Lyria POV
No es la primera vez que soy presentada en sociedad, pero puedo asegurar que estoy más nerviosa que cuando me presentaron por primera vez. Las manos me tiemblan, mi ritmo cardiaco es rápido y trato con todas mis fuerzas de regular mi respiración. Voy de un lado a otro del salón mientras mi mamá me observa con extrañeza. Nunca me había preocupado tanto por dar una buena impresión. He rechazado varios compromisos por el simple hecho de que no siento nada por aquellos caballeros, y se que ellos tampoco por mi, solo quieren mi dote. Pero ahora, me gustaría pensar que un joven en específico podría llegar a interesarse en mi.
Es un pensamiento idiota, los hombres buscan siempre mujeres menores no mayores, él es algo joven para comprometerse aún y la realidad es que no me necesita, es el futuro duque de Casttings. Mi dote no es algo que sea de su atención.
Ni si quiera se porque siento esto por él, solo convivimos un tiempo y ya. Pero no puedo dejar de recordar nuestro baile, así como tampoco dejo de añorar que se repita. Lo mucho que me hizo reír y lo bien que me la pase a su lado son momentos que se repiten constantemente en mi mente. Aunque lo que más aparece en mi cabeza es la incógnita del porqué? Él y yo no habíamos convivido nunca más de los saludos. Lo conozco desde que tengo uso de la memoria porque asistimos a las mismas fiestas y su familia siempre ha sido muy unida a la de Annalisse. Porque invitarme a bailar? Porque convivir más conmigo de lo normal? El tomo la iniciativa y ahora me carcomen las preguntas.
-Lyria Whitehouse – el guardia encargado de hablarse a las debutantes nombra mi apellido y yo me quedo de piedra prácticamente. Volteo para ver a mi madre con temor y ella se limita a sonreírme. Es de esas sonrisas que transmiten calma, pero no estoy muy segura de que haya servido de algo. Aún así comienzo a caminar en dirección a la entrada del salón.
-La señorita Lyria Whitehouse, presentada por su madre, la muy respetable Lady Whitehouse – la interminable caminata por el pasillo que me llevará frente a Annalisse y a sus padres comienza. Mientras voy caminando voy pensando más en si Marcus me estará viendo que en lo que opinen los reyes sobre mí. Para mi suerte mi distracción no me juega en contra y no cometo ningún error escandaloso, simplemente paso como una más del montón, nada extraordinario, pero también nada deplorable.
No logré ver a Marcus por ningún lado, pero me imagino que si tiene que estar ahí dentro, ya que su hermana está a punto de ser presentada en sociedad. La belleza de la señorita Castier es innegable y puedo decir desde ya que será la segunda protagonista de la temporada, o al menos de la temporada alcanzable para todos los jóvenes solteros de la aristocracia. Porque la protagonista real y la que si estuviera a la alcance de todos sería la sensación es sin duda Annalisse. Espero genuinamente que tome la decisión correcta entre ambos herederos y al que sea que elija no le quede grande la tarea de hacerla feliz. Es lo que ella se merece.
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El carruaje de mi familia llega al palacio nuevamente y yo solo puedo repasar mentalmente el cómo se me ve el vestido de mangas, ajustado hasta la cintura, con una abertura en la pierna negro que elegí. Siempre he creído que el negro no le hace justicia a mis ojos mieles y los apaga, pero esas son las reglas del baile. Coloco mi mascará cuando ya estamos a punto de descender del carruaje y la voz de mi hermano no tarda en aparecer.
-Lyria, que te pasa? Has estado muy callada, y eso no es normal en ti – trato de sonar normal cuando le doy mi respuesta.
-Solo estoy algo nerviosa por el inicio de la temporada Greck – el no parece creerme en lo absoluto, pero prefiere no interrogarme.
-Claro hermana – mamá y papá se unen a la conversación, pero por suerte sus presiones no van para mí, si no para Greck, sobre todo por parte de mi padre.
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El diamante de la corona
Fiksi UmumHola, mi nombre es Lia Annalisse Krendigan princesa heredera al trono de Krendigan, pero mis padres me dicen solo Annalisse. Tengo 20 años y en unos días será mi cumpleaños número 21, donde pasará lo inevitable, algo que ha maquinado en las cabezas...