Capítulo 25

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Capítulo 25
[Una promesa que nunca debe romperse]

18 de abril, cumpleaños de Ellen.

Mi hermano y yo íbamos camino al gran hotel de la ciudad. Dylan no mintió cuando dijo que los cumpleaños de Ellen eran un poco... extravagantes, enormes, y además de supercostosos, obvio.

No tardamos en llegar. Y, por un momento, creí que se nos haría tarde, ya que Ellen nos había dicho a las siete. Pero, ya se imaginarán quién siempre tarda en arreglarse, ¿no? No obstante, para los que aún no lo saben, soy yo.

Entramos al hotel y fuimos directo al salón de fiestas. Una vez ahí noté que la mayoría eran personas adultas, algunos compañeros de clase de Ellen, también había amigos de Gabriel y mi hermano, de los cuales pude notar a Max y a Ivan, ambos estaban al lado de Gabriel.

Luisa, la madre de Ellen, vestía un hermoso vestido de gala en color dorado brillante. Y, el señor Beckett, un fino traje en color negro. Todavía no acostumbro a llamarlo por su nombre de pila, porque... siendo sincera, no me genera confianza.

Todas las personas vestían de gala. La fiesta de cumpleaños de Ellen era la personificación de la elegancia, de la clase alta, no la típica fiesta juvenil en la que todo adolescente se emborracha hasta llenarse todo el sistema de alcohol.

El salón yacía decorado con globos azules y plateados, había un enorme pastel al lado izquierdo con el número 19 en el centro, había de todo tipo de comida y licor alrededor. Había varios meseros repartiendo Whisky, vino y champán.

Esta fiesta debió costar una fortuna, claro que Ellen puede permitirse esto y mucho más, claro.

Había mesas con pura cristalería fina, también una enorme pista de baile, y el Dj no ponía música ruidosa, eso lo más seguro es que lo empezará a hacer hasta pasada las diez de la noche.

Mi hermano y yo fuimos a saludar a los padres de Ellen, los cuales ahora más bien son sus suegros. Ellos nos recibieron cálidamente. Al señor Beckett no parecía importarle que fuéramos hijos de su rival de amores. Sí, así como lo oyen, papá y el señor Beckett compitieron por el amor de mi madre. ¿Y cómo sé eso? Sencillo, anoche, mi padre hizo un viaje de negocios a Japón, por lo que vi la oportunidad perfecta para escabullirme hasta la habitación de mi madre.

La cuestión es que, ella me contó todo sobre los roces entre mi padre y el señor Beckett. Yo, me sorprendí tanto al escuchar dicha historia, que no fue hasta entonces, cuando comprendí el por qué al señor Beckett se le iluminó de alegría el rostro tras escuchar el nombre de mi madre.

Al final, si pienso que papá desheredará a Adam porque creo que preferiría estar muerto, antes que dejar que su empresa y la del señor Beckett sean una sola, o mejor dicho, estén dentro de la misma familia. Pero ni Ellen ni mi hermano tienen la culpa de los problemas de nuestros padres.

Estaba un poquito aburrida, es que no tenía con quién conversar y mi hermano se fue con Gabriel y sus otros amigos, por lo que me quedé completamente sola, así que mejor me alejé en busca de comida.

Fui directo al bufé.

De la nada, sentí cómo alguien metía sus manos entremedio de mis brazos hasta quedar a la altura de mi cintura, pero de inmediato supe quién era, él puso su barbilla sobre mi hombro y me susurró:

Perfecto Desastre © #1 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora