Me giro sobre mi espalda y me despierto al instante, últimamente cada vez que me giro en la cama me despierto.
Entreabro los ojos, las persianas están bajadas y la luz de el día no me da de lleno en los ojos.
Suelto un respiro y giro mi cabeza.
Durmiendo tranquilamente, tiene los ojos cerrados y las pestañas le acarician las mejillas, los labios entreabiertos y un mechón de pelo le cae por la sien. Lo observo sin prisas, este es el único momento que tengo para mirar a Harry plenamente, pudiendo mirar cada rasgo y centímetro de su ser.
Este hombre me fascina, tiene algo que me tiene atada a él, en estos últimos días me ha hecho muy feliz, estoy feliz desde que mi antigua vida acabó.
Le repaso el torso, está acostado de lado pero puedo ver parte de él, continuo por su estómago y fijo mi vista en el lugar exacto donde la sabana blanca le tapa, justo encima de las caderas.
Inconscientemente me paso la lengua por el labio inferior, el sexo con Harry es fascinante, maravilloso, salvaje y me encanta, no es el convencional, sabe como seducir a una mujer, sabe lo que le gusta y a mi...parece también gustarme.
-¿Has acabado de observarme?.-levanto la vista rápidamente, sigue teniendo los ojos cerrados.
-¿Qué, como lo sabes?.-me rasco la sien.
Por fin abre los ojos y se enfocan en mí.
-Me gusta saber que te gusta mirarme...tanto como a mí me gusta mirarte a ti.-lo dice totalmente serio y me pongo aún más nerviosa.
La sabana no me cubre ni las piernas, soy muy calurosa. Y esto de estar en ropa interior no me está ayudando para nada.
Mi teléfono suena y me doy mentalmente con el pico de una esquina cuando veo que mi móvil está en su mesilla de noche. Mierda, me pongo de rodillas sobre la cama y abro las piernas sobre la cintura de él, me agacho para coger el móvil, me pone las manos encima, cubriéndome la cintura y bajándolas hasta mi culo.
La alarma, leo el recordatorio.
¡Mierda! Olvidé por completo que hoy tengo que ir a maquillar a un grupo de mujeres. Suelto un gruñido, miro la hora y casi me caigo de la cama al pegar un salto, son las 10:53 y tengo que estar ahí a las 12:00.
Me agarra rápidamente del brazo para que no me caiga.
-¿Qué pasa?.- pregunta confundido.
-Olvidé que tengo que ir a trabajar esta mañana.- Agarro rápidamente mi ropa y me la pongo lo más rápido que puedo, dando saltitos de un lado a otro para poder ponerme el mono, tengo que volver a casa, cambiarme y coger el maletín.
Se levanta de la cama y desaparece por la puerta.
Joder, ¿como pude olvidarlo?
Me pongo los tacones como puedo y voy hasta el baño para mirarme, que desasatre, menos mal que me desmaquillé antes de acostarme.
Busco un peine o algo con lo que poder hacer que esta maraña de pelos se vea algo decente.
Saco un peine de el cajón y rezo para que no me duela mucho al desenredarlo. No quedan nada de los rizos bonitos y voluminosos de anoche, ahora solo son ondas despeinadas. Me lavo los dientes a la velocidad de la luz y salgo pitando. Bajo las escaleras bien agarrada de la barandilla y cuando llego abajo agarro mi bolso y lo meto todo en él.
Harry aparece por la puerta de la cocina y me entrega un vaso de plástico duro con café recién hecho, ay que mono.
-Gracias.- sonrío.
