XXVII

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–¿Qué te dijo Sophie anoche?– los Vengadores habían llegado a la torre hace casi un día y Stark venía llegando hace poco ya que debió ir con Peter a explicarle a May lo sucedido.

–Que al parecer Mason los había recibido con los brazos abiertos.

–Mh, es algo sospechoso.– Steve se encogió de hombros en respuesta al comentario de Tony.

–Oigan, tranquilos.– Wanda intervino. –Recuerden lo que pasó la última vez que no confiaron en ella.–

–Nosotros confiamos en ella, brujita. En el que no confiamos es en ese burdo intento de Víctor Frankenstein.– respondió el pelinegro haciendo que Steve soltara una ligera risa.

–Lo siento, es que sí entendí la referencia.

El dios del trueno apareció en la sala y traía al cachorro de la novata, como le había prometido a Sophie él lo cuidaría hasta que ella volviera.

–¿De verdad llevarás a Tucker a Asgard?– preguntó incrédula Nat, quien había llegado casi junta con él a la sala común.

–Se lo prometí a Sophie, además si algo nos ataca no habrá quien lo cuide. Y siendo sinceros ella nos matará si le encuentra un pelo menos cuando regrese.

–¿Qué hacemos si te necesitamos?– Wanda no estaba muy cómoda con la idea de que los Vengadores se comenzaran a disolver justo ahora.

–Heimdall me avisará si algo sucede en Midgard, él todo lo ve y oye.– explicó Thor mientras caminaba junto a los demás afuera.

Una vez fuera de las instalaciones algunos se arrodillaron para despedirse del cachorro, era lo único de Sophie que les quedaba y ahora debía irse para estar a salvo.

Todo por culpa de Mason y HYDRA.

Thor comenzó a girar su martillo con fuerza y luego de alzarlo firmemente un haz de luz de radiantes colores lo envolvieron a él y a Tucker y en menos de una fracción de segundo desaparecieron dejando un extraño símbolo marcado en el humeante césped.

–Este hombre no tiene ningún respeto por los jardines.– Tony suspiró y se quedó viendo el símbolo un par de segundos  y luego caminó junto a los demás de vuelta a la torre.

Natasha había visto la partida de Thor desde adentro y poco después que se fue caminó con calma a la habitación de Sophie, encontrándose sorpresivamente con Clint sentado al borde de la cama de la chica, mientras sostenía una foto de ellos dos cuando él fue a buscarla para traerla de vuelta a la torre.

–Estás preocupado.– aquello sonó más a una afirmación que a una pregunta.

–Quizás me estoy comportando como un padre sobre protector y ni siquiera es mi hija.– Clint suspiró y dejó la foto a un lado. –Actúo como si nunca más la volviera a ver.–

–Hey...– la pelirroja tomó asiento junto a Barton luego de tomar la foto y observarla. –Tienes miedo de perderla para siempre, al igual que todos aquí. Y si de algo te sirve ella me confesó que te ve más a ti como una figura paterna que a Tony, a pesar de que ella se lo dijo en su momento.–

–Debe ser porque tengo tres niños, Nat.– ambos soltaron una pequeña y triste risa. Ninguno puede negar que estaban demasiado preocupados por Sophie.

–Bueno, al menos tiene a Barnes.

–¿Y se supone que eso debe consolarnos?– Clint frunció ligeramente el ceño. –En cualquier momento Mason puede lavarle el cerebro con esos códigos.–

–Sé lo que piensas, pero de lo que estoy segura es de que él no dejará que algo malo le pase. Ella le sacó su parte humana a flote y no es tan idiota para caer nuevamente en su oscuro pasado.– Nat apoyó su cabeza en el hombro de Clint y este a su vez apoyó su cabeza en la de su amiga. –Ella sabe cuidarse sola y él le cubrirá las espaldas porque está enamorado de Sophie y ella lo está de él.–

yeah, i'm a avenger.  |Bucky Barnes.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora