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Pego un salto en la cama, maldita mosca, casi se me mete en la nariz. Me rasco y me froto los ojos.

Me giro y miro al otro lado de la cama pero no encuentro a Harry, miro el despertador que hay encima de la mesilla. 10:43, estoy perdiendo el ritmo, yo nunca me levanto tan temprano cuando no tengo que trabajar. Suelo hacerlo  para levantarme, sentarme en la mesa y comer.

Volviendo al asunto, ¿dónde está este hombre?  No me molesto en salir de la cama, espero ahí repanchingada mirando hacia la nada hasta que mi hombre aparece por la puerta... todo sudoroso con camiseta blanca, unos pantalones cortos y deportivas.

Sonrío y me siento con las rodillas cruzadas.

Lo veo venir hacia mi, se acerca demasiado y le pongo la mano justo en la cara cuando intenta besarme.

-Ni se te ocurra, doy asco ahora mismo.- menuda cara se le queda, pero salgo de la cama corriendo y voy al baño para poder lavarme los dientes.

Cuando termino me seco con una toalla y me giro para tenerlo apoyado en el marco de la puerta, me acerco y le doy el placer de poder darme un beso.

Uff, cuando por fin me suelta lo veo encaminarse hacia la ducha dándome la espalda, y se levanta la camiseta, dejándome ver la espalda más sexy que alguien puede tener. Con cada movimiento sus músculos se mueven y tengo que apartar la mirada para no encontrarme a mi misma con una sonrisa de tonta en la cara.

Se gira.

-¿Me acompañas?

-¿Has desayunado?- esquivo su pregunta, porque si acepto meterme en la ducha nada puede acabar bien y tengo mucha hambre...de comida.

Niega con la cabeza.

-Voy a hacer el desayuno, dúchate tranquilo.

Me manda una mirada fulminante y salgo del cuarto de baño. Bajo las escaleras y llego hasta la cocina. Abro el frigo y saco todo lo que pillo. Preparo unos deliciosos bagels con salmón ahumado, que por cierto tengo que comprar más de esos paquetes. Los pongo sobre unos platos, echo el zumo de naranja en unos vasos y el café en unas tazas. 5 minutos después, Harry aparece por la puerta de la cocina recién duchado y con el pelo mojado, solo lleva unos pantalones cortos para estar por casa y los ojos se me desvían solos. Se sienta en el taburete al otro lado de la isleta de la cocina. No digo nada, agarro mi bagel y le doy un buen bocado. Cada vez que me agacho para dar un mordisco solo puedo mirar su torso, me paso así todo el rato hasta que me faltan unos cuantos bocados para acabármelo. 

A el parece divertirle, porque no para de mirarme con una sonrisa pillina.

-¿Qué te hace tanta gracia?

-Nada, nada...- muerde su bagel y bebe un poco de su café mientras me mira fijamente, sigo su mirada... las tetas. El escote de la camiseta que llevo es un poco pronunciado, aunque es una camiseta ancha que me pongo siempre, en resumen, se me ha bajado un poquitín y le estoy enseñando todo el escote.

-Degenerado.- me río y bebo otro trago.

-Va en contra de mí voluntad, no puedes ponerme las tetas a la vista y pretender que no les eche una vistazo. Creo que tú has hecho lo mismo conmigo...

Me callo, ahí le ha dao' el jodío.

-¿Has salido a correr?

Intento sacar otro tema de conversación.

-Sí, 20 Kilometros.

-Pffff, yo he dormido.-digo como si fuera de lo más duro.

Cuanto por fin terminamos recogemos las cosas entre los dos y subimos a la habitación.

-Oye, tengo que salir un momento a comprar unas cosas. ¿te apetece venir?

Declino su oferta, no me apetece salir de casa. 

-No le abras la puerta a nadie.

-Vale.

-Volveré enseguida, mientras... haz lo que te apetezca.- se cambia de ropa y agarra las llaves del coche, me da un beso y se va.

Bueeeeeno, ¿y ahora qué hago?
Vuelvo a bajar y miro a mi alrededor, ¿veo la tele, voy a la piscina? Al final decido ir a la piscina, no tengo bikini así que me baño en ropa interior.

Nado de aquí a allá, de allá a aquí hasta que me canso y me siento en los escalones a tomar el sol un poco. Lo miro todo, el cielo, los árboles, la fachada, la piscina.

Me aburro, me aburro sin Harry y ya no sé que hacer.

Llaman al timbre y salgo corriendo para al menos ver por la mirilla quien es.

Me envuelvo en una toalla y me pongo frente a la puerta, a través de la mirilla veo a una mujer jóven, no abro pero ella sigue llamando.
La oigo decir "Harry, abre por favor, es importante".

Abro la puerta y la expresión de la mujer cambia totalmente, se ha quedado a cuadros.

-¿Puedo ayudarte?

-Em...¿está Harry?- dice nerviosa.

-Ha salido a comprar, puedo decirle que has venido.

-No, da igual, ha....hasta luego.- y camina rápidamente hasta su coche.

Me encojo de hombros y vuelvo a la piscina. Me acuesto sobre una hamaca y para mi desgracia me quedo durmiendo. Alguien me acaricia los hombros, pero no se siente como una caricia y pego un grito de dolor. Me despierto rápidamente y veo como Harry me mira preocupado.

-¿Estás bien?

Le he pegado un susto pero me duele horrores.  Me miro el cuerpo y SORPRESA. Me he quemado la piel y me voy a tirar por un puente.

-Noooo, mierda.

-Esa boca.- me replica.

-Me he quemado, diossssss.

Me levanto lo más rápido que puedo y me meto a la piscina para calmar la piel, ahora mismo estoy ardiendo. Suspiro y cuando me encuentro mejor salgo de la piscina y Harry me espera con una toalla en las manos, el simple roce de la toalla me hace apretar los dientes.

-Lo siento, vamos a entrar en casa a que te eche crema.

Me pregunta si quiere que me lleve hasta arriba pero prefiero que no me agarren ahora mismo. Cuando llegamos, me acuesta en la cama suavemente y respiro. El se acerca hasta el baño y trae un bote de crema after sun y se echa un buen pegote en la mano. Levanto la cabeza y miro al techo.

Esto me va a doler.

Sus manos se posan en mis hombros pero ahora se siente mejor, están fresquitas y me alivia bastante. Sus manos van bajando, perfecto, me he quemado las tetas, se echa más crema y le veo la sonrisilla cuando llega a su destino tan esperado, esta es la única vez que me está tocando las tetas y no me gusta.

Me río.

Me ha dado un buen masaje y ahora me encuentro mucho mejor, me duele un poco la cabeza por el calor pero Harry me está ciudando. Se ha encargado de darme crema cada hora y media y ponerme paños fríos sobre la frente, también me ha llenado de besos y me maldigo por no poder moverme. Me da de cenar, ha pedido sushi y me lo está dando mientras yo estoy acostada sobre el y vemos la televisión. Bosteza varias veces, tiene que estar cansado, correr 20 km diarios debe dejarlo muerto del cansancio, mientras yo me quedo despierto hasta las tantas. Me sonríe, pero le noto el cansancio, le pido que me lleve hasta arriba y cuando estamos los dos acostados, me pego hacia el y le acaricio la nuca hasta que cae dormido.

Naughty (h.s) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora