"Cᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅᴏᴄᴇ"

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“Conversaciones vergonzosas”

Decir que un Omega era inteligente era casi una tontería. Tal vez podría ser verdad, pero a nadie le importaría realmente, no estaban hechos para ser inteligentes. Estaban hechos para tener crías, cuidar del hogar y de su Alfa. Eso le habían enseñado a Yoongi, y el sabía que eso le enseñaban a todos los Alfas y Omegas. Así que se sorprendió genuinamente cuando notó lo inteligente que era Park Jimin. Incluso parecía más inteligente que todos los Alfas del consejo, así que pensó ¿Pueden los Omegas ser más inteligentes que los Alfas?

El padre de Yoongi le había dicho una vez que los Omegas no necesitaban la inteligencia de su lado, que solo necesitaban pensar en lo más básico; Cuidar y cuidarse. Yoongi siempre pensó que así era como debía ser, pero nunca se había preguntado el porqué. Y en ese momento, mirando con fijeza a Park Jimin, dándose cuenta de lo inteligente que él era no tardó en obtener la respuesta a esa pregunta.

Los Omegas inteligentes eran una maldita locura.

Jimin no tardó ni siquiera cinco minutos en ganarse a todos y cada uno de los Alfas del consejo, uno por uno, desde el momento en el que se sentaron en el comedor. De alguna manera Jimin lograba tomar todas sus preguntas y responderlas de maneras que los dejaba sin palabras y de manos atadas. Todos los temas que a Yoongi desesperaban y deseaba evitar, Jimin los aludía con sencillez y detreza. Y el consejo ni siquiera podía notarlo, al menos no enseguida, pero para cuando lo hacían ni siquiera les importaban. Todos a excepción de Bogum y Jinki, par de ancianos amargados, aunque Jimin sabía manejarlos.

Y no solo era porque Jimin era inteligente al esquivar toda la mierda que el consejo pretendía lanzar sobre ambos. Era también porque Jimin era malditamente encantador. Elogiaba a todos por igual, les daba la misma importancia y atención. Hacía comentarios alagadores y los hacía sentir como si su opinión tuviera un peso severo sobre ellos. Su encanto natural y las palabras correctas hicieron que todos quedaran casi hechizados, pero más allá de eso Yoongi sabía que Jimin usaba otro truco; Manipulación.

Jimin los manejaba a su antojo con una mezclando todas sus virtudes, y nadie podía notarlo. Yoongi no había dicho ni una sola palabra, Jimin se estaba encargando de todo. Nadie más que Yoongi. Había aprendido a leerlo y ni siquiera sabía como demonios lo había hecho. Ni siquiera le molestaba, todo lo contrario Yoongi estaba muy excitado.

El Alfa miró al ojiverde reír junto a los Alfas del consejo y uno de ellos habló:

-Creo que nos hemos quedado suficiente. Es hora de retirarnos.

-Estaremos felices de recibirlos de nuevo.-Jimin miró a Yoongi con un sonrisa amable.-¿Verdad, Majestad?

Yoongi no miró a los Alfas, miró con fijeza los labios de Jimin.

-Habla por ti.

-No sea grosero.-Pidió Jimin mirando a los Alfas.-Espero que estén tranquilos ahora.

-Podemos notar que su relación no es un problema.-Changmin asintió.-Tenemos un Omega real ahora, no debemos preocuparnos por el heredero de la corona.

-Y ya que la boda será en la primavera entrante creo que podríamos recibir ese heredero ese mismo año.-Yoochun habló.-¿No es así?

Jimin, quien había estado respondiendo a la perfección todas las preguntas guardó silencio. Los Alfas se miraron entre sí y Jimin miró a Yoongi. Este arqueó su ceja y Jimin hizo una seña con la cabeza indicándole que respondiera. Yoongi hizo una ligera mueca, pero respondió sin dejar de verlo a los ojos.

-A mi no me gustan los niños.-Yoongi torció un poco el gesto.-Pero si Jimin quiere...

-¿Qué?-Jimin pareció completamente fuera de lugar.

REIGN: El amor sobre el trono | Yoonmin | #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora