Capítulo 20

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Capítulo 20
[Un nuevo amor y una esperanza]

Este, en definitiva, es el momento más incómodo que me ha pasado en lo que llevo de vida, por qué tuve que dejarme ver, ahora ya le he arruinado la cita a mi mejor amiga.

— Qué coincidencia encontrarlos acá — dijo Ellen, para salir del silencio incómodo en el que estábamos los cuatro —. ¿No me digan que ustedes dos...?

— ¡No! — solté de repente —. Solo dábamos una vuelta por ahí, nada más.

— ¿En serio? — Ellen pareció decepcionada.

— Sí. ¿Y ustedes? — pregunté.

Ambos se miraron mutuamente, Ellen iba a responder a mi pregunta cuando mi hermano le interrumpió.

— Andamos en busca de materiales para una maqueta que Ellen tiene que hacer — explicó Adam de repente, un poco nervioso.

Ellen lo miró, no era la respuesta que ella esperaba, sus ojos se volvieron triste en menos de un segundo, pero como si nada hubiese pasado o mi hermano no la hubiese cagado, ella le dio la razón.

— Pero si tú no estudias arquitectura, hermanito — le recordé.

— Es que... mi compañero... — parecía nerviosa —, con el que me toca hacer el trabajo, me dijo esta mañana que hoy no podía venir conmigo, así que le pedí ayuda a Adam y por eso estamos acá — respondió con tranquilidad.

Esa mentira es la mentira más obvia que he escuchado en la vida.

— Oh, qué genial, entonces — fingí creerle.

Lo que no me cabe dentro de la cabeza es ¿por qué tienen que mentir? ¿Por qué? Sí, es su vida y todo, pero si ellos están saliendo mi hermano no tendría por qué ocultar a Ellen de esa manera, porque sería un idiota si en verdad hace eso.

— Bueno. Nos vemos en casa, hermanito — le dije mientras le dedicaba a una mirada asesina. Porque esto lo tenía que aclarar con él. Nadie va a jugar con mi mejor amiga, no lo voy a permitir, no me importa si así sea mi mismo hermano o quién sea.

— Okey, allá te veo — él sonrió, incrédulamente.

Adam sabía que al llegar a casa, lo iba a acribillar con dos que tres preguntas que no le serían de su agrado responder sobre esto que acaba de pasar, aunque él como un muy zorro astuto puso a funcionar su única neurona y su mirada se posó en Alan. Era una mirada que yo conocía muy bien y sé que al llegar a casa me hará un billón de preguntas sobre si me gusta, si estoy saliendo con él, sí qué pasa entre nosotros, si lo conozco muy bien, etc.

Ambos nos conocíamos muy bien, conocíamos nuestras maneras locas de ser y pensar, sabíamos a qué atenernos el uno al otro.

Alan, por su parte, no se inmutó al ver la mirada desafiante y manipuladora de mi hermano, es como si conociera lo que él estaba pensando, permaneció relajado, tranquilo.

— Es un gusto verte de nuevo, Adam — respondió Alan con toda la tranquilidad del mundo, aunque pude notar una pequeña sonrisa de malicia en su rostro.

Adam frunció los labios, ladeó la cabeza hacia el lado izquierdo, soltó una risita burlona y volteó a ver a Alan.

— Lo mismo digo, Alan.

Okey.

Y es que entre estos dos ha habido algún problema sin resolver del que yo no estoy enterada, ¿o por qué es qué actúan de esa manera? Es como si se odiasen mutuamente.

Perfecto Desastre © #1 [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora