanzar para subsistir y yo asumí la responsabilidad. No me esperaba que entre nosotros las cosas llegaran a surgir de esta manera, nunca estuvo en mis planes.

«Me esforcé a diario hasta hacerme un nombre dentro de las filas. No me importó a quien diablos estaba engañando si con eso lograba salvar y proteger a mí familia. No sé que razones tuvo mi hermano para irse, pero sé que debió ser algo grave para que se fuera sin mirar atrás»

—No debiste hacerlo, debiste comentarlo y nosotros te hubiéramos ayudado.

—¿Cómo? ¿Dándome un trabajo de doncella en el palacio? ¿A cuenta de qué, Aaron? Sabes perfectamente cómo funciona la realeza, a ellos no les importaban las familias de los soldados más que sus hombres para luchar. Si mi padre moría luchando, mamá y yo no lo soportaríamos, viviríamos con la pensión del ejercito ¿y luego que? Nada nos devolvería a papá, no tendríamos una vida digna porque seriamos dos mujeres desprotegidas en medio de un reino dominado por hombres en el que tiene más importancia actualmente el periodo de guerra.

El no dijo nada, suspiró pesadamente y se sentó en una silla.

—¿Tu padre permitió eso?

—No. Dejé una carta y me fui, sabía que si me iba a buscar nos castigarían a ambos, así que a regañadientes lo aceptó. Todos estos años ha buscado la forma de persuadirme para que me retire, no pienso hacerlo — puntualicé.

—Si mi padre se entera de esto será un desastre.

—¿Crees que no lo sé? Vivo aterrada del día a día, no sé en que momento todo me estallará en la cara y las repercusiones que tendrá sobre todo en mis padres que es por quienes he arriesgado toda mi vida.

Ríndete a Él (LIBRO 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora