"Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏs"

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La corona en la cuerda floja

El Alfa pareció completamente fuera de lugar por un par de segundos. Llegó a creer que escuchaba mal, que su oído podía estar fallando o que incluso se estaba imaginando a aquel Omega diciendo aquellas palabras. Pero supo que las probabilidades de que aquello pasara eran realmente bajas, así que luego de unos largos segundos de confusión volvió a su usual molestia, la cual por tal comentario se intensificó. Negó mientras parpadeaba para volver a sí.

-¿Qué mierda estás diciendo?

-Por favor, sentémonos.-Pidió Park Jimin. Sus labios se apretaron un poco y sus ojos reflejaron algo de inseguridad.-Hablemos con calma.

Sin decir nada más, Jimin junto sus pequeñas manos regordetas frente a él y miró con grandes ojos verdosos al hombre frente a él, el cual se había acercado peligrosamente a su indefenso cuerpo con amenaza y serias intenciones de sacarlo a patadas de aquel lugar. Sorprendentemente, Yoongi no logró ni siquiera asustarlo, el rubio mantuvo su postura, parecía tranquilo y extrañamente contento con estar en su posición, demasiado extraño e inusual para el Alfa. Como si para él fuera natural lidiar con Yoongi. El lobo interior del pelinegro gruñó profundamente, provocando que Yoongi mostrara sus colmillos al rubio por instinto, sin embargo el parecía fascinado con aquella muestra de su profunda rabieta. A pesar de no estar sonriendo, Park Jimin parecía pintar felicidad en su mirada y aquello desesperaba a Yoongi, porque nadie nunca actuaba así ante él.

-¿Crees que quiero sentarme?-Gruñó Yoongi en voz baja.

-Después de todo usted ha venido a almorzar, Majestad.-Le recordó el Omega pestañeando un par de veces.-No quiero ser la razón por la cual deje de comer.

-¿Qué te parece si te arranco esos ojos coquetos y me los como así sin más?-Propuso Yoongi inclinándose hacia su rostro y mostrando claramente sus colmillos superiores.

-E-Eso es...Un poco grotesco, Majestad.-Admitió Jimin en un murmuro bajo.

-A mi me agrada mucho la idea.

-Yoongi, déjalo tranquilo.-La voz del Alfa mayor resonó en la habitación con advertencia.

Yoongi y Jimin se miraron unos pocos segundos más a los ojos y Yoongi arrugó un poco la nariz en medio de otro gruñido.

-No te sientas protegido solo porque él está aquí, su presencia no cambia en absoluto mis acciones.-Le aseguró Yoongi.-Deberías tenerme miedo.

Más que una sugerencia, aquello sonó como un pensamiento confundido que se le escapó por la boca. Porque no entendía la tranquilidad del rubio.

-Estoy muy seguro de que es así, Majestad.-Asintió Jimin aún sin parecer afectado por las palabras del Alfa frente a él.-Pero no estoy asustado.

Lejos de estarlo el Omega crispó un poco sus labios, conteniendo una sonrisa que amenazaba con mostrarse a toda costa, mirando como las fosas nasales del Alfa se extendían levemente por su contenida e inestable respiración. Jimin, aquel Omega, creía que a pesar de estar comportándose de manera violenta y algo maleducada, Yoongi eran muy lindo, más de lo que había dicho alguna vez su institutriz, más de lo que pudo haber haber imaginado él alguna vez en tanto tiempo más allá de los vagos retratos, durante tantos años de encierro, clases y lecciones. No evitó suspirar de alivio al estar al fin frente al Rey y Yoongi lo notó de inmediato, así que se alejó de él enseguida, apretando sus labios.

-Lo que sea que tengas que decir será después de mi almuerzo. No me gusta comer frío.

Jimin asintió con un rayo de esperanza reflejándose en sus ojos. Yoongi pasó por su lado casi empujándolo con su hombro y comenzó a caminar en dirección a la cabeza de la mesa, tomando el que se suponía era su asiento. No le gustaba comer ahí, así que tomó los cubiertos de mala gana y miró el ventanal junto a la mesa. ¿Quién había apartado las cortinas sin su permiso? Le llenaba de ira, pero ya que iba a comer intentó pasarlo por alto. No comía en la oscuridad después de todo. Miró la comida frente a él y se saboreó los labios levemente, sintiendo su estómago gruñir. Fijó su mirada en un pollo con vegetales frente a él y estiró su mano para alcanzarlo, pero un par de cubiertos llegaron primero. Yoongi miró con sorpresa e impaciencia al Omega que tomó asiento a su lado sin que este se diera cuenta y este de limitó a cortar en pollo.

REIGN: El amor sobre el trono | Yoonmin | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora