El día de hoy fue definitivamente muy agotador, los preparativos para mañana me tienen completamente rendida. En la religión que se predica en mi nación las personas son bautizadas al cumplir los 21 años y 1 semana. Como ya saben mi cumpleaños número 21 fue hace poco, exactamente hace 6 días, lo que hace que mi bautizo sea mañana. Para ser mis padrinos elegí a Los Duques de Casttings, quienes llegarán en la mañana para que todos juntos vayamos a la ceremonia, la cuál será presenciada por toda la nación y unas que otras familias reales que tienen sus reinos cerca de nosotros en el río de Kreisidy. Al fin mi cuerpo toca una almohada y mis ojos poco a poco se van cerrando, dejándome en un profundo y necesario sueño.
Cuando recupero la vista, lo primero que noto es que ya no estoy en mi habitación, ahora estoy en un majestuoso salón lleno de personas. Intento buscar a alguien conocido, a quien sea, pero no encuentro a nadie. Al menos eso creí hasta que unos ojos marrones que yo ya conocía me ubicaron, corrí en su dirección, choque con el fuerte pecho de Hunter Leridon y por un momento quedé embelesada con él aura que desprendía, tal y como pasó en nuestro primer baile. Tal y como la leyenda que leí describía que se sentían la reina prohibida y el rey joven. Dos imanes colisionando
Mentiría si dijera que no es tan malditamente atractivo, tiene algo que te atrapa y no te deja salir. Quizá sea esa mirada feroz que se carga o ese cuerpo fuerte, esa altura imponente o esos labios perfectamente rellenos, no lo sabía. Aunque porque hablar solo de lo físico? Quizá la amabilidad que nunca lo dejaba, la seguridad que siempre proyectaba o lo fácil que era hablar con él eran el motivo de tal atracción de mi parte.
Sin decir ni una sola palabra su mano tomó la mía empezando un baile como el que compartimos en mi cumpleaños número 21. Poco a poco el resto de las personas a nuestro alrededor fueron desapareciendo hasta llegar el punto donde solo éramos él y yo. Se movía por la pista con maestría y soltura, siempre manteniendo ese contacto visual entre ambos.
Las vueltas, giros y movimientos fueron demasiados para mis pies, hasta llegar al punto de casi caerme, mi vista lo perdió unos segundos y cuando la levante ya no estaban aquellos ojos obscuros que tanto me hipnotizaban. En su lugar, ahora estaban unos ojos bicolor que avivaban mi curiosidad, pero que al mismo tiempo avivaban mi desprecio. Deimos
Me levanté de golpe de la cama. Mi mirada se quedo unos segundos perdida en la oscuridad de mi habitación mientras intentaba entender el significado de mi sueño. He investigado y leído cosas al respecto y aunque no hay ninguna explicación sobre porque soñamos lo que soñamos, siempre me ha gustado creer que los sueños son formas en la que nuestro interior se comunica con nosotros. Solo que no se como interpretar lo que mi interior me quiere decir en estos momentos.
Intento reconciliar el sueño, pero me es imposible y termino observando el amanecer desde mi cama por el gran balcón que tengo en frente. A la hora más o menos llega mi madre y mi doncella para despertarme y arreglarme. No se sorprendieron cuando me vieron despierta, ya que era muy común que me levantará temprano solo para ver el amanecer
El vestido blanco que tengo ante mis ojos es precioso. En mi reino la pureza es algo que se considera sagrado, creo que en todos los reinos, y como el blanco representa esa pureza es necesario que sea el color que utilice en mi bautizo, en mi coronación y en mi boda. Así son las reglas en Krendigan y como su futura monarca no me queda más que obedecer.
Aún así si se me permitió darle algo de color con unas flores azul celeste que decoraban todo el escote del vestido sobre todo, parte del corsé y los extremos de la falda. Me parecía muy bonito la verdad, el sastre hizo un buen trabajo desde mi punto de vista.
-Te ves hermosa cariño – me dice mi madre a lo que yo le sonrío. No tardamos en salir de mi habitación y dirigirnos hacia la planta de abajo donde ya se encontraban los Duques. No dude en abrazarlos a ellos y a su familia con mucho entusiasmo. Aún no podía creer que ya tuviera 21 y que mi bautizo fuera a ser hoy. Era la bienvenida oficial al mundo de los adultos en la cultura de mi nación.
ESTÁS LEYENDO
El diamante de la corona
General FictionHola, mi nombre es Lia Annalisse Krendigan princesa heredera al trono de Krendigan, pero mis padres me dicen solo Annalisse. Tengo 20 años y en unos días será mi cumpleaños número 21, donde pasará lo inevitable, algo que ha maquinado en las cabezas...