♡ final ♡

309 54 0
                                    

No podía aguantar más abusos de ese hombre, no podía seguir su ritmo. Varias veces había pasado por mi cabeza saltar al mar, para no seguir así.

Busqué miles de formas de matarlo, pero el agotamiento no me dejaba ser más ágil que él. Parece que él lo tenía muy bien pensado, me consumía sabiendo que así no podía hacerle nada.

Solo habían pasado tres días y me parecía una eternidad. Intentaba ser fuerte por Erik, Yoongi y Jungkook, sabía que ellos vendrían por mi. Sabía que Jungkook recorrería el mundo entero para encontrarme, porque ya lo había hecho antes.

Le daba vueltas a la cabeza buscando frases para animarme, hasta que recordé a Hoshi. Aún debía verlo de nuevo, tenía tantos planes con él al salir del centro de rehabilitación. Le iba ayudar a buscar un apartamento cerca, de hecho iba a pedirle a Taehyung que se fueran a vivir juntos. Porque Tae también me había comentado que quería independizarse al fin de sus padres.

Sentí que ellos dos se llevarían bien y ambos se cuidarán el uno del otro. Quería buscarles una casa cerca de la de Jeon y la mía, no tenía pensado volver a casa de mi padre porque me gustaba vivir con Jungkook a pesar de las discusiones o el poco espacio en nuestro loft.

Creo que a estas alturas es estúpido negar la relación que ambos tenemos. No nos denominamos pareja, pero lo somos. No nos ponemos apodos cariñosos, pero escuchar mi simple nombre salir de su boca con una sonrisa pone sensible a mi corazón. Y verlo cuidar de Erik, me derrite de mil formas diferentes.

Tuvimos muchos altibajos, pero jamás podré negar que realmente lo amo. Ese estúpido se colo en mi corazón desde nuestro primer caso, por muy arrogante que me pareciera siempre me hizo sentir protegida.

Y aquí estaba yo, apoyada en la barandilla del barco mirando el atardecer y planteandome mil excusas para seguir viviendo y no tirarme. Las lágrimas recorrían mis mejillas como si de una carrera se tratase. El viento me daba en la cara haciendo agradable el llanto silencioso.

—- ¿Lea?

Una tímida voz me sacó de mi trance, haciéndome levantar la vista del mar para mirarlo.

Sishiu estaba delante de mí, con una pequeña manta en sus manos. Se acercó con cautela y la acomodó en mis hombros. No esperaba un gesto así, a pesar de no ser la primera vez que hacía algo positivo conmigo.

Recordaba las pocas veces que coincidió con él en el club, era los que nos traía a escondidas helados o nos compraba medicinas sin avisar a sus jefes.

—- Ahora entro, no es necesario que me vigilen, no puedo escapar de aquí. —Solté volviendo la vista al mar.

—- En realidad si puedes.

Imitó mi acción mirando al mar y apoyando las manos en la barandilla. Lo miré confundida y curiosa.

—- Debes aguantar, yo ya hice mi trabajo.

No entendí sus palabras.

—- ¿Y si no hay motivos para aguantar, Sishiu?

—- No digas estupideces, tienes dos motivos para aguantar. Tu hijo y terminar con este hijo de puta, ¿en serio vas a rendirte y dejarle ganar? ¿Eso es lo que quieres que recuerde tu hijo? Que su madre no consiguió aguantar y que terminó tirándose al mar como una débil, sabiendo que realmente era una superviviente.

De nuevo no pude evitar mirarlo desconcertada, él me estaba animando. Y eso era raro, muy raro…

—- ¿Por qué me estás animando? Vas a morir o algo…

Wᴇʟᴄᴏᴍᴇ Aɢᴇɴᴛ Jᴇᴏɴ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora