Wᴇʟᴄᴏᴍᴇ Aɢᴇɴᴛ Jᴇᴏɴ +18

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Al bajar de nuevo a la sala dejando a mi padre con el bebé, aproveche para hablar con mi madre. Debía decirle que ya le había confesado a mi padre una de las grandes mentiras.

Soyeon estaba en el sofá, así que solo debía susurrar para que no se enterase.

—- Omma ya se lo dije…

—- Y sigues vivo, ves, no fue tan malo. —dijo dándome una pequeña caricia en la mejilla y sonriendo.

—- Me dijo que lo había defraudado Omma, por mentirle.

—- Entiende que a ningún padre le gusta que sus hijos les mientan. Pero al igual que yo, tu padre solo quiere que estés bien sin importar a quien tengas a tu lado. Se que le costó mucho mantener su orgullo con tu hermana Jiwoo y se dio cuenta de lo estúpido que fue enfadarse con ella.

Mi madre se apoyó en la encimera y dejó el trapo a un lado. Sabía que ahora vendría un sermón por su parte, pero no uno en forma de regaño, si no en defensa de mi padre. Ella le ama y conoce a ese hombre mejor que yo.

—- Tu padre lo paso realmente mal cuando Jiwoo dejó de hablarle, el se dio cuenta de lo estúpido que fue demasiado tarde. Se arrepiente día tras día de haber reaccionado así y de haber perdido toda comunicación con su hija y su nieta. —soltó un largo suspiro y continuó— Por eso es tan cercano a Erik, no quiere pasar por lo mismo y arrepentirse demasiado tarde.

—- Me gusta verle sonreír con Erik, siento que por momentos él está orgulloso de mi. Pero luego recuerdo que no soy su padre y que eso me alejará por completo de mi padre… No quiero perder a papá, Omma.

—- Mi amor no lo harás, vive el presente, no quieras ir tan rápido al futuro.

Mi madre me limpio las lágrimas de mis mejillas y me animo. Terminé de ayudarla con la cena y pusimos la mesa. Durante la cena no podía dejar de mirar de reojo a mi hermana, Soyeon se veía tan apagada. Parecía un zombi y ni siquiera hablaba.

—- ¿Soyeon quieres un poco de agua? —pregunté con cautela.

Ella me miró y de la nada empezó a llorar desconsolada. Mi madre no tardó en levantarse a por un poco de agua y papá solo acariciaba la cabeza con delicadeza de mi hermana.

—- Tranquila Soyeon, papá está contigo.

No entendía qué pasaba, admiraba la situación ajeno al contexto y desde el suelo, donde estaba sentado de piernas cruzadas con Erik en mi regazo.

Nadie me decía nada, solo intentaban consolarla. ¿De qué me estoy perdiendo? Mi familia está completamente rota y no se como arreglarla. No dejan de salirme obstáculos en mi vida.

Cuando ella estaba más relajada, mi madre se la llevó al balcón para respirar un poco. Mire a mi padre suspirar, después de acomodarse el pelo para atrás.

—- Papá necesito explicaciones. ¿Qué acaba de pasar?

—- Tu hermana está pasando por un mal momento además de un proceso hormonal.

—- ¿Qué? No entiendo.

—- Soyeon está embarazada, ella y su pareja acordaron hacerlo después de llevar cuatro años juntas. Pero la tipa dejó a tu hermana alegando no estar lista para una niña y un bebé.

—- Pero Soyeon ha estado bebiendo muchísimo, eso es malo.

—- No hijo, tu hermana dejó la bebida hace unos tres meses. Ella volvió a Busan porque iba a intentarlo de nuevo y está vez de verdad. Pero la otra a último momento se echó para atrás.