Y ASÍ SERÁ- Flor y Fede el final que se meritaban

Capítulo 50: "Un pequeño secreto entre el Conde y Flor...."

(Moby colona sonora de Floricienta)

"¡Ay Amor todavía no me creo que tendremos dos niños.... dos! ¡Dios míos! ¡Es todo así maravilloso que no lo puedo creer!" siguió diciendo incrédulo pero muy feliz Federico, por todo el camino desde el hospital a su casa; mientras Flor lo corregía diciéndole que serían dos niñas.
Tanto Flor como Federico estaba muy contenta y entusiasmada, mientras Máximo estaba todavía conmovido y durante todo el viaje no dijo  una sola palabra.....
A pesar de que le dolía de verdad mucho ver a la mujer que amaba tan feliz y completa con un otro hombre, él sabía que Flor era verdaderamente feliz y eso le bastaba para vivir sereno y tranquilo....;  y además, ahora que Federico le estaba menos encima él se sentía más libre de estar cerca de Flor....... Por supuesto, solo como amigo......

*****

Justo después de traer a los futuros padres a casa, Maximo fue a la cárcel con Delfina....
¿Quién sabe qué intenciones tenía nuestro querido Conde? ¿Y qué querrá desde Delfina?

"¿Otra vez aquí traidor?"  le dijo Delfina, haciendo la indiferente  y la irritada, en cuanto la vio llegar a su celda.
"Sabes muy bien lo que quiero..." le respondió Maximo, llevándose inmediatamente tan pronto como Delfina intentó acariciarle la cara para provocarlo.
"¡Y sabes que nunca te lo daré! Ahhahaha" dijo la bruja haciendo su habitual risa maléfica con sus compañeras de celda que le hacían el coro detrás.

(Moby colonna sonora di Flor )

"¡Delfina, por favor! Si no lo quites hacer por Flor o Federico ¡hazlo por mí!
¡Hazlo en honor de nuestra historia de amor! ¡Por favor!" le dijo Maximo tomándola de lado.
"¿Pero qué historia de amor? ¿La nuestra? ¡Me das pena Maximo! ¿Sabes?" dijo Delfina que si se volvía hacia sus compañeras de celda y se reía, aunque por su cara y por el tono de voz agitado y seco que tenía, se podía entender perfectamente que estaba herida.
"¡Me has mentido! ¡Traicionado! ¡Usado y engañado! ¿Para qué?
¡Para dar una vida feliz y serena a tu amada Florcita!" dijo la bruja con tono sarcástico, mientras Maximo se calentaba cada vez mas.
"¿Y tú qué has ganado con eso? ¿Te  ganaste el privilegio de estarle  siempre al lado como un perrito? ¡Nada! ¡No tre ganaste nada!
¡Estás solo y más triste que nunca! ¡Haces tanto por ella y ella te repaga formando una familia con otro hombre delante de tus ojos!"
"¡Basta! ¡Detente!" la interrumpe Maximo cada vez más alterado.
"¡Eres un patético Máximo!" dijo Delfina  secándose el naso en el pulso, para detener las lagrimas y mirándolo con una mirada asqueada.
"Escuché que te fuiste a vivir a la mansión Frizenwalden para ser el perrito fiel de Flor, que en cuanto tiene un deseo, se hace en cuatro para satisfacerla, y ella sólo te explota porque Federico no la complace en todo."
Delfina se acercó al oído de Máximo, que si no hubiera sido separado de ella por los barrotes de la celda, la habría estrangulada con mucho gusto.
"¡bau.... .bau.....bau....perrito! Ahahhhah" seguía provocándolo la bruja.
Maximo sonrió, era casi como si sus provocaciones y ofensas se deslizaran sobre él sin golpearlo mucho y luego mirando a Delfina directamente a los ojos le dijo:
"¡No! ¡Te equivocas! ¡No soy el perrito de nadie!
¡Si estoy al lado de Flor aunque ella esté con otro, es porque yo lo quiero!
Sí, es verdad.... Flor y yo nunca estaremos juntos... nunca.
Nunca seré el padre de sus hijos y ni su marido..."Maximo hizo una pausa mirando con cada vez más satisfacción Delfina, que casi no podía soportar su mirada.
"¡Pero seré su mejor amigo, su confidente, su escudo humano para protegerla de vos!"
Aunque ella no me ame, yo nunca dejaré de amarla...¡Nunca! y no me avergüenzo de eso...." siguió diciendo Maximo que luego, con un tono frío y duro, le dijo a Delfina que hacía la indiferente:
"Mientras de estar  a tu lado y por un momento sentír algo por ti, ¡sí que me avergüenzo!
¡Me das asco, Delfina!" Y se fue, dejando a Delfina sin palabras, que cayó en tierra en un misterioso estado de catatonia.