Nos quedamos mirándonos fijamente, ¿acaba de pasar lo que creo que ha pasado?
¡Me ha besado!
Me olvido de todo mientras lo miro a los ojos hasta que el timbre suena de nuevo.
Giro mi cabeza, mirando hacia la puerta.
Harry quita sus manos, las cuales estaban en mi cintura, se separa para dejarme paso.
Camino hasta la puerta y abro la puerta.
Me quedo de piedra, ni respiro cuando veo a Steve al otro lado de la puerta, con un ramo de flores en las manos.
-Chris...-da un paso hacia delante pero yo doy otro hacia atrás.- Escúchame, tenemos que hablar.- sujeta las flores delante de el.
Yo las cojo de un manotazo y rápidamente, se las tiro a la cara.
-No quiero tus putas flores, no te quiero ver aquí, no quiero ver tu cara de gilipollas.
Steve abre la boca sorprendido.
Harry camina hasta estar detrás mía.
Giro mi cabeza y lo miro, el observa seriamente a Steve.
-Chris, tienes que escucharme, no es lo que parece.- dice Steve, no me creo nada de el, será falso, viene aquí diciéndome que "no es lo que parece"
-Mira, capullo, escúchame tu a mí.- Harry se pone delante mía, intento agarrarle pero se suelta de mi agarre.- ¿Vienes aquí a decir la típica escusa y pretendes que te va a perdonar? Eso un hombre de verdad no lo hace.
-¿Quién coño es este tío?.- dice, con un tono de sobrado.
Harry se adelanta, agarra a Steve del cuello de su camisa y lo acerca hacia su cara.
-Si no quieres que te parta las piernas, vete de aquí cagando leches.- suelta el cuello de su camisa de un empujón.
Steve mira hacia otro lado y se da la vuelta, volviendo a hacer el camino hasta su coche.
Harry vuelve a entrar en la casa, agarrándome del brazo, haciendo que yo también entre, cierra la puerta.
Me siento de nuevo en el taburete, ¿de verdad ha sido capaz de venir? ¿Ha tenido la cara de hacerlo?
Necesito relajarme unos segundos, respirar hondo y no darle más vueltas al tema en mi cabeza.
Subo los píes en el reposa píes de el taburete, apoyo mi cabeza entre mis manos y respiro hondo, no quiero llorar, ya no más, todo ha acabado.
Harry se acerca a mí, llevando un vaso de agua en su mano, me lo entrega y yo le doy las gracias antes de beber.
Me lo bebo todo en dos tragos, lo dejo encima de la encimera y miro al techo.
Entrelazo mis manos y miro como él me mira fijamente, desde el centro de la cocina.
Su móvil empieza a sonar y me dice que vuelve enseguida.
Me quedo sentada en el taburete, Harry pasea por el salón y escucho su voz mientras habla con alguien.
Tras unos minutos de conversación, vuelve a la cocina.
-Lo siento, tengo que irme, han traído el coche que compré.
-Oh claro, no pasa nada.- le digo sonriendo.
Se acerca hasta mí, sus mirada está en mis labios, pero cuando creo que va a besarme me da un beso en la mejilla.
-Nos vemos otro día.-sonrío y veo como sale por la puerta y la cierra.