"Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴄɪɴᴄᴏ"

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Pesadillas con olor a melocotón


Yoongi avanzó por el gran salón acomodando su traje negro, con todas las miradas sobre él mientras que solo sus pasos podían oírse en un eco casi escalofriante por todo el salón. Las velas del candelabro solo iluminaban el centro del lugar, cosa que era extraño para él, pero tan acogedor que ni siquiera le importó. Las personas se alejaban cediendo el paso al rey, reuniéndose en un círculo que terminó encerrándolo junto a dos personas más. Park Jimin apartó la mirada de su desconocido acompañante y dejó de sonreír. Sus ojos se iluminaron ante ma visión de Yoongi y sus dedos acariciaron la copa de vino en sus manos. El acompañante del Omega hizo una mueca de disculpa y tomó la copa de Jimin, quitándosela de las manos, retrocediendo hasta unirse al resto de las personas, dejándolos solo a ellos en medio de toda la atención.

Yoongi acortó un poco la distancia entre él y el Omega, miró sus ojos verdes y su mano fué hasta la mano de Jimin, tomándola. La apretó suavemente y tiró de ella en un intentó de que se acercara a él, pero Jimin solo continuó obsevándolo en silencio y quieto.

-¿Por qué estás con otro Alfa?-Reclamó en voz baja, pero aún así su voz resonó en el lugar.-Todo el mundo está mirando, todos saben que me estás engañando.

Jimin sonrió y negó con su cabeza, como si Yoongi fuera estúpido.

-Estuve esperándote.-Aseguró el Omega acercando su mano libre a la mejilla de Yoongi, acariciándolo.-¿En dónde has estado?

-No mientas.-Espetó Yoongi girando su rostro para evitar el tacto de Jimin en su mejilla, sintiendo su rostro hervir por su enojo.-Dime ¿Piensas irte con él y dejarme?

-Yoongi, mírame.-Pidió Jimin.

Escuchar su nombre salir de la boca de aquel Omega lo hacia sentir cálido y a gusto, así que lo miró de nuevo a los ojos. Jimin sonrió con suavidad.

-No iré a ningún lado. Me quedaré contigo.

Yoongi sostuvo con fuerza la mano de Jimin y se sintió temblar ligeramente ante el cosquilleo repentino de su estómago. Jimin se acercó hacia él un paso más y un ligero sonrojo pintó sus mejillas regordetas, dándole un aire adorable.

-¿Me veo lindo, Yoongi?-Susurró a penas, con ligera preocupación en su mirada y una sonrisa vacilando en sus labios.

Yoongi parpadeó y miró a Jimin de pies a cabeza, tomándose un momento para mirarlo y poder contestar a su pregunta. Jimin vestía de blanco, incluso sus zapatos y su gargantilla lo eran. Parecía un ángel y Yoongi no podía negarlo, incluso le hacía gracia que Jimin preguntara cómo se veía, porque era notorio que Jimin era hermoso incluso más allá de su atuendo.

-Te ves precioso.-Aseguró Yoongi con voz calmada, inhalando el aroma a melocotón y menta del Omega a medida de que Jimin se apehaba más a su cuerpo.

El Omega rozó sus narices juntas y sonrió genuinamente, sus ojos llenándose levemente de lágrimas.

-Alfa.-Musitó Jimin con ternura, embelesado con las palabras del mayor.

Yoongi parpadeó con suavidad cuando los labios de Jimin acariciaron los suyos en leves roces, provocando que Yoongi quisiera darle un beso, pero finalmente Jimin ocultó su rostro en la curvatura de su cuello y lo besó suavemente. Yoongi lo rodeó de la cintura con sus brazos cuando Jimin lo abrazó con fuerza, reteniéndolo en su lugar. Yoongi subió la mirada luego de olisquear el cabello de Jimin y toda la calidez abandonó su cuerpo cuando miró a la mujer frente a él. Su madre lo veía con orgullo, sus manos se juntaban sobre su pecho y lágrimas resbalaban por sus mejillas. Su gran vestido blanco estaba sucio y su cabello largo y negro se veía descuidado. Yoongi intentó retroceder en el momento en el que miró un agujero en la mejilla de su madre, lleno de sangre, gusanos y tierra. La escuchó sollozar, luego escuchó a Jimin sollozar.

REIGN: El amor sobre el trono | Yoonmin | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora