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Jimin miró sus manos sangrar mientras rodeaban el cuchillo en manos de su tía. Estaba a solo centímetros de hundirse en su vientre, el mismo en el que crecía poco a poco su bebé. Si sus reflejos no lo hubieran empujado a sostener el cuchillo eso habría sido todo para él. Sus manos temblaron, pero el miedo fue reemplazado por la ira y su instinto de protección salió a flote.

-No tocarás a mi bebé.-Aseguró Jimin.

-Solo pensaba hacerlo un poquito, pequeño Jimin.-Soyeon le sonrió con malicia y retrocedió su ataque, cortando más las manos de Jimin.-¿De qué me sirve matarlo? Me beneficiará más que huelan tu asqueroso y empalagoso aroma a embarazado.

-No puedes atacar mi vientre sin matarlo, no seas estúpida.

Soyeon miró el cuchillo en su mano y lo arrojó lejos. Jimin tanteó su cintura, pero no tenía su navaja, probablemente la había perdido. Soyeon le dió la espalda en medio de un suspiro y Jimin se apresuró a tomar el jarrón sobre la mesa sin dudarlo.

-El heredero de Busan en el vientre de mi sobrino. ¿No debería eso llevarme también al castillo...?

La pregunta fué opacada por el estruendo de la cerámica rompiéndose sobre la cabeza de Soyeon. La Alfa cayó al suelo con un golpe seco y se mantuvo quieta, lo suficientemente quieta como para que Jimin se moviera con la libertad se huir. Antes de poder llegar a la puerta la voz de la mujer se elevó débilmente.

-Pequeño hijo de puta...

-Tú jamás pondrás un pie en el castillo.-Jimin la miró con ira por encima de su hombro.-Jamás lastimarás a mi bebé. Y jamás volverás a tocarme o verme.

-¿Eso crees?-Soyeon rió mientras intentaba recomponerse.

-Te lo prometo.-Jimin apretó los dientes.-Si vuelves a aparecerte en mi vida me encargaré de que mueras.

-No dejaste nada de tu madre por fuera.-Gruñó ella recomponiéndose y mirándolo con ira.-Espero que mueras también.

Antes de que ella pudiera llegar a él Jimin abrió la puerta y corrió con fuerza a través de las personas en las calles. Corrió sin destino, solo con la esperanza de encontrar ayuda.

Quería volver a Kusan para buscar a su abuela, pero ni siquiera pudo verla y dudaba que pudiera hacerlo. Tenía el presentimiento de que aquel día su estadía en Kusan terminaría, ya fuera porque terminara escapando o en las garras de la muerte.

Un par de manos lo sostuvieron tan fuerte de su camisa que casi lo hacen caer, pero lo sostuvieron con más fuerza. Lee Jongsuk se posó frente a Jimin y lo empujó hacía un callejón con toda la intención de esconderse, pero Jimin fué tomado por otra persona desde atrás y lo alejaron del guardia. Fué cuestión de segundos para que también lo inmovilizaran entre tres para igualar su fuerza de Alfa. Jimin peleó con los guardias de Kusan en un intento por liberarse, pero eso era todo, lo habían capturado

-Lee Jongsuk.-Jimin llamó con la voz ahogada, viendo a los guardias multiplicarse a su alrededor.-No luches, por favor. No quiero que salgas lastimado por mi culpa.

-¡Alto!-La voz de Hyunjin se escuchó detrás de algunos guardias.-¡Por favor, suéltenlo! ¡Es mi hermano menor! ¡¿Qué les ha hecho?!

Todo quedó en completo silencio cuando un caballo se detuvo cerca del ajetreo. La persona que bajo logró que los guardias abrieran el paso para él y fué sencillo que se acercara a Jimin. Hyunjin trató de acercarse también, pero fué retenido por uno de los guardias.

Jimin distinguía al hombre a pesar de que jamás lo había visto en persona. Su pulcra vestimenta, joyas y altanería al caminar lo gritaban. ¿Pero que hacía el Rey de Kusan en la casería de un Omega fugitivo?

REIGN: El amor sobre el trono | Yoonmin | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora