Wᴇʟᴄᴏᴍᴇ Aɢᴇɴᴛ Jᴇᴏɴ +18

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❛⿻۬˖̥ ͭ; Buenas, Noemys ♡⃕ ᨳˎˊ˗

El silencio volvió a inundar la habitación. De verdad, me sentía incómoda. Escuchamos como se cerraba la puerta principal, el señor Jeon había llegado. 

— Me encargaré de buscar algo para nosotros dos, con más privacidad y sin que mi padre moleste. – se rasco la nuca nervioso y evitando mirarme. Más que nada porque estoy dando el pecho al bebé y noto su sonrojo. – Solo intenta evitar a mi padre, él piensa que Erik es mi hijo. Y no sé muy bien cómo reacciona a eso. 

— No te preocupes, no diré nada que lo haga pensar que no es tuyo. Solo te pido privacidad y mantenerme al tanto del caso que te envío Taehyung. Quiero estar dentro. 

— Estás de baja por maternidad y por terapia mental, Lea. Aún no has superado tus problemas, no soy idiota, se que has estado acostandote con Minho durante estos meses y que la terapia no está yendo bien. 

Se acercó a mí y apoyó sus manos en la cama a los laterales de mis piernas. Trague en seco por su cercanía, pero mi orgullo no me permitió achantarme. 

— Eso no es asunto tuyo. Son mis problemas, no los tuyos. 

— Vamos a convivir, así que, tus problemas, son mis problemas, cariño. – dio un leve toque en mi barbilla, que erizó toda mi piel. 

Me sonrió de forma arrogante y volvió a alejarse, para continuar guardando mi ropa en su armario. Terminé de alimentar al pequeño, le saque los gases y le cambié el pañal. Todo eso bajo la atenta mirada de Jungkook, quien seguía acomodando la habitación, para nosotros dos. 

— ¡Listo! –grito el chico. 

— ¡Jeon, baja la voz! – lo regañé, mientras acunaba al bebé. – lo vas a despertar, idiota. 

— Lo siento… ya termine de montar la cuna y el cambiador. ¿Qué más necesitas? 

— Por ahora basta con eso. Lo demás puedo hacerlo sola. – deje al pequeño con sumo cuidado en la cuna. Me tomé el tiempo de arropar lo bien, lo que menos quiero es que se resfríe. – mañana tengo revisión, es a las diez de la mañana y no puedo conducir, ¿puedes llevarme antes de que vayas a comisaría? 

— Haré más que eso, te acompañaré. 

— ¿Qué? No, no tienes que hacer eso. Llamaré a Yoongi e iré con él. 

— No puedes verte con tu hermano, apenas saldrás de casa. ¿Recuerdas que un mafioso te amenazó? Si sales, ese tipo no dudará en pegarte un tiro en la cabeza o llevarte con él. No sabemos quién cojones es, ya que Eduar Marchini está en prisión. 

No rechiste, era cierto que no durarían en matarme. Literalmente me cargue toda su Red de prostitución y quiere venganza. 

Iba responderle, pero el señor Jeon entró por la puerta. Me sorprende que haya tardado tanto en entrar. Me miró con cierta arrogancia, me sentí inspeccionada por el. Después me ignoró totalmente y fue directo a la cuna del pequeño, lo observó por lo menos por un largo minuto. 

— Es adorable, hiciste un buen trabajo, hijo. – Habló, mientras señalaba al chico. 

Jungkook se limitaba a asentir e intentar ignorarlo un poco. En esta situación no sabía cómo sentirme, ni como actuar. Es incómodo. 

— Debo hablar con ustedes dos, tomen asiento, por favor. – señaló la cama, para que ambos nos sentemos ahí. 

Hicimos caso ambos, estaba nerviosa por sus palabras. Después de todo lo que pase tengo un pequeño miedo a los hombres. Menos a los tres idiotas, a mi padre y Yoongi… y a Minho, mi medio amante, por así llamarlo.