Y ASÍ SERÁ- Flor y Fede el final que se meritaban

Capítulo 64: "¡Alguien está en problemas!"

(Los ninos no mueren versione karaoke)

"¡Flor! ¿Qué significa eso? " dijo Federico sonriendo y acercándose a las ramas del árbol, que cubrían y envolvían, unas a unas,  las cunas de las trizillas como para abrazarlas y protegerlas...
"¡Es la prueba del amor profundo que mi madre y todas las madres del mundo sienten por sus hijos!" le respondió Flor, con los ojos brillantes de felicidad, acercándose también ella a las cunas.
¿Te das cuenta Federico?"
"¿De que?"
"Una madre nunca dejará de protegerte y amarte...¡Ni siquiera la muerte la puede parar!" concluyó Flor con los ojos brillantes acariciando, una a una, los pies de las niñas que estaba durmiendo y no se dieron cuenta de nada.
"¡Sí, pero esperemos que tu madre me permita acercarme a mis hijas, sin darme el choque!"   dijo Federico riendo y llevándose a María en brazos.
"¡Claro que no te pasará nada Don Freezer!
¡Mis haditas son inocuas!
¡Y además  mi mamá hice  todo esto para defender a nuestras hijas desde la bruja,  y no de nosotros!" dijo Flor acariciando las ramas del árbol y no dejando de sonreír al cielo, ni por un segundo desde la tan alegría y aliento que habían evadido su corazoncito así tan en pena.
"Cuando te dicen que una madre no te abandona ni siquiera después de la muerte y que protegerte es lo único que piensa, ¡es la verdad!" dijo Federico besando a Flor y María.
"¡Ah Federico!  ¡¿cuánto seremos felices  de ahora en adelante nosotros cinco unidos y sin nadie que pueda hacernos daño?!" dijo Flor apretando en un fuerte abrazo desde detrás a Federico, que como de costumbre se había encantado a mirar y admirar a sus hijas.
"Bueno pero todavía no tengamos que olvidarnos que Delfina está libre...." le recordó el Freezer.
"¡Bueno pero ahora tenemos mis haditas como guardianas especiales de nuestras hijas!" dijo la mujer, moviendo la cuna de Margarita, que se avía un poquito agitado.
"Si pero bueno....no puedo negar que eso que pasó me da más seguridad, pero aún más seguridad me daría ver a Delfina en una cárcel más posible lejana de aquí... "
"¿Estas insinuando que mis haditas  no están en grado de proteger a nuestras hijas?" dijo muy enfadada Flor, mientras Federico trataba de  justificarse con miedo.
"No la verdad es.....lo que quería decirte es...."

"¿Perdón?" dijo el Conde al entrar en la habitación de Flor, y interrumpiendo así la tierna pelea.
"¿Puedo entrar? ¿Tengo que decirle algo muy importante..."
"¡Claro! ¡Dinos todo Máximo!" dijo Flor acercándose y haciendo monjes al Conde, para molestar de propósito a Federico....¡Cuando se fastidiaba Flor estaba peor que una nena caprichosa!

"¡He venido aquí porque quería hablarte de un plan que Federico y yo pensamos juntos en esos días Flor!" dijo el Conde sentándose en la cama de Roberta.
"¿Un plan? ¿Pero contra quién? ¿Para hacer qué?" preguntó la mujer  mirando a Federico preocupada; ¡se recordaba bien que la última vez que habían seguido un plan del Conde, Tomás y Federico casi terminan quemados vivos por las llamas!
"¡Si Flor es así; el Conde y yo tenemos un plan para hacer que Delfina salga al descubierto de una vez por todas y sea arrestada!" dijo Federico,  después de haber puesto a María en la cuna y haber acariciado a sus otras hijas, que dormían como angelitos ¡serenas y con un enorme sonrisa sobre el tierno y pequeño rostro!

"¿No entiendo qué quieren hacer? ¡No me asusten por favor!" preguntó Flor muy angustiada, mientras apretaba a Federico que se había sentado a su lado sobre la cama.
"Bien.... Como tú ya bien sabrás, Delfina está obsesionada contigo y con toda la familia Frizenwalden, ¡y nunca te dejará en paz mientras esté libre!" dijo el Conde, que parecía muy seguro de sí mismo y muy decidido en lo que estaba diciendo.
"Es por eso que tenemos que atraparla y hacer que la encierren..¡pero esta vez para siempre!
"Flor tiene que ser claro para ti....¡Delfina tiene que pasar el resto de su vida en la cárcel!
¡Sólo así nos  permitirá a vos y a nuestras hijas de vivir una vida segura y en paz! ¿Entiendes mi amor?" intervino Federico, acariciando delicadamente toda la espalda de Flor, que estaba muy triste y desconsolada.