Capítulo 72: "El milagro de Delfina...."

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"¿Delfina qué hace Maximo contigo?" gritó como nunca Federico, que por una vez que había confiado completamente en el Conde, en ese momento se sentía profundamente traicionado y burlado.
"No puede ser Federico....." dijo abaja voz y temblando Flor.
"El nos dijo siempre de ser nuestro amigo...¡Es una buena persona! No puede habernos engañado así por todo ese tiempo...."
"¡Tranquilos! ¡Tranquilos! ¡Vuestro  perro  fiel no os ha traicionado!
Lo llamé y amenazándolo con lastimar a las niñas lo obligué a venir a mí..."  dijo Delfina mirando a Maximo directamente a los ojos con una mirada intensa, pero casi dulce... no era su mirada fría y venenosa habitual.
Delfina había mentido, porque a ella le convenía mucho que Flor y Federico confiaran en el Conde, pero quizás en el fundo de su corazón lo había hizo también para no herirlo y traicionarlo, para protegerlo....De otro lado cada vez que ella estaba cerca de él, algo en su corazón y en su alma cambiaba...se convertía en una persona quizás mejor...
¿Será Amor?

"¿Delfina qué quieres de nosotros?"  dijo Federico, cada vez más enojado y tomando violentamente el teléfono de las manos de Flor,  que no dejaba de llorar un momento.
"¡Pero que placer! ¡Paso desde la  llorona al perro furioso!" exclamó Delfina riendo malvadamente y asustando a las niñas, mientras el Conde la miraba cada vez más disgustado....¡En su ojos derramaba todo el odio que probaba en aquel momento por la mujer!
Él no podía entender cómo fuera posible que en la mujer que tenía antes de sus ojos podía vivir así tanta maldad gratuita,  y tanto odio para Flor que era su hermana y que a pasar de todas las maldades siempre la había perdonada...

"¡Delfina, por favor, dinos cuánto dinero quieres y te daremos todo lo que nos vas a pedir! ¡Todo! ¡Pero devuélveme a mis hijas por favor!"dijo Flor desesperada en lágrimas y sollozos, que mientras tanto tomó el teléfono de las manos de Federico, que estaba más alterado que nunca.
Flor no quería responder con odio a Delfina, porque sabía que esa última respondía siempre con una venganza atroz a los ataques, y por eso temía que pudiera lastimar a sus hijas.
"¡No es el dinero lo que quiero esta vez!" dijo Delfina, más fría que nunca.
"¿Entonces que quieres?" preguntó Flor, acariciando la cara de Federico como si fuera la última vez que lo haría, sabía lo que Delfina le pediría.
"En unos minutos Maximo volverá a casa con unos papeles para ustedes, que deberéis firmar..."
"¿De que documentos se trata?" preguntó Federico, con los ojos cargados de miedo.
"Documentos con los cuales tú, mi querido tonto, aceptarás hacer nuevamente válido y  indisoluble  nuestro casamiento...;  ¡Y con los cuales me confiarás definitivamente la tutela de tus hermanos, y además me cederás tu casa y todos tus bienes!
Y attecion me estaba olvidado....¡Además, quiero que retiren todas las denuncias a mi cargo gracias! ¡No me gusta por nada la vida de fugitiva!" dijo Delfina riendo de mal gusto y asustando así de nuevo a las niñas que seguían llorando, excepto Margarita que siempre estaba tan tranquila y serena.

(Chaprichos version karaoke)

Con ella Delfina había logrado instaurar una relación muy especial...; Era la que más mecía,  y de vez en cuando con ella se le había escapado también alguna caricia....A diferencia de que con Esperanza y María, que seguía golpeándolas en sus brazos sin preocuparse de hacerles daño...
Flor y Federico se miraron por un momento, sus corazones se rompieron  en mil pedazos y sus almas se oscurecieron.
Se apretaron fuerte la mano el uno al  otro, y con el último hilo de voz que le quedaba, dijeron:
"Esta bien, tráenos todos los documentos necesarios..."

(Un enorme dragón version karaoke)

"¡Perfecto! ¡Sabía que tarde o temprano lograría separarlos para siempre!" dijo Delfina, riéndose malvadamente antes de cerrar la llamada, mientras Flor y Federico se apoyaron en las cunas vacías de sus hijas...y silenciosamente, con los ojo llenos de lágrimas y dolor, se despidieron para siempre el uno del otro.....
"¡Escúchame bien Delfina!" dijo Federico, ferozmente, antes de cerrar la telefoneada.
"Podrás obtener mi casa y hasta el control de mi vida....Me podes llevar mis hermanos y mis afectos, pero nunca tendrás mi Amor y mi respecto...¡Nunca en la vida!"
Delfina cerró la llamada y miró al Conde, como a buscar en él todo lo que le negaba Federico.

Y ASÍ SERÁ- Flor y Fede el final que se meritabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora