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Me acerqué al hombre ya canoso y de aspecto descuidado. Era raro que ya tuviera canas cuando rondaba entre los treinta y cinco y cuarenta años.

Me agaché a su altura, ya que él estaba sentado en uno de los sillones.

—- Ey chico, puedes traerme algo de beber y de paso te sientas un poco conmigo. —se acomodó mejor las mangas de su camisa— Llevas todo el día de un lado para el otro y yo ya me aburro aquí.

—- Entendido, ya vuelvo.

No me opuse, ya que necesitaba estar cerca de ese hombre y curiosamente yo le agradaba. Me acerqué al mini bar del motel y me llevé un par de cervezas. Al volver el hombre se acomodó mejor en el sillón y señaló el que había a su lado para que tomará asiento.

Le pase la cerveza nada más sentarme. Mi plan era emborracharlo y hacer preguntas sueltas para sacarle más información.

—- Gracias chico. ¿Eres padre?

—- ¿cómo lo sabe?

—- Fue la excusa que pusiste ayer y lo acabo de ver en tu fondo de pantalla.

Fui estúpido al no recordar que se lo habría dicho ayer.

—- Ah cierto, se lo había dicho.

—- No es necesario que me hables formal, da un buen trago a la cerveza chico de las toallas te lo mereces.

Hizo un pequeño brindis dando un golpe con su cerveza a la mía. Tomé un largo trago y acomodé mi espalda en el respaldo. La verdad es que si estaba agotado, después de esta noche me cogería el día de mañana para descansar y aprovechar para estar por lo menos un día con Lea.

—- ¿Y cómo es que terminaste aquí? ¿Dejaste de estudiar para mantener a tu hijo?

—- Me intenté preparar para ser policía, pero no fue bien, no terminé los estudios y decidí trabajar para pagar pañales.

Creí que convenía darle un poco de lastima, sabiendo que él tenía una pequeña debilidad por mi.

—- No te perdiste de mucho, la mayoría de la policía es una mierda. Te entiendo chico, yo hice lo mismo y más joven que tu al enterarme de que iba a ser padre, él tendría tu edad ahora.

Y ahí supe porque yo era su debilidad. Le recordaba a su hijo, no sabía que tenía uno.

—- ¿Tendría mi edad? ¿Le pasó algo?

—- Murió hace siete años, se ve que no me esforcé lo suficiente como padre.

Al no decirme la causa, me causa curiosidad saber la razón de su muerte y si está relacionada con el mundo en el que está metido.

—- Lo siento… —dije agachando la cabeza mostrando compasión.

—- No pasa nada, así es la vida… No seas un estúpido como yo y sigue esforzandote con tu mocoso.

Le regale una pequeña sonrisa y volví a pegar otro sorbo a la cerveza. Seguimos bebiendo por un rato mientras él me hablaba de lo cómodo que se sentía en el motel y de que le gustaba una de las recepcionistas.

Esperé a que llevara tres cervezas y estuviera más alegre para empezar con las preguntas. Yo iba más despacio con las cervezas para no emborracharme.

—- ¿Y cómo es que viniste aquí, señor Sishiu?

—- Pues por trabajo chico, mi jefe me necesitaba y aquí estoy.

—- ¿Puedo saber en qué trabajas?

—- Digamos que me encargo de eliminar cosas que a mi jefe no le gustan, hago desaparecer todo lo que él me dice.

Wᴇʟᴄᴏᴍᴇ Aɢᴇɴᴛ Jᴇᴏɴ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora