27

254 57 5
                                    

Hacía tanto tiempo que no dormía tan bien… Jamás pensé necesitar tener a mi hermano al lado para poder dormir bien.

Yoongi roncaba a mi lado, se veía tan adorable o yo añoraba verlo así. Añoraba a mi hermano, porque estaba acostumbrada a tenerlo siempre para mi y ahora no era así.

Lo abracé con unas ganas inmensas de llorar. Porque sabía que hoy me iría y que seguramente estaría varios meses alejada de todo el mundo. Me pasaría mínimo seis meses en una residencia para personas con adicciones, me darían rehabilitación diaria y se que hay no tendré más remedio que aceptarlo.

Espera que en ese lugar mi mente fuera mucho más fuerte que mi deseo físico. No tendría tentaciones, estaría segura y también rodeada de especialistas. Era mi luz al final del túnel, necesitaba alejarme para poder recomponerme.

Me levanté al escuchar en la planta baja el llanto de Erik, lo podía escuchar a kilómetros. Era mi pequeño y hoy sería la última vez que lo vería tan seguido. Esperaba que mi padre o Yoongi lo llevarán de vez en cuando a verme.

Baje apresurada, tanto que baje algunos escalones de dos en dos. Al llegar a la sala vi a Jeon acusando al pequeño entre sus brazos, mientras le cantaba una extraña canción.

—- ~~Tayo, Tayo, Tayo, el pequeño autobús travieso… Boong-boong-boong -sing-sing-sing, me encanta correr~~ —Le cantaba con delicadeza, mientras caminaba en círculos y lo acunaba un poco.— ~~Tayo, Tayo, Tayo, el pequeño autobús travieso… Bung bung bung, cantando cantando, hagamos un viaje divertido juntos~~

No pude evitar esconderme, no quería interrumpir un momento en el que ellos dos se estaban llevando bien. Jeon siempre pone alguna excusa para alejarse del pequeño. Algo que entiendo, no es su padre y comprendo que no quiera meterse demasiado en el papel.

Me vi sorprendida por la espalda, cuando el burro de mi hermano me abrazó sin avisar. Involuntariamente le pegué una patada en la entrepierna consiguiendo la atención de todos en la casa.

—- Dios leania… solo fui cariñoso —se estremecía en el suelo agarrando sus partes y echo una bolita.

—- Yoonie lo siento…

—- Debes avisarle siempre, su cuerpo está preparado para patearte si la tocas sin avisar —añadió Jeon, quien miraba divertido a mi hermano en el suelo.

—- ¡Traigan hielo por favor! ¡Ya si que no tendré hijos por tu culpa!

—- No me echas la culpa, además ya venías defectuoso de fábrica burro.

—- Cierto, soy asteril. ¡Pero ahora me dejaste adolorido! Eres una hermana cruel, se lo diré a papá.

—- ¿En serio vas a acusarme con papá? Madura, tienes treinta tacos.

—- ¡¡Ni se te ocurra decir tal cifra!! Aún no llegué ahí.

Dejamos la discusión en el aire, al centrarme en el llanto de Erik. Lo agarré en brazos para llevármelo a la sala. Jeon me siguió los pasos depues de hablar unos minutos con Yoongi.

Todos terminamos sentados en el sofá, mientras le daba el pecho a Erik por última vez. Después de comer mi padre me llevaría al edificio de rehabilitación que está retirado de la ciudad. Es un lugar apartado, más tranquilo, seguro y privado.

Algunas de las chicas que rescataron del mismo lugar que a mí, están allí. Pero se que Dina ya no, de ella no volví a saber nada después del nacimiento de Erik.

Ella fue un gran apoyo para mí, después de la muerte de Eric Nam. Y de la nada fuimos teniendo cada vez menos interacción, se que ella empezó a trabajar con la policía y un día desapareció por completo de mi vida.

Wᴇʟᴄᴏᴍᴇ Aɢᴇɴᴛ Jᴇᴏɴ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora