Nos apartamos un poco de los conocidos y hablamos, me gusta hablar con el, más bien me encanta.
Agarro la pajita y bebo un poco de mi bebida, ahí están de nuevo, incluso más cerca y no paran de mirarlo.
Me acerco a su oído.
-Parece que tienes algunas admiradoras por aquí, Sr. Styles.
-¿Ah si?.- dice con una media sonrisa.
Asiento, el gira la cabeza disimuladamente y observa al grupo de chicas que babean por el, mientras el las mira con el rostro serio, una de ellas se ríe histéricamente emocionada.
-¿Te molesta?
-¿El qué?- lo miro.
-Saber que ellas, en el momento en que tu te apartes un segundo de mí, van a estar sobre mí.
-No, ¿te molesta a ti?- pongo cara de desinterés y bebo de mi pajita. En realidad, como alguna de esas arpías se acerquen a mi hombre, les sacaré los ojos.
-¿El qué?- repite mi pregunta mientras me mira fijamente.
Me alejo, ando hasta el centro de la pista de baile y paso por al lado de un grupo de chicos, todos se dan la vuelta y me miran sin ningún remordimiento, cuando he terminado mi mini-desfile vuelvo hasta Harry y lo miro con una ceja elevada y una sonrisa juguetona.
-Bastante.- contesta, y mira desafiante al grupo que acabo de pasar por al lado. -Pero tú...-me dice mientras me atrae hacia el.- deberías saber...- lleva su boca hasta mí oído y sus manos me agarran la cintura.- que solo yo puedo tenerte y igual que solo tú puedes tenerme.- y acaba con un pequeño mordisquito en el lóbulo de la oreja.
Le poso las manos en el cuello, toco su piel por debajo del cuello de la camisa, me muero por tenerlo para mí sola, pero este no es el lugar.
-¿En que piensas?-su voz me saca de mis pensamientos, elevo la mirada hacia sus ojos.
-En ti. ¿tu piensas en mí?- suelto de repente, no sé ni porque he preguntado eso, pero tengo la duda de si el piensa en mí tanto como yo pienso en el, 24 horas del día.
-Siempre, no hay momento que no lo haga. -me acaricia el óvalo de la cara. -Pienso en...lo preciosa que estás siempre, lo mucho que me gusta verte sonreír...-pasa sus dedos por el tirante de mi vestido- lo mucho que me pone este vestido y...-eleva su muñeca y mira su reloj plateado- el tiempo que queda para poder quitártelo.
Abro la boca levemente, mi temperatura ya está por las nubes y sube aún más en cuanto lleva su boca hacia mí y me besa suavemente, acariciando cada parte de mi boca con su lengua, y tengo que agarrarme a sus hombros para no caerme aquí mismo. Me encantan sus besos, me besa delicadamente pero a la vez me demuestra lo muy necesitado que está de mí, me saborea y yo respondo a su beso mientras le acaricio el cuello.
-Hemos llegado. - abro los ojos y giro mi cabeza, me acaricia el pelo suavemente mientras me mira girado en su asiento.
Me he sobado en el camino a casa, estoy muerta de sueño y deseando quitarme estos tacones. Se desabrocha el cinturón y sale del coche, me abre la puerta y me ayuda a salir.
-Espera. -le hago parar agarrándole el brazo, se gira, mirándome mientras me agacho y me desabrocho los tacones y suspiro cuando las plantas de los píes tocan el suelo frío. -Mucho mejor.
Sonríe y me lleva a casa, cuando entramos deja las llaves sobre el recibidor y se quita la chaqueta. Ando descalza hasta la habitación. Me quito los pendientes y Harry aparece detrás para desabrocharme la cremallera del vestido.
-Por mucho que deseaba quitarte este vestido para hacerte el amor, se que estás cansada así que no intentaré seducirte esta noche.
Me río.
-¿Seducirme?- me giro cuando el vestido cae al suelo.
Asiente, le agarro de la camisa y se la desabrocho botón a botón. La deslizo por sus hombros y la dejo en el sillón. Oigo la hebilla de su cinturón abrirse y cierro mis piernas, se está quitando los pantalones y el simple sonido me excita. Los pantalones se deslizan por sus fuertes piernas, quedando en ropa interior. Va directo hacia el baño y momentos después aparece por la puerta, no deja de mirarme y yo tampoco lo hago.
Me acuesto en la cama, y no me doy cuenta de mi cansancio hasta que bostezo, se acuesta en la cama, poniéndose sobre mí y mantiene su peso en alto sobre sus brazos. Me besa, esto es un círculo vicioso, porque parece que nunca acaba, me besa y lo beso y así sucesivamente. Su respiración choca contra mis labios cuando nos separamos, y vuelve a acariciarme, siempre me acaricia.
-Duerme. -su voz sale casi en un susurro, por mucho que quiera hacer de todo con él estoy cansada y debo dormir.
Le doy un pequeño beso y se acuesta, pasa un brazo por mi cintura y me duermo entre sus brazos.