(Y la vida)
Todos estaban re felices en el bautizo de las trillizas:
Federico, que todavía estaba bastante molesto por la presencia de Delfina, para distraerse un poco estaba meciendo dulcemente a la pequeña Esperanza y eso funcionaba a la grande.
Cada vez que Federico mecía a sus hijas se olvidaba de todos los problemas y las molestias, para ser sereno y en paz le bastaba solamente mirar y repitir una y otra vez a sus hijas cuantos las amabas y adorabas.
"!Sois mi vida! !Os quiero más que a nada en el mundo, y estaremos juntos para siempre!
Les juro que nunca más nada y nadie nos separará..." le repetía a la pequeña Esperanza, que como de costumbre se había dormido después de las tres primeras palabras de su padre.
"Ah amor, esperemos que con el pasar de los años tu padre se darà cuenta de que necesitas salir y vivir tu vida sola..¡Y que no haga siempre la sanguijuela como ahora!" dijo Flor dirigiéndose a la niña y sentándose al lado de Federico que la miró un poco mal.
"¡Dale amor!.... ¿Por qué me miras así?" dijo Flor riendo y acariciando el pelo del Freezer.
"Sabes que es la verdad.....¡Vos estás un poco obsesionado y morboso con las trillizas!" dijo Flor con unas grandes sonrisas como para ser perdonada por Federico.
"Son mis hijas y es normal que las ames más que mi propia vida y que quiere demostrárselo siempre...." dijo el Freezer un poco molesto y alterado, pero al mismo tiempo dulcemente porque sabía que Flor estaba bromeando.
"Sí, lo sé mi amor...¡Y por eso te quiero aún más!" dijo Flor agarrando a Federico en un fuerte abrazo desde atrás y mirando, junto a él y con una inmensa felicidad, su familia finalmente serena y feliz.
Adelante de ellos estaba todo lo lindo y más maravilloso que la vida le pudiera dar:
Los chicos que jugaban alegre y despreocupadamente al fútbol en jardín, con Greta como árbitro que había recibido un balón en la cabeza y el Freezer listo para regañarlos.
Maia con la ayuda de Matias y Olivia con la de Franco que amamantaban amorosamente a María y Margarita, mientras Delfina, que aún no se sentía digna de formar parte de esa familia, junto con Sofía que la apoyaba y sostenía admiraba la graciosa escena igual que Flor entre los calientes brazos de su principito.
Por un instante las miradas de las dos hermanas se cruzaron y se dieron un dulce y silencioso adiós, porque a pesar de que Delfina había perdido toda las esperanzas, Flor todavía creía que tarde o temprano las dos se reencontrarían y Delfina podría ser una gran y preciosa tía para sus hijas...*****
La familia Frizenwalden estaba así tan ocupada disfrutando de ese momento así increíblemente feliz, tanto como esperado y negado hasta aquella hora, que ni oyó el timbre de la casa sonar y sonar durante horas y horas...
Y sí, por muy feliz e increíble que pareciera ese momento, el hombre misterioso seguía esperando de entrar en esa casa para destruir toda esa felicidad...¿Lo logrará esta vez?
¿Cuáles son sus intenciones?*******
"¡Máximo por favor, ven aquí!" dijo Federico, apenas vio a Maximo pasarle por adelante.
Esperó que Flor se fuera con Olivia y Maia a hacer dormir a las niñas en su habitación, antes de hablar con el Conde porque no quería preocupar a su amada con sus malos pensamientos.
"¿Que quieres Frizenwalden?" preguntó un poco agitado Maximo, porque tenía miedo de que en cualquier momento Delfina podría decir toda la verdad, incluso sobre él y sus mentiras.
"¡Primero no me llames Frizenwalden que me molesta y segundo escúchame bien porque tengo que decirte algo muy importante!" dijo Federico apoyando, extrañamente, una mano sobre el hombro de Máximo..; Los dos vistos de lejos parecían incluso dos buenos amigos...
"¿Qué pasa? ¿Qué tenies que decirme de tan importante? ¿Es algo malo?" preguntó el Conde, siempre muy preocupado de que sus malas acciones salieran a la luz.
"Quería preguntarte algo...." empezó diciendo Federico, mientras Delfina se acercó a los dos hombres, porque tenía curiosidad de echuchar sus discurso.
"¿¿Que cosa??"
"¿Recuerdas el tiempo en que hablamos de Lorenzo? ¿Me dijiste que descubriste que Delfina estaba casada con él y que luego descubrimos que había muerto en un accidente de coche en Bolivia?" le preguntó Federico al Conde que estaba tratando de hacer mente local, mientras que Delfina escuchando las palabras del Freezer se quedó muy agitada y sorprendida....;
Ella no sabía si intervenir o no, pero seguramente se podía entender por su expresión que ella sabía algo sobre el supuesto accidente de Lorenzo en Bolivia y que no sabia se contarlo o menos...¡Igual parecía muy asustada!
"¿Si porque?" le preguntó muy perplejo Máximo, no entendiendo donde Federico quisiera ir a parar.
"¡Porque no entiendo el motivo por el que Delfina quiso tanto contarnos sobre su matrimonio con Lorenzo, si él murió!
Si hubiera estado vivo entonces habría tenido sentido lógico, pero sabiendo que su marido es muerto su casamiento con él es irrelevante para mí y para Flor...." explicó Federico.
"Yo y Flor podíamos casarnos antes de su confección tranquilamente, y si no lo hicimos fue solo para esperar el nacimiento de nuestras hijas y después por el sequestro y todo lo que nos hizo pasar esa maldita mujer...."
"¿Vos estás completamente seguro de que Lorenzo está muerto?
¿Tienes alguna prueba que lo demuestre?" le preguntó Máximo a Federico, que estaba por responder cuando de repente se giró a mirar a Delfina, que estaba detrás de ellos con un cara muy pálida.
"¡Delfina! ¿Qué haces aquí atrás y por qué estás tan pálida? ¿Estás bien?" le preguntó Máximo, acercándose a la mujer que antes de desmayarse entre sus brazos, le susurró unas palabras confusas y incomprensibles al oído:
"Lollo...... Lollo está cerca... Lollo...el general.... el doctor chuquaqua"
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Y ASÍ SERÁ- Flor y Fede el final que se meritaban
FanfictionEL CUENTO NUNCA TERMINA! Una segunda oportunidad para el Freezer y Flor!