"¡Está todo bien Federico, no hagas así! ¿Has leído bien? ¡Delfina ha cambiado, nos ha devolvido a las niñas y nos permitirá vivir finalmente felices para siempre! Y muy pronto nos devolverá también a Margarita....verás. ¡Ahora pensemos en Esperanza y María que necesitan estar en los brazos de sus padres después de todo ese tiempo sin nos!" dijo Flor, tratando de calmar el ánimo nervioso del Freezer, ¡Que no parecía quererse calmar por nada en el mundo! "¿Pero cómo puedo estar tranquilo Flor? ¡Mientras que esa loca todavía tiene a nuestra hija y ni siquiera sabemos qué intenciones tiene! ¿Como podemos saber que tiene de verdad buenas intenciones? ¡Quizás quiere escaparse lejos solos con Margarita porque tres niñas son demasiados difíciles de manejar! ¿Es posible que no lo entiendes?" empezó a gritar cada vez más nervioso y asustado Federico; Mientras Flor seguía meciendo a María, nerviosa y asustada por los gritos de Federico. "¡Es un milagro Federico! Delfina me devolvió a las niñas y dejó una carta diciendo que podemos estar juntos sin que ellas m nos obstaculiza... ¡Delfina ha cambiado! ¡Es un milagro! ¿No lo entiendes? Yo lo sentí..." insistió Flor, aludiendo a una suave y dedicada sonrisa..; Sólo cuando ella habría tenido también a Margarita entre sus brazos podría sonreír y ser completamente feliz, aunque ya no tenía miedo porque estaba más que convencida de que Delfina había cambiado, y que por nunca le haría daño a su niña. "¡Basta! ¡Ahora voy a buscarla y me oirá bien esa maldita bruja!" dijo Federico besando a Flor y a sus hijas en la frente, antes de ponerse la chaqueta y tomar las llaves del coche furioso. "¡Venimos con vos!" exclamaron Franco, Nicolás y el Conde, que nel mientras había vuelto a la casa Frizenwladen desde su encontrò con el hombre misterioso, preparándose también ellos para salir.
(Y asi sera version karaoke)
"¡No Federico! ¡Por favor, quédate conmigo! ¡Ahora tus hijas y yo te necesitamos!" dijo Flor agarrando fuerte así el brazo de Federico, mientras aún tenía en sus brazos a María, que no paraba de llorar...; Mientras Esperanza se había dormido tiernamente en los brazos de Greta, que la estaba meciendo amorosamente desde su regreso a casa. "¡Deja que Máximo y los chicos la busquen! Quédate con nosotros vos, por favor..." le suplicó Flor, que ahora que había recuperado a sus hijas no quería perder a su Federico... Tenía miedo de que tal vez tomado de la ira, Federico pudiera cometer una locura hacia Delfina que lo habría alejado otra vez de ella. Federico, aunque intentó hacer valer sus razones más veces, al final no pudo resistir a la mirada aterrorizada y desesperada de Flor...; Así colocó las llaves del coche en el mueble, se quitó la chaqueta y abrazó a Flor por detrás, y juntos después de hacer las debidas recomendaciones al Conde y a los muchachos que fueron a buscar a Delfina, se pusieron a acunar a María y Esperanza mientras el resto de la familia los miraba sonriendo.... Por fin una pequeña luz volvió a iluminar los rostros de esa triste y destruida familia...
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"¿Delfina qué estás haciendo?" gritaba al teléfono Maximo, después de haber recibido otro mensaje en la segretaria de su celular desde la mujer. Él y los chicos se habían dividido las áreas para buscar más velocemente a la mujer, y ahora el Conde estaba en el coche buscandola por una zona abandonada de la ciudad. Tenía siempre bien apartada en sus manos la nuez de Flor, que le daba la fuerza y el coraje necesarios para buscar a Delfina y reparar sus errores..; Él se sentía profundamente culpable, porque sabía que era toda culpa suya, si solo no hubiera liberado a Delfina..¡Las niñas nunca serían estadas lejos de los padres!
(Mamas del alma de Nini)
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