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Esa noche nos fuimos pronto a dormir, la niña durmió entre nosotros. Algo bueno para mí, ya que sería imposible cualquier toque indebido por mi parte y tendría que aguantarme.

Por la mañana desperté bastante temprano, y Ely conmigo. Curiosamente Erik seguía durmiendo, al igual que Jeon.

Me tomé el tiempo de darle un baño y acomodar su uniforme para clase. La deje tranquila desayunando y viendo los dibujos.

Subí de nuevo a la habitación, como vi a Jeon estirarse en la cama aproveche para meterme en la ducha.

A los diez minutos salí, encontrando a Jungkook sin camisa. Me quedé estática al ver su dichosa atractiva espalda. Mis pies comenzaron a caminar involuntariamente hacia él y mis brazos rodearon su cintura acariciando su torso tonificado.

Él no pareció sorprenderse. Soltó un pequeño suspiro mientras seguía atento a su teléfono, ignorándome. Me alegra que su fuerza de voluntad sea más fuerte que la mía.

Leania tenías que haberte duchado con agua fría…

Lo peor es que lo hice. —Suspiré derrotada.

El chico soltó el teléfono en la cama y se dio al fin la vuelta sin apartar mi agarré. Tenía que levantar levemente la cabeza para mirarlo a la cara.

¿Aún no te dieron pautas para reprimir estos actos?

Negué con la cabeza, él por el contrario chasqueó la lengua. Algo que me pareció extremadamente sexy. Mi vista pasó a sus abdominales, donde no tardé en llevar mis manos para tocarlos.

Sabía que me estaba mirando y que él tampoco sabía cómo evitar estos roces, porque ante todo es hombre y tiene puntos débiles. Puntos que yo ya conozco. Tristemente Dina tuvo que enseñarme y darme consejos para que los clientes terminarán antes y el suplicio terminara lo más rápido posible.

Nunca me vi obligada a usar sus consejos, ya que Erik Nam siempre fue cuidadoso y paciente conmigo. Tuve la suerte de no ser abusada cada día o forzada como ellas. Sí estaba obligada a hacerlo con él, pero nunca sentí el miedo que las demás tenían cada vez que se metían con un hombre en una habitación. Ni tampoco se sobrepasó si me negaba a algo.

Me daba más miedo el hecho de que supieran quién era yo realmente, que tener que acostarme con un tipo. Tal vez eso fue lo que me llevó a esta adicción, el sexo fue la forma que en ese momento tuve de liberar el estrés y la ansiedad que me provocaba la situación que estaba viviendo. Y ahora tengo la necesidad constante de tener sexo para no sentir la ansiedad que me da todo mi alrededor.

Créeme que no quiero, pero lo necesito tanto joder

Odiaba sentir su mirada entre preocupado y asqueado conmigo. Lo entiendo, a cualquiera le daría asco alguien como yo.

Tenía intención de irme avergonzada y reprimir mis instintos sexuales sola. Pero el tiro de mi brazo con fuerza, mientras que con su otra mano agarró mi mejilla besándome de forma tostá. Me empujó contra la pared sin apartar sus labios de los míos.

Él se veía desesperado, incluso más que yo. Su mano libre se encargaba de apretar mi trasero, impidiendo que me alejara de él. Se sentía tan asquerosamente bien y lo necesitaba tanto. Tenía tanta necesidad de sentirlo, bueno, de sentir cualquier cosa entre mis piernas.

Él separó el beso, para que ambos pudiéramos respirar. Sentía su aliento sobre mis labios, hasta por la mañana su aliento es agradable.

Me haces daño Lea… Me vuelves loco y yo tampoco tengo fuerza de voluntad para no querer follarte cada mañana.

Ambos sabíamos que esto no estaba bien y que yo era la principal perjudicada. Esto era malo para mi, al menos por ahora era malo. Hasta que aprendiera a controlar mis impulsos, era malo.

Esa mañana no resistí y él tampoco. Ambos nos dejamos llevar por la lujuria y el morbo del momento. Él estaba fuera de sí, se notaba que llevaba tiempo reprimiendo las ganas  y yo simplemente dejé que él hiciera conmigo lo que se le antojara.

Eso me enseñaron en el club y esa era mi forma de hacerlo. La única forma que conocí. Ello que me hacía sentir mal, no podía disfrutar del sexo como una persona normal con su pareja. Da igual con quien lo hiciera, siempre sería la puta de la persona con la que tengo relaciones sexuales.

Siempre seré una puta y eso me destroza emocionalmente. Es ridículo que mi cuerpo desee que me follen, pero mi mente solo tenga ganas de llorar.

El chico me tocaba, me besaba y me embestía. Pero yo lo único que hacía era mirar el techo de la habitación, repitiendo una y otra vez en mi cabeza que era una puta y que no dejaría de serlo jamás.

❅─• 「 」 •══••✧๑♡๑✧•ஓீۣۣۣۣ፝ۜ፝ۜ͜͜͡͡   ۣۣ፝ۜ͜͡ஓ♡

Hacia tiempo que no publicaba aquí jsjs siento la tardanza, esta historia me está costando un poquito

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Hacia tiempo que no publicaba aquí jsjs siento la tardanza, esta historia me está costando un poquito. Espero seguir trayendo capítulos pronto y perdón la tardanza 🥺💜

Wᴇʟᴄᴏᴍᴇ Aɢᴇɴᴛ Jᴇᴏɴ +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora