Extra: Logan Arbey

64 7 5
                                    

Debes pensar, saber o conocer del tema antes de hablar o vas a humillarte.

Los aplausos son efímeros y banales.

Me esfuerzo por conocer y por aprender todo el tiempo, pero alguien que no se esfuerza en lo más mínimo tiene todo a manos llenas. La vida es muy injusta, muchas veces, la mayoría del tiempo, de hecho.

Tengo un apellido que me llevaría a lo más alto de la cima si quisiera, pero no quiero obtener algo por la credibilidad que este posee. Quiero lograr lo que me propongo por mi propia cuenta, no quiero sentir que logré algo solo por la influencia o alcance que tiene mi familia.

Escribo porque es mi pasión, mi escape a mundos perfectos, no porque necesito ser reconocido o llenarme los bolsillos. Aún soy muy joven para esto, sé que debo hacerlo mejor, pero empezar antes no me matará, al contrario, aprenderé más.

Casas editoriales de prestigio se han ofrecido a publicar lo que escribo, pero sé muy bien que solo lo hacen para agradar a mis padres. Me molesta que no vean que, más allá de un apellido, de todo el dinero, lo que hago es bueno. Según ellos, seré un fracaso por mi cuenta, opinión que no permitiré que me detenga.

— ¿Sigues despierto, Arby? — la puerta se abre, mi hermana asoma la cabeza y yo sonrío, divertido.

— Sí. ¿Qué te trae por acá, viste alguna película de terror y no puedes dormir? — la molesto.

— No, nada de eso. He venido a molestarte, es todo — entra, me sonríe y luego se tumba sobre la cama.

— Ya. ¿Qué película fue? — le pregunto, girándome en dirección a ella, de brazos cruzados.

No le creo.

— Evil Dead Rise — confiesa.

— Sigo sin entender por qué ves películas de terror, si provocan que te asustes peor que un venado a punto de ser cazado — suspiro, negando con la cabeza.

— Para quitarme el miedo que les tengo.

— Ver películas de terror hará que te asustes más, no menos, Arlette, no sé de dónde sacaste esa idea tan tonta.

— Cállate, Arby. Hoy dormiré contigo, espero y no ronques mucho.

— Nada de eso. Vete a tu cuarto.

— No lo haré.

— Eres una miedosa, Arlette.

— Y tú alguien que carece de empatía, Arby.

— Bien, puedes quedarte, solo no me molestes.

— No lo haré.

Me di la vuelta y seguí escribiendo mi novela para el concurso nacional de escritura, mis dedos dolían, incluso se me habían acalambrado más de una vez, mi cabeza se sentía difícil de soportar.

Debía parar y dormir un poco. Me levanté, apagué la computadora, me froté los ojos y ver a Arlette dormida me hizo sonreír. Es tan miedosa, Dios. Ella era quien más se parecía a papá, pero tal miedo por las películas de terror lo heredó de mamá. Arlette era una fusión muy rara de ellos.

Perfecto Desastre © #1 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora