Capítulo 70: "¡Nunca seráis feliz!"

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"¡Delfina! ¡Delfina ha hecho daño a nuestras hijas!" comenzó a gritar y llorar desesperadamente Flor, mientras Federico la agarrò fuerte en sus brazos y le besò dulcemente la frente, tratando de consolarla.
"¡Tranquila mi amor! Delfina está encerrada en Japón...¡No puede hacernos ningún daño!...Fue solo una pesadilla...." le dijo el Freezer, que también él había sentido lo que sentía Flor, solo que no quería aceptarlo y hacer preocupar aún más a Flor....
Ambos habían sentido algo romperse dentro de su propios almas y tenían escalofríos de miedo por toda la espalda, como si una tormenta estuviera a punto de caer sobre de ellos....

Así que, tomados por el pánico y el miedo, se fueron corriendo al pasaje de los besos donde encontraron a Martin llorando en un banco.
"¡Martin!" gritó, cada vez más asustada y ansiosa, Flor que detenía muy fuerte a su pecho la nuez de su mamá...¡Era lo único que le quedaba!
"¿Martin qué pasa? ¿Dónde está Marina? ¿Dónde están nuestras hijas?" comenzó a gritar Federico, que se sentío morir y sofocar todo de repente ..; ¡igual que Flor sentía en el pecho una sensación horrible, como si algo terrible estuviera a punto de pasar!

En cuanto Martin vio a los dos tan desesperados y preocupado tuvo un ataque de asma...; Él también estaba profundamente conmocionado y ansioso, y tan pronto como Flor logró tranquilizarlo y hacerle pasar el ataque, el chico comenzó a contar:
"Marina y yo estábamos aquí, tomando un helado con las trillizas....; y luego me fui al baño porque me manché la camiseta con helado, pero cuando volví..."
"¿Qué pasó, Martin? ¿¡Donde están nuestras hijas por Dios?!" preguntó muy agitado Federico, gritando y sacudiendo al pobre Martin, que estaba cada vez más asustado, mientras Flor intentaba defender y tranquilizar al muchacho de la ira de Federico, que cuando le tocaban a sus hijas se volvía un loco.
"¡Federico!" exclamó en lágrimas y con un fil de voz Flor, que ya había entendido lo que Martin le hiba a decir.

(Que se siente)

"Cuando volví desde el baño....¡Ni Marina y ni las niñas estaban más aquí! Se fueron...." dijo Martin todo de un aliento, lanzándose desesperadamente en los brazos de Flor, que estaba completamente perturbada y destrozada....¡Sus malos presentimientos eran más que correctos!
"¿Pero qué quiere decir con que no estaban? ¿A dónde se fueron? ¿¿¡Donde se fue Marina con mis hijas por dios??!" gritó y gritó Federico, siguiendo caminando por el la calle y lanzando puñetazos contra todo lo que encontraba, cada vez más agitado y feroz.
"¡Fue Delfina Federico!" le dijo completamente destroza Flor, agarrándole el puño socio de sangre.
"Marina dejó esta carta..." dijo Martin, dándole la carta a Flor que, entre lágrimas y sollozos, la comenzó a leer mientras Federico se detenía muy fuerte por su ventre:
"Hola, hermanita, si estás leyendo esta carta significa que ahora estoy en un lugar muy, pero muy lejano y secreto juntos a tus hijas..."
"¡No! ¡No! ¡Maldita!" exclamó Federico, alejándose de Flor y empezando a patear todos los botes de basura que había en la calle.
"Si quieres ver a tus hijas sanas y salvas, harás todo lo que yo te diga:
¡Vete a casa y no le digas nada a nadie, ni a la policía, ni a los vecinos, ni a nadie que pueda ayudarte!
Atiendes y espera mi llamada de rescate, ¡Siempre si no me canso antes de los llantos de tus hijas y no los tiros en la mar!"
Flor temblaba y se sentía desmayar, ya no podía seguir en la lectura; sus ojos estaban abiertos y ausentes, como si quisiera alejarse y rechazar la realidad que la rodeaba....¡Estaba completamente paralizada!
"Y por último, quiero recordarte a vos y a el estupido de Federico algo:
¡Mientras Delfina Santillán Torres Oviedo Frizenwalden vivrà, ustedes nunca seráis feliz!" siguió leyendo Federico, antes de arrancar y lanzar la carta al aire.
Los dos enamorados se sentían extremadamente vacíos y desprovistos de todo tipo de emoción, sólo podían llorar o sollozar, todo en su alrededor se había vuelto oscuro y vacío....¡No tenían motivos para vivir si sus hijas ya no estaban a su lado!

Y ASÍ SERÁ- Flor y Fede el final que se meritabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora